Noticias Uruguayas 8 febrero 2016
URUGUAY
Paro del Sunca contra modificación de pagos en las licencias
PIT-CNT convocó para mañana a la Intersocial
Otro femicidio ocurrió en Montevideo este fin de semana
El informe policial, según recoge Montevideo Portal, sostiene que «a raíz de una discusión familiar el autor (al momento no logra recordar claramente lo ocurrido), la golpea con un objeto contundente, se da a la fuga, toma un taxi y se presenta próximo a la hora 17.00 en la Seccional 8ª». El portal asegura que el hombre no tenía antecedentes penales y que no había denuncias entre ambos por problemas de violencia doméstica ni por otra causa, según datos proporcionados por el sistema de gestión de la Policía.
Se trata del quinto femicidio en lo que va del año.
Naciones Unidas en Uruguay reclama legislación contra violencia de género
Las Naciones Unidas en Uruguay reiteran su compromiso en la lucha contra la violencia y, en particular, la violencia hacia las mujeres y reclama avanzar hacia una legislación que contemple los estándares internacionales en la materia, por lo cual pide la pronta aprobación del proyecto de Ley integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia basada en género.
Naciones Unidas en Uruguay se pronunció en las últimas horas sobre los casos de femicidio ocurridos en enero y que conmovieron a la sociedad.
La organización recuerda que en febrero de 2015, alertaron sobre las muertes de mujeres por causa de violencia basada en género y sobre todo lo que restaba por hacer para eliminar este flagelo.
“Dos años más tarde, la situación continúa siendo muy preocupante: durante el primer mes del año, cuatro mujeres han sido asesinadas y otra se encuentra en estado delicado”, remarca la organización.
Asimismo, señalan que en 2016, fueron asesinadas mujeres 29 a manos de sus parejas o exparejas, cinco más que en 2015.
“Estas muertes implican un grave impacto para sus familiares y para la sociedad en su conjunto. Uruguay no puede permitirse que la violencia se naturalice como práctica común”, cuestiona Naciones Unidas.
También lamentan que este tipo de hechos sigan ocurriendo a pesar de los avances logrados en las políticas públicas contra la violencia basada en género, como por ejemplo: “La creación de más unidades especializadas en el territorio para dar respuesta a la problemática, y el aumento del uso de las tobilleras como mecanismos de prevención”.
“Cada nuevo femicidio evidencia la necesidad de una reflexión de la sociedad en su conjunto sobre el uso de la violencia cada vez más corriente, y sobre cómo lograr un cambio cultural para que el desprecio, odio, o sentido de posesión deje de convertir a las mujeres en víctimas”, indica la organización a través de un comunicado.
A la vez exhorta a la población a “ser proactiva en denunciar las situaciones de violencia a su alrededor, como primera forma de no ser sujetos pasivos ante la violencia basada en género, y a las autoridades a considerar y responder prontamente a estas denuncias”
Legislación
Naciones Unidas en Uruguay reitera su compromiso en la lucha contra la violencia y, en particular, la violencia hacia las mujeres.
Aseguran que continuarán colaborando con el Estado y la sociedad civil para sensibilizar a la ciudadanía sobre la urgencia de un cambio a todo nivel.
“Es fundamental avanzar hacia una legislación nacional que contemple los estándares internacionales en la materia. En este sentido, la pronta aprobación del proyecto de Ley integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia basada en género -actualmente bajo consideración parlamentaria- sería un paso importante en esta dirección”, asegura.
Uruguay ocupa el quinto lugar de América Latina y el Caribe, entre 23 países, en cuanto a la cifra de mujeres asesinadas por su pareja o expareja, de acuerdo a datos de CEPAL elaborados con base en estadísticas oficiales de los países.
