Urgente: Audiencia Nacional ordena ingreso a prisión de las ocho personas condenadas por protestar pacíficamente frente al Parlament
Las compañeras y compañeros con condenas de 3 años de cárcel por protestar pacíficamente deben entrar en prisión antes de los siguientes 10 días hábiles.
Tres años de prisión por hacer cosas tan graves y peligrosas como levantar las manos y decir ‘no nos representan’ frente al Parlament. Un auténtico despropósito propio de un régimen que es cualquier cosa menos una democracia respetuosa de lo más elementales derechos ciudadanos.
Si esto no se parece demasiado a las sentencias franquistas, sentencias fascistas, ¿qué se le parece?
El régimen español suma así un nuevo escándalo represivo a su larga lista de injusticias y atentados contra las libertades y los derechos humanos.
Un estado donde te pueden mandar a prisión por hacer cosas tan graves como las que se citan en esta sentencia:
El juzgado les da un plazo de diez días para ingresar voluntariamente en el centro penitenciario más cercano a sus domicilios. En caso contrario ordenará a la policía su búsqueda e ingreso en prisión.La sección primera de la sala penal de la Audiencia Nacional española ha decretado una ejecutoria de ingreso en prisión para las ocho personas condenadas por la acción de Paremos el Parlamento. El poder judicial ordena, así, que en el plazo de diez días ingresen en prisión «para el cumplimiento de la pena privativa de libertad de tres años impuesta en sentencia». Además, hacen saber que «de no verificarlo en el plazo indicado, se decretará su ingreso en prisión, entregándose las oportunas órdenes de busca y captura».
La decisión judicial proviene del mismo juzgado que absolvió a los encausados hace un año, pero el Tribunal Supremo tumbó esa decisión e impuso una pena de tres años por «un delito contra las altas instituciones del estado». El pasado 21 de marzo más de 8.000 personas se manifestaron en el centro de Barcelona para reclamar su absolución y que no ingresaran en prisión. El 19 de abril fueron más de 2.000 las personas que formaron una cadena humana alrededor del parque de la Ciutadella con el mismo objetivo.