Uruguay. Acerca del emprendimiento de la inmobiliaria Mixto, Aldea del Pinar
Todo lo horizontal, tiende a desaparecer; las ciudades se pueblan de torres y los pueblos también, dejando de ser pueblos para entrar en un proceso de urbanización.
Los vínculos humanos son fragmentados, puntuales, y virtuales. Desaparece la cercanía de los cuerpos, el cara a cara, la mirada.
De a poco desaparece el espacio público en donde nos podemos juntar y comunicar, como plazas y parques más o menos naturales y pasan a ser sustituidos por «áreas» de juego, comercial, administrativa etc..
Todo ello ocupa un único espacio como los son los Centros Cívicos.
El todo, el área, la zona, la superficie, están controladas de forma constante mediante las cámaras de video vigilancia. Estos espacios, especie de burbujas son vendidas como espacios de tranquilidad y armonía con el entorno.
Entendamos por entorno solo la superficie en metros cuadrados que contienen los distintos complejos habitacionales y administrativos.
No importa si para su construcción se desplazó población, se modificó el paisaje. Todo estos enclaves, burbujas, dejan tras de sí un «afuera», algo similar al Medioevo, en donde más allá de las puertas del palacio estaba la» plebe».
Aquí vemos claramente como el propósito no es integrar y reparar, construir y proponer educación y vida digna para los más necesitados; muy por el contrario asustados de los que el propio sistema ha producido, como seres «descartables,» la respuesta es la exclusión, el aislamiento y la creación de burbujas para ricos.
Convengamos que para que este tipo de proyecto prospere se necesitan políticos corruptos que facilitan la concreción de los mismos. El eterno y repetido cuento de que estos proyectos generan trabajo, es una falacia porque el trabajo de servicios , es mano de obra de tercera o cuarta, debidamente diplomada y adiestrada para ser los sirvientes dóciles que el sistema necesita.
Tenemos entonces como resultado que los desplazamientos de las personas se vuelven cada vez más lineales, van de un punto a otro .
La vida se transforma en una suerte encapsulamiento.
Esto lleva un nombre y es gentrificación, estrategia global del actual sistema. Para impedir que estos proyectos avancen, los reclamos tienen que ser: más educación, vivienda y salud dignas para todos; únicas garantías que haría posible la convivencia en nuestras sociedades.
Por ello es que el proyecto de Aldea del Pinar es algo que se debe rechazar y con ellos rechazar todos los intentos de desaparecer ciudades y pueblos, culturas y vida armoniosa.
En cambio, esta situación debería conllevar un reclamo de más presupuesto para una educación que no sea servil a los intereses de los empresarios, salud universal para todos y vivienda para todos; ¿o acaso no nos sobra territorio?
Muy conscientes deberíamos ser que cuando la tierra no produzca más alimento, no tendremos que comer. Si no tenemos agua tampoco será posible cultivar ni vivir.
El progreso hace rato que es nocivo para la vida toda sobre la tierra, pero solo escuchamos de la boca de los políticos el bla bla de los millones de dólares y la eterna promesa incumplida de un futuro mejor.
¡Como si todos no supiéramos que el futuro está seriamente comprometido!
Para el Semanario Alternativas / Sandra P Gómez