Un montón de mujeres
Algunos dicen que los hombres matan a las mujeres porque se sienten impotentes. Porque las mujeres conquistaron algunos espacios y aspiran a conquistar más, porque se atreven a denunciar, porque piden ayuda, porque pueden abandonarlos, porque se animan a la independencia y a la autonomía. Porque pueden decidir si quieren o no quieren tener un hijo. Puede ser. Pero es una lectura demasiado simple. Insuficiente. Para que esas cosas transformen a un hombre en impotente se necesitan otros ingredientes. El principal, haberlo convencido de que ser potente es tener el control, es mandar y hacerse servir, es someter, usar y abusar. Haberle hecho creer que él mismo, él en cuanto hombre, existe y se sostiene en un equilibrio frágil que depende por completo de la sumisión de la mujer. Esa es la primera humillación del hombre, pero casi nunca se ve. Otro ingrediente indispensable es vivir en una cultura que impone ideales de superación y competencia constantes, de éxito y ostentación, de avance, conquista, sujeción y crecimiento. Una cultura que vuelve a ser territorial y básica, despegada de las aspiraciones intelectuales o espirituales que valoraban la entrega a algo más allá de la mera vida, de la pura e inmediata experiencia del cuerpo. Y se necesita también imponer la aceptación de las jerarquías, y eso se consigue muy fácilmente mediante interpelaciones que dicen que para estar en lo más alto, para cumplir los sueños y para llegar a cualquier destino basta con proponérselo. Que es una forma de decir que no triunfa el que no quiere, el que no es capaz. El impotente.
El informativo de Canal 4 mostró el aterrador mensaje que el muchacho de Zapicán publicó en su cuenta de Facebook poco antes de atacar a su ex: “Ella tan sólo 18 años, él 22, todas su vidas por delante. Pero algo salió mal. Él perdió la cabeza y decidió que ambos se fueran al cielo #JUNTOS. La gente dirá que él no pensó en su hijo, pero él lo hizo, no pudo aguantar más. Trató por su hijo pero no pudo. Perdón hijo por dejarte solo, fui un mal padre. Papá y mamá te aman. Q.E.P.D. KG y MM. Fuimos felices”. El texto, acompañado por varios emoticones que aumentan su carácter de fantaseo y lo tiñen de una ingenuidad infantil y morbosa, tiene algo de minúsculo triunfo. A la frustración de haber perdido a la amada, a la impotencia y la incapacidad de superar la pérdida responde con una decisión que sí puede sostener: matarla y matarse. Hacerlo público en Facebook es una manera de sortear la humillación, el desconcierto de no haber podido impedir que algo saliera mal. No es muy distinto lo que hizo el matador de Susana Islas, en diciembre, cuando cambió, también en Facebook, su estado a “viudo”, puso un listón negro como foto del perfil, avisó que estaba decidido y pidió perdón. Y la mató, claro. Como nos enseñó el cine, a veces un hombre tiene que hacer lo que tiene que hacer.
El asunto es que en una sociedad como la nuestra tampoco la masculinidad es cuestión de elecciones. Podemos (debemos) exigir todo lo exigible para prevenir las muertes de mujeres y evitar la violencia intrafamiliar, pero es impensable que la idea de posesión y dominio que tantos hombres mantienen (así como tantas mujeres mantienen la ilusión de ser devotas madres y esposas, o infartantes bombas sexuales) pueda separarse de las ideas de propiedad privada, competencia y éxito que aceptamos como mandatos irrevocables. Cinco mujeres fueron atacadas de muerte por sus ex parejas en enero. Fueron atacadas por ser mujeres, pero sobre todo por ya no ser sus mujeres. Por haber seguido sus caminos sin ellos, por haber roto ese equilibrio fragilísimo del que su masculinidad dependía. Por haber pateado el único punto de apoyo de su hombría, que era el de tener a alguien bajo el yugo. El hombre humillado y sin lenguaje, sin reflexión sobre sí, sin capacidad de ver las fuerzas que lo articulan y sin (por lo tanto) hipótesis de emancipación sólo puede responder atacando. El machismo no es cosa de hombres: es una forma de privilegiar ciertas conductas y medir ciertos resultados, y es absolutamente funcional a las ideas de conquista, avance y crecimiento. Se sostiene en el odio a la incertidumbre y se encarniza en las vidas de los más expuestos. Hay muchas cosas que tenemos que volver a pensar, y no sé si la paridad es la más importante.
