Noticias Uruguayas 3 febrero 2017
URUGUAY
Multitudinaria marcha en repudio de cuatro femicidios ocurridos en enero
Este martes 31 de enero se realizó una nueva marcha en Montevideo en repudio al femicidio en Uruguay. En enero se registraron cuatro muertes de mujeres a manos de hombres con los que estaban o se habían encontrado vinculadas desde el punto de vista sentimental.
La Coordinadora de Feminismos UY organizó este martes una marcha por 18 de Julio contra los femicidios en Uruguay.
La marcha que partió desde plaza Libertad, contó con el apoyo de la organización Mujeres de Negro.
“Una vez más: la noticia, la rabia, el dolor. Una vez más: salir a la calle, gritar que estamos juntas, que si tocan a una responderemos todas”, expresaba la convocatoria.
Asimismo, la Coordinadora de Feminismos UY manifestó que la marcha fue por: “Lucielle, de 25 años, asesinada por su ex pareja Diego Sebastián García, en una casa en el barrio el General, ciudad de Colonia del Sacramento. Por una mujer, aún sin identificar, asesinada por su pareja en los baños del Penal de Libertad y por Valeria Sosa, de 29 años, asesinada por su ex pareja en el barrio Atahualpa. Tenía denuncias previas”.
“Estamos juntas. ¡Otra vez salimos a la calle! Porque a ninguna nos es indiferente y a todas nos tocan”, manifestó la organización.
Cuatro casos en lo que va del año
En lo que va de este año, cuatro mujeres murieron por violencia de género.
A los casos de Lucielle en Colonia del Sacramento, de la chica asesinada por su ex pareja en el Penal de Libertad y de Valeria, la bailarina de Mi Morena, se suma el caso de Río Branco donde un hombre de 78 años irrumpió en la casa de su exesposa, de 73, con quien conformaron un matrimonio de 50 años, y le disparó hiriéndola de muerte.
De acuerdo a datos del Ministerio del Interior, entre noviembre de 2015 y noviembre de 2016, fueron asesinadas 45 mujeres, 29 de ellas como consecuencia de la violencia doméstica.
A un año del femicidio de Yenny Chico, los colonienses volvieron a las calles en repudio del asesinato de Lucielle Martins
A partir de la convocatoria en las redes sociales, unas 200 personas vestidas de negro se concentraron en la «placita del reloj». No hacía más de dos semanas que algunos colectivos feministas se habían movilizado en recuerdo de Yenny Chico, la primera víctima de femicidio de 2016, también en esta ciudad. Portando algunos carteles, los manifestantes tomaron la avenida Artigas rumbo al centro de la ciudad, gritando los nombres de Lucielle y de Yenny, exigiendo justicia y que «se declare la emergencia nacional».
Ya en la plaza 25 de Agosto, fue leída una proclama de Mujeres Autoconvocadas de Colonia y la Colectiva Feminista Las de Abajo, en la que denunciaron que las muertas a causa de la «violencia machista parecieran invisibles o desconocidas para la comunidad», pero que, sin embargo, «no son algo de los últimos años», sino que «forman parte de la cultura patriarcal en la que vivimos».
Reconocen que si bien «en los últimos años ha habido avances en la visibilización de este flagelo y en el desarrollo de algunas políticas públicas en materia de violencia de género, estas siguen siendo letra muerta y demagogia pura, ya que no están teniendo un impacto real en la vida de las mujeres». Responsabilizaron a «la falta de voluntad política» de que no sea efectiva «la implementación de leyes y programas que aborden de raíz la violencia machista» y que «garanticen los dispositivos necesarios para la contención y asistencia en casos de violencia». Las oradoras reclamaron que se «erradiquen los obstáculos tanto desde la Policía como desde el sistema judicial, que muchas veces obstruyen la presentación de denuncias o no imparten una justicia verdaderamente justa».
Un par de vecinas también hicieron uso de la palabra. Sobre el final, Soledad García, una de las oradoras, gritó, megáfono en mano: «Hoy un chiquito se quedó sin su mamá». Llamó a organizarse y a luchar, «porque el cambio social y cultural depende de todas y de todos, y este cambio lo debemos construir todos los días» como base «para una sociedad más justa e igualitaria, y para ello nos organizamos desde abajo, para ir deconstruyendo y sentando las bases de una sociedad realmente diferente».
«Ya estamos hartas. Si luchamos podemos perder, pero si no luchamos estamos perdidas», finalizó Soledad, entre las palmas de los presentes y la mirada curiosa de algún que otro turista que pasaba por el lugar.