A finales de Abril de 2020, Alcalá del Valle se vio invadida por el ejército. Un amplísimo despliegue militar en toda regla para la evacuación de afectados del covid -19 y personas sensibles al virus. Lo cuentan quienes lo han vivido, que fue de lo más impactante. El municipio no estaba informado al igual que tampoco estaba bien informado el Ayto. de La Línea. Son de esas acciones abruptas de la Junta y que sorprendió al pueblo de Alcalá del Valle. Parece ser, que los que sí que estaban al tanto eran unos estúpidos gamberros que los apedrearon a la llegada, como si fuesen leprosos, apestados, que les iban a contagiar, cuando la mayoría son mayores y evacuados del hospital de Ronda. Un anciano de la residencia, viviendo la dura situación de que se lo llevaban y que los militares los metían en camiones del ejército, no se sabía muy bien de qué iba aquello, el buen hombre se encadenó a la columna de un balcón. La escena es tremenda. Nos llega a los oídos que ya en la Línea les esperaba una habitación común grande. Con las prisas, los primeros días, faltaron los cargadores de sus móviles. La preocupación de los familiares que se quedaron en el Valle se mezcla entonces con la impotencia de la distancia y la incomunicación. Son 125 kilómetros de perplejidad. ¿No hay otra alternativa más cercana para los cuidados de éstas personas? ¿No ha tenido suficiente Alcalá del Valle con el grado altísimo de contagios y fallecimientos para tener que sobrellevar encima éstas situaciones injustas? Se agradece que este municipio entregue a sus ciudadanos, casa por casa, un kit de protección completo y se hagan los test requeridos, es muy valorable. Lo que es ilógico es el procedimiento de la Junta. ¿Podéis imaginar las vivencias de ést@s mayores? ¿Dónde está el respeto? Vemos que no son libres, ¿no tienen derechos? ¿Es esto digno de sus largas vidas? ¡Ojalá sobrevivan tod@s porque luego vamos a contarlo… todo también, para que toda la gente tenga memoria, memoria histórica!