El director de Medio Ambiente recibió a las organizaciones contra el fracking
Estas son las demandas principales de las organizaciones contrarias al uso de la metodología de extracción petrolera de fractura hidráulica, más conocida como fracking, entre las que se encuentran movimientos como Uruguay Libre de Megaminería y Paysandú Nuestro. Tal como adelantara la diaria, estas organizaciones presentaron ayer informes críticos del proyecto y su estudio de impacto ambiental, que fue publicado por la Dirección Nacional de Medio Ambiente. En un gesto que no esperaban y que en conferencia de prensa catalogaron como “singular” y evaluaron como “positivo”, fueron recibidos por el director nacional de Medio Ambiente, Alejandro Nario. Según explicó Nario ala diaria, su idea fue “garantizar a las organizaciones” que “técnicamente todo lo que la empresa ha presentado es para exploración de hidrocarburos convencionales, que la resolución ambiental en el caso de otorgarse va a ser para convencionales y que se harán todas las inspecciones para que eso se haga efectivamente así”. Según agregó, que se presenten dudas y reparos “es parte del proceso, ayuda a ver si hay algo en lo que poner foco especial, y está bueno que ellos asuman esa responsabilidad con seriedad y tengan sus planteos”. Entonces, básicamente lo que hizo Nario fue garantizar, desde la institucionalidad, que el proyecto que Schuepbach Energy presentó no contempla la exploración ni explotación de hidrocarburos no convencionales ni el uso del fracking. Pero además, en la reunión, y a título personal, Nario se dijo contrario a la explotación mediante esta técnica. La posición de Nario se condice con lo anunciado por el presidente Tabaré Vázquez durante el Consejo de Ministros realizado en Paysandú en enero de 2016. En esa ocasión, y en referencia a un cartel que portaban asistentes que se encontraban entre el público, Vázquez dio la palabra a la ministra de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse, que dijo: “El fracking no está en ninguno de los planes futuros de nuestro gobierno”. Y el presidente afirmó enseguida: “¿Quedó claro? No va a haberfracking en Uruguay”.
Sin embargo, pese a la fuerza de esa declaración, la definición sigue siendo una cuestión de gobierno y no de Estado, a pesar de que hay tres proyectos de ley a estudio en la Comisión de Industria, Energía y Minería del Parlamento: dos de 2015 y uno de 2016. El comunicado de Paysandú Nuestro cuestiona este aspecto: “Si bien es cierto que desde el Poder Ejecutivo nacional se afirma que no va a haber fracking en Uruguay, vemos con preocupación cómo la fuerza política en el gobierno no acompaña con la voluntad política necesaria los proyectos de ley presentados que prohibirían esta tecnología”.
Respecto de la solicitud de que se realicen las audiencias públicas, que no son obligatorias para proyectos con categoría B -como este- pero están contempladas, Nario dijo que no fue planteado en la reunión de ayer. Pero el comunicado pide que se realicen en Tambores, Piedra Sola y en la ciudad de Paysandú. Nario dice: “En principio no vemos razones para hacer audiencia pública. Si la discusión es si va a haber fracking o no, no tiene sentido. Porque no va a haber fracking. Nadie ha presentado un proyecto sobre fracking en el país”. Y agrega que “un comunicado de la empresa no afecta para nada el análisis”. Las organizaciones dicen, palabras más, palabras menos, que luego de la confusión generada, aunque sea extracción convencional, deberían hacerse las audiencias, para darles garantías a las comunidades.
A pesar de las declaraciones del gobierno, las organizaciones siguen dudando. Y es entendible si se tiene en cuenta lo que suele ocurrir en el mundo cuando aparecen las pretensiones de las grandes empresas petroleras, y si se consideran las declaraciones de las empresas vinculadas a este tema, que han dicho en reiteradas ocasiones, tanto a nivel público como a sus accionistas e inversores, que buscan petróleo convencional y no convencional. En el comunicado, Paysandú Nuestro dice: “En los años en que venimos ocupándonos de este tema, hemos aprendido a confiar en el poder de la sociedad civil organizada y a valorar los caminos que nos ofrece nuestra democracia para oponernos a estos emprendimientos. Pero también aprendimos a leer entre líneas, a desconfiar del doble discurso de la industria petrolera, que, por un lado, para sus inversores promociona los yacimientos no convencionales, y en lo local niega en forma categórica que se pueda usar el fracking”.