Panamá. ¿Qué es volver al Torrijismo?
En el desbande del P.R.D., que cada día se hace más evidente, se ha ido formando una oleada de afligidos que en gesto de contrición, de manera coral, imploran volver al torrijismo. Debe quedar claro que si se habla de volver al torrijismo es porque se había abandonado la idea estratégica del General Torrijos.
Lo que primeramente se debe definir es la esencia, la motivación y objetivo de su idea. No oportunistamente y hacer del torrijismo un » traje a la medida, a mis pretensiones y ansias personales» o de grupos sectarios y oportunistas que quieren hacer del torrijismo una escalera para regresar a disfrutar de las «mieles del poder» y no una ruta para sacar a nuestro país del marasmo nacional al que nos condujo el bipartidismo y la autocracia del martinelato a través de 25 años de post-invasión yanqui, en 1989.
El torrijismo genuino expresa una causa de libración nacional y una separación del caciquismo opresor oligárquico. En el General Torrijos, esto significó una ruptura con su formación militar al servicio del colonialismo norteamericano (gorilismo) y un abandono del papel rastrero de la oficialidad de la Guardia Nacional concebida como cuerpo de contra-insurgencia para garantizar la estabilidad política de la oligarquía ante el descontento creciente del Pueblo.
Cuando en Diciembre de 1969, Torrijos se vio traicionado por los gamonales oligárquicos a los cuales sirvió y por los opresores imperialistas yanquis, al retomar al poder, ante el fracaso de esas fuerzas nefastas, era lógico que no era para continuar su servilismo.
Ante esta experiencia comprendió que el camino era otro. Así entendió que la ruta la estaban marcando las masas irredentas.
El 9 de enero del 64, en forma trágica, significó para las fuerzas progresistas de Panamá 21 mártires y a la vez 21 héroes, esa voluntad genuina de liberar el territorio canalero del colonialismo yanqui y sacudir el poder oligárquico compinche de la opresión yanqui.
Esta es la opción que encarna el viraje de Torrijos en su retorno al poder en diciembre de 1969. Y esta opción fue producto de la lucha inclaudicable de los patriotas panameños, de las fuerzas progresistas y revolucionarias de nuestro país, en la que el rol de los comunistas panameños, encordado y reiterado por el Partido del Pueblo, en más de 85 años.
Por estas razones volver al torrijismo no es imposible, pero si es obligatorio romper con el oportunismo, con el clientelismo, con la corrupción burocrática, con la adaptación al neocolonialismo como es ignorar sistemáticamente lo que advirtió Omar, de que al zafarnos del colonialismo, seguiríamos bajo el neo-colonialismo con la vigencia del Tratado de la Neutralidad. Esto significaba, dijo el General, de que habríamos avanzado, pero la lucha continuaba hasta culminar la liberación nacional, para el mejor uso colectivo.
Volver al torrijismo en las condiciones actuales, es derrotar al martinelato estratégicamente, es unir al pueblo contra el exclusivismo oligárquico, anti-equitativo y sensibilizar al pueblo sobre los efectos sofisticados de la vigencia del Tratado de Neutralidad. En definitiva, luchar por la transformación revolucionaria de nuestra sociedad.