20.000 millones en 2022: La banca española bate su récord de beneficios

 

Ya sucedió en 2021 y ha vuelto a ocurrir: en mitad de una crisis económica que descarga su intensidad sobre las condiciones de vida de la clase trabajadora y la mayoría de la población, los principales bancos españoles baten récord de beneficios gracias en gran parte a la subida de los tipos de interés por parte de los diferentes bancos centrales: los seis mayores bancos del Estado Español sumaron 20.850 millones de euros de beneficios el año pasado.

Nuevamente el Banco Santander es quien más ganó, con unos beneficios de 9.605 millones de euros, los mayores de su historia, superando los 9.060 millones de euros de 2007, anteriores al estallido de la burbuja inmobiliaria. Detrás se sitúan el BBVA con unos beneficios de 6.420 millones de euros, también los mayores de su historia: un 38% más que el año anterior y 294 millones de euros superiores a los de 2007, su año récord hasta ahora. D

El tercero es CaixaBank, con 3.145 millones de euros de beneficio, casi un 30% más que en 2021, el primer ejercicio completo tras la absorción de Cajamadrid.

Completan la lista el Banco Sabadell, con 859 millones de euros, un 62% más que el año anterior; Bankinter, con 560 millones de euros de ganancias, un 28% más; y Unicaja Banco, con de 260 millones de euros, casi el doble que en 2021.

 

 

Sin embargo: ¡Pobres y sufridos bancos! Según la presidenta del Santander, el sector bancario tiene una presión fiscal cinco puntos porcentuales por encima del resto de empresas: “Contribuye no solo con impuestos, sino con otro tipo de gravámenes y de cargas sociales. En total, aporta más del 50% sobre el beneficio y con el nuevo impuesto se va a pasar al 60%”, lamenta la Botín sobre el nuevo impuesto sobre la banca, valga decir, limosna que tendrán que desembolsar.  En total unos 1000 millones es lo que se calcula que deberán pagar quienes recibieron hace unos años decenas de miles de millones de dinero público que nunca devolverán y siguen haciendo su particular agosto ahogando en comisiones e intereses a la mayoría de la población.

En lugar de socializar las pérdidas y privatizar las ganancias, un gobierno que respondiera realmente a los intereses de la mayoría social trabajadora, auténtica productora de la riqueza, expropiaría los enormes recursos de la élite financiera para ponerlos al servicio de las necesidades sociales (vivienda, educación, sanidad, transporte, obra pública…), empezando por medidas tan elementales como prohibir las comisiones bancarias y los intereses abusivos que aplican.

 

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