8 de Marzo: Día Internacional de la Mujer Trabajadora: «Más precarias, menos libres»
Mujer, organiza la revolución. Libérate.
Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer trabajadora, reivindicamos un año más la visibilización de la situación de desigualdad y subordinación que sufre la mujer debido a los diferentes sistemas patriarcales que dominan en todo el mundo.
Claramente, en occidente desde que las primeras feministas reclamaran unos derechos igualitarios a los de los hombres hasta la actualidad, donde la incorporación de la mujer al mundo laboral remunerado ha supuesto una conquista de estos derechos, se ha avanzado notablemente.
Sin embargo, ¿hemos conseguido un logro total o hemos asumido unos derechos creados por y para hombres y que por tanto no suponen una igualdad? Incluso podemos decir, que aunque desde un punto de vista legislativo somos iguales en derechos y deberes, la realidad no demuestra eso, una prueba evidente es la feminización de la pobreza. Este fenómeno económico y social, consiste en la concentración de un mayor número de factores marginales entre las mujeres y que inducen a una situación de miseria y precariedad tanto en hechos materiales como un mayor índice de paro, de victimas por violencia física y psicológica, de analfabetismo; como en otros aspectos como la valoración social de la mujer.
Este hecho lo confirma el Informe del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) que refleja datos sobre la feminización de la pobreza, el 72% de los beneficiarios del programa de solidaridad son mujeres.
El rumbo político tomado a nivel internacional hacia la globalización de la economía mundial ha repercutido desproporcionalmente sobre las mujeres. La reducción de los gastos públicos y de la inversión en programas sociales está ocasionando un costo adicional a las familias que a menudo recae sobre la mujer.
Para la disminución y eliminación de la feminización de la pobreza es imprescindible la potenciación del papel económico de la mujer que puede lograrse mediante la concesión del acceso a las oportunidades educacionales y económicas.
Según los últimos informes se ha duplicado en los últimos 20 años la tasa de actividad femenina en el mercado laboral, aunque de cada diez personas aún son mayoría los hombres.
Mientras que muchas personas se muestran satisfechas con esta pequeña consolidación del papel de la mujer, aún la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue existiendo, estando cerca del 4% menos. Además las mujeres seguimos teniendo un mayor número de contratos a tiempo parcial y representamos el 97% de la población que abandona el mercado laboral por la familia.
En el ámbito de la educación en Andalucía, las mujeres son mayoría en la formación no obligatoria, hasta representar el 61,9% de las personas universitarias que se gradúan. El reto es «la eliminación de la sectorización», ya que en las carreras técnicas las mujeres sólo representan el 25% del alumnado graduado. En el área docente, es llamativa la prevalencia de la mujer -63,2% del profesorado no universitario-, si bien quedan como retos la universidad -donde sólo son el 35,2% del profesorado- y la dirección de centros -donde los porcentajes se invierten, al ocupar los hombres el 60% de los puestos directivos-.
Frente este panorama las salidas se bloquean con la llegada de una nueva reforma laboral que al igual que las anteriores repercuten en los derechos de la clase trabajadora, precarizando más su situación y afectando al bienestar social. La flexibilización del trabajo y un despido barato son medidas idóneas para continuar con un sistema desigual y que propicie más aún la marginación de la mujer apartándola de una independencia económica y autonomía personal.
Es imprescindible que la mujeres demos un golpe sobre la mesa, no más injustica ni más abusos de nuestros derechos como mujeres y como trabajadoras. Nuestra implicación es más que necesaria, después de lo alcanzado sería muy tóxico retroceder en nuestra propia maduración como una sociedad que pretender ser igualitaria pero a la que la clase dirigente no facilita nada su camino con sus políticas antisociales.
Desde jaleo!!! reivindicamos los derechos de la mujer y su igualdad en cuanto a posibilidades de desarrollarse plenamente como persona social y no marginal. Animamos a la juventud andaluza a que se armen de conocimiento, de crítica y de iniciativa para emprender una lucha que nos lleve a un mundo mejor donde todas y todos seamos iguales y nadie sufra discriminación alguna.
La feminización de la pobreza es un hecho. La falta de oportunidades de empleo acordes con la formación, otro. El acoso y, cuando cabe, la violencia, otro más. Todo ello para un colectivo cuyo único defecto visible parece ser el no haber tenido la previsión de nacer con otro sexo. Amelia Valcárcel
¡Mujer sal a la calle y líberate!
¡Arriba los feminismos!