(VÍDEO) El Inquilino… (cualquier semejanza con la realidad nuestra de cada día…)
Un matrimonio con cuatro hijos recibe la orden de desahucio, pues van a echar abajo el edificio, por lo que se ven obligados a buscar incansablemente otro sitio donde vivir, a contrarreloj, mientras el bloque se va derrumbando a su alrededor. Drama social donde se muestran, de forma valiente para la época en que está hecha la película, las penurias de las familias de clase media-baja y los problemas de vivienda en los años cincuenta, metidos de lleno en la especulación del suelo2 .
Después de su lanzamiento en 1958, la película fue retirada y sujeta a la censura (incluyendo el cambio en el final). Esta nueva versión se estrenó en Madrid en 19633 .
En la época del franquismo, se penalizaba mostrar los desahucios y por eso actuó la censura y se le cambió el final. Han pasado 60 años y las cosas no van mucho mejor. Los desahucios han aumentado… Los fondos buitre también. La inacción (en el mejor de los casos) por parte del Estado se ha incrementado y la represión (la mayor parte de los casos) es nuestro pan de cada día. Es muy difícil que el intento de resistir un desahucio no sea acompañado por un inusitado despliegue de fuerzas policiales que en su accionar reprimen, detienen, identifican, golpean y hasta encarcelan a los y las activistas por el derechos a la vivienda y si nos descuidamos a algún integrante de las familias desahuciadas también.
Pero como si todo esto fuera una muestra antojadiza de la visión particular de una periodista, tenemos un arsenal de leyes represivas que penalizan objetiva y claramente a quienes se atrevan a protestar y apoyar a una familia que en minutos quedará sin techo, en la calle, vamos.
Una buena oportunidad para ver que luego de sesenta años, ni «estado del bienestar», ni capitalismo humano, ni leches.
Desahucio es desahucio. Y ya!
D.C. – Redacción Web
Mirad este cartel. Mirad la imagen «lavadita» y «simpaticona» con la que se publicitaba la película: