Revoluciona CGT
Por Cegetistadebase
CGT, a la vista está, cada vez se aleja más de los principios anarcosindicalistas, asamblearios y antiautoritarios propios de la organización a la que nos gustaría pertenecer.
Cuestiones básicas, como que las decisiones las tomen las asambleas, son puestas en duda o, directamente, rebatidas, por Secretariados Permanentes. Secretariados cuya misión debería ser, exclusivamente, llevar a cabo lo acordado por los sindicatos -sujetos soberanos en CGT- mediante la asamblea, una de nuestras señas de identidad más importante. Secretariados que acaban conformados -y aquí debemos hacer autocrítica- por falsos compañeros con aspiraciones exclusivamente personales debido a nuestra desidia y falta de involucración. Pero también, hay que decirlo, porque es más fácil conformar una candidatura al SP cuando te preocupa más ser liberado que libertario. Y porque a los compañeros y compañeras sin horas y con el tiempo justo nos es más complicado participar y nos exaspera tener que perder el tiempo en demostrar que se está haciendo una interpretación sesgada de nuestros estatutos cuando ésta es flagrante. El problema es que los quintacolumnistas lo saben y lo aprovechan.
Para muchas el trabajo en CGT significa luchar contra el capital y contra toda autoridad, mientras que para algunos se reduce a buscar la justificación burocrática de sus imposiciones.
Personalmente, me niego -de momento- a creer a los que dicen que esto de las horas sindicales, las liberaciones y el dinero público te termina convirtiendo en una organización burguesa más. No podemos desaprovechar herramientas de lucha. Tampoco concibo en nuestro sindicato a quienes únicamente buscan la vía legal y aceptada de lucha e ignoran, deliberadamente o por desconocimiento, la acción directa, la desobediencia y, en definitiva, los principios básicos tanto del anarquismo como de la lucha de la clase trabajadora en general.
Lo que sí sé es que CGT debe demostrar todo esto, no solo creerlo. Parece que la época de auge, crecimiento y trepas ha llegado y en nuestra mano está deshacernos de estos últimos o perecer como sindicato libertario.
O las asambleas o nadie. La revolución empieza en casa, compañeras.