Recordando el Manifiesto contra la Ley de Depredación de Galicia
Por Xan
Adaptación y traducción: Xan
El pasado 17 de octubre de 2017 el Parlamento de Galicia aprobaba la denominada Ley de fomento de la implantación de iniciativas empresariales con la mayoría absoluta del Partido Popular.
Esta ley es una auténtica puerta abierta a la explotación descontrolada del medio natural gallego, ya que pretende desregular ámbitos como el eólico, forestal, minero, los usos hidráulicos, etc, a través de la aprobación de varias leyes en una, silenciando cualquier debate público sobre temas que requerirían de un amplio consenso social y político. Supone, además, una amenaza absoluta para el conjunto de la población, que podría verse sometida a un uso abusivo de la figura legal de la expropiación para favorecer iniciativas privadas de grandes empresas con el amparo y la complicidad del gobierno gallego.
El 22 de octubre de 2017, miles de gallegas y gallegos inundaban las calles y plazas de Santiago de Compostela para gritar “¡Tierra viva y vida digna para todas!”. Un año después, hacemos un ejercicio de memoria y recuperamos el Manifiesto leído por la Rede contra a Minaría Destrutiva na Galiza (ContraMINAcción) en la Plaza de la Quintana.
Contra la Ley de Depredación de Galiza.
(Un manifiesto del no a su no; del sí a otra posible Galiza)
“Lei de Fomento de la Implantación de Iniciativas Empresariales. Un nombre de cierta complejidad para una intención muy simple: Depredación de Galiza. Aprobada mientras todavía humeaban nuestros montes, por la vía rápida, hurtando el debate e imponiendo su mayoría, como si los votos fuesen un cheque en blanco o un arma contra los intereses comunes.
LFIIE. Bajo este barullo de siglas lo que hay es un apaño de las élites políticas y económicas, que quieren hacer de este lugar un espacio extractivo para el capital globalizado. Las grandes empresas mineras, eléctricas o forestales obtienen más facilidades para su negocio: mayor acceso a la tierra y menos normativas sociales e ambientales.
Libertad de empresa, eficacia, facilidad para el acceso al suelo, simplificación normativa y tributaria… Estos son los principios de la ley. ¿Nadie se ha acordado de incluir entre ellos las garantías de los derechos sociales y laborales, el respeto a las comunidades locales o la conservación de nuestra naturaleza? Por eso es una ley de depredación.
Una ley que es un eslabón más de la versión neoliberal del capitalismo (como los Tratados de Libre Comercio), para eliminar obstáculos al negocio. ¿Y qué es un obstáculo? mirad a vuestro alrededor… esas trabas somos nosotras, nuestros derechos y dignidad, nuestra naturaleza.
Pero aquí estamos. Minoría absoluta resuelta a no callar. ¡Qué triste mayoría la de quién necesita hacerse trampas hasta a si misma!. Mentir y ocultar con la palabra incluso desde el poder del número. Triste poder el poder que así se mantiene. Nosotras non les otorgaremos los números ni los significados y aquí, hoy, denunciamos esta ley aprobada por el Partido Popular de Galicia.
– Porque es un texto que afecta ámbitos estratégicos, fusionando un montón de leyes anteriores como la de la minería, la de montes, la eólica o la de suelo.
– Porque no sirve para la necesaria defensa de un mundo rural vivo, con capacidad de tomar iniciativas propias y sostenibles, sino que facilita el expolio de sus recursos naturales sin ninguna contrapartida para las comunidades.
– Porque facilita los procesos de expropiación forzosa y acaparamiento de tierras en manos de las empresas, mediante figuras como la de “Utilidad Pública” o los proyectos de “Especial Interés”.
– Porque reduce tanto los plazos para la emisión de informes en materia ambiental, que hace casi imposible el trabajo del personal técnico encargado de redactarlos, y porque vencido el plazo el informe desfavorable non es tenido en cuenta.
– Porque recorta e incluso suprime los mínimos procesos de participación pública.
– Porque hurta información a la población sobre iniciativas empresariales que pueden suponer una grave afección en sus vidas, permitiendo que las empresas mineras decidan qué documentación consideran reservada.
– Porque reduce el papel de los ayuntamientos, la instancia administrativa más próxima a la ciudadanía, para velar por su propio territorio.
– Porque hace prevalecer el aprovechamiento industrial del monte frente a los tradicionales y comunitarios.
– Porque extiende el uso de meras declaraciones responsables para la plantación de especies forestales como el eucalipto, incluso en masas con presencia de árboles autóctonos.
– Porque suprime la necesaria autorización de Medio Ambiente para los aprovechamientos madereros en zonas protegidas, y amenaza el patrimonio cultural de nuestros montes.
– Porque suprime criterios como el respeto a la naturaleza a la hora de otorgar los derechos de construcción de un parque eólico.
– Porque otorga a la Dirección Xeral de Enerxía e Minas buena parte de la capacidad decisiva sobre cuestiones ambientales y relacionadas con el territorio.
Cuando escriben “Galicia” piensan “negocio”. Cuando escriben “ciudadanía”, piensan “consejos de administración”. Cuando cierran una puerta, abren una ventana a la gran empresa privada. Porque el cargo de hoy puede ser el puesto de trabajo de mañana. Porque quieren a Galiza como a una mina, nos depredan.
Pero aquí estamos nosotras. Quizás, non tan minoría. Quizás la mayoría no tan absoluta fuera de sus muros. No vamos a entregarles la palabra, ni la tierra. Porque sólo se compra lo que se vende, pero nuestra resistencia es la negación de vuestro afán. Es vuestra pequeña derrota diaria. Mientras sigamos aquí, es el No a no traficar con el futuro.
No queremos esta Ley de Fomento de Implantación de Iniciativas Empresariales.
No queremos esta Ley de Depredación de Galiza.
Ni incendios en los montes, ni humo en los despachos.
¡Tierra viva y vida digna para todas!”
Santiago de Compostela, a 22 de octubre de 2017
Si quieres saber más: La Lei de Depredación de Galiza: en la prensa >>
Fuentes:
Galicia Confidencial (11-09-2017)
Galicia Confidencial (12-09-2017)
Galicia Confidencial (17-10-2017)