Noticias Uruguayas 22 mayo 2015
La vigésima Marcha del Silencio convocó a miles de uruguayos para conocer la verdad sobre los desaparecidos
La vigésima Marcha del Silencio congregó a miles de uruguayos que en procesión silenciosa caminaron por 18 de Julio con las fotografías de los desaparecidos en dictadura, y en honor a Luisa Cuesta, líder del grupo de Familiares de Detenidos Desaparecidos, quien a sus 95 años se recupera de un accidente vascular.
21 de mayo de 2015 a las 00:50 hs Actualizado a las 00:55 hs LR21
Cada 20 de mayo está cargado de un significado profundo, marcado a fuego en la memoria colectiva de los uruguayos por la muerte en 1976, en la ciudad de Buenos Aires, de los legisladores Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, y los militantes de izquierda Rosario Barredo y William Whitelaw.
Es que el 20 de mayo ha sido elegido desde 1996 para recordar a los casi 200 uruguayos detenidos – desaparecidos en el marco de la dictadura que se extendió desde 1973 hasta 1985, y cuyos paraderos jamás fueron aclarados.
Desde hace 20 años la “Marcha del Silencio” los hace presente, y la de este miércoles no fue la excepción.
Bajo la consigna: “¡Basta ya de impunidad! Verdad y Justicia” la silenciosa caminata partió desde el Monumento a los Desaparecidos de la calle Rivera y Jackson.
Luego tomó por la Avenida 18 de Julio en cuyo trayecto se nombró a cada uno de los desaparecidos y todos respondieron: “Presente”. Al llegar a la Plaza Libertad se entonó el Himno Nacional.
En honor de Luisa Cuesta
La marcha de este 20 de mayo de 2015 no fue una más. Pues, por primera vez no participó la activista por los derechos humanos Luisa Cuesta, integrante de la agrupación Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, quien se recupera de un accidente vascular.
Por ello, la movilización ha sido en honor de Luisa Cuesta, ha dicho la también activista social, Sara Méndez.
Luisa Cuesta, de 95 años, se encuentra estable tras haber sufrido un accidente vascular. Ella fue detenida en junio de 1973. Estuvo presa en el Batallón de Infantería número 5, en la ciudad de Mercedes, y recuperó su libertad a principios de 1974.
Su lucha por los derechos humanos se inició luego de que su hijo, el militante del Partido Comunista Nebio Melo fuera detenido en Buenos Aires en 1976.
Convocaron a la marcha, junto a Familiares de Detenidos Desaparecidos, el PIT-CNT, las organizaciones Crysol, Fucvam, Ademu, así como familiares del grupo de Asesinados, integrantes de la comisión de Derechos Humanos de la FEUU y jóvenes armenios del Uruguay.
La organización Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos ha expresado en las últimas horas que “lamentablemente la consigna “¡Basta ya de impunidad! Verdad y Justicia” sigue vigente a 20 años de la primera Marcha del Silencio, a 30 del retorno a la democracia, y a 40 años de que algunos familiares de detenidos-desaparecidos comenzaran a organizarse para buscar a sus seres queridos”.
Michelini: “Nadie nos va a bajar los brazos en esta lucha”
En nombre de Luisa, por verdad y justicia
Publicado el Jueves 21 mayo de 2015 , 5:50am La República uy
La vigésima Marcha del Silencio, bajo la consigna “Basta de impunidad, por Verdad y Justicia”, si no fue la más numerosa, fue una de las más grandes y la multitud caminó abarcando unas diez cuadras de 18 de Julio.
Luisa Cuesta, de 95 años, la incansable luchadora por la verdad no estuvo físicamente por primera vez, ya que está internada, pero sin duda estuvo su corazón y toda su lucha como desde hace 20 años. Muchos niños llegaban de la mano de sus madres. Una de ellas les explicaba por qué se hacía la marcha.
La multitud se fue formando en una amplia columna y por encima de las cabezas aparecieron ellos. Los que nunca se han ido. Los que también participaron en cada marcha: los desaparecidos. Más de 200 rostros se instalaron por encima de las cabezas de la multitud, sostenidos por los brazos de sus familiares y amigos; sostenidos por la esperanza.
Una mano sostenía la foto de Nebio Melo, el hijo que Cuesta busca hace 39 años. Bajo su foto había otra de Cuesta con la leyenda: “Luisa en tu nombre”. La madre ahora explicaba al niño de unos seis años, qué les había pasado a esas personas. “Pobre gente mami”, razonó el niño.
“Ellos son los que tienen la verdad. Saben adónde fueron a parar los padres de Macarena, luchadores sindicales, vecinos, amigos, familiares.
Nos sentimos impotentes frente a tanto dolor. La justicia debe exigir a los militares que están bien encarcelados, y cómodamente encarcelados, que digan adónde fueron a parar los restos”, dijo a LA REPÚBLICA, Susana Quinteros, familiar de la desaparecida Elena Quinteros.
Miles marcharon y otros miles desbordaron las veredas de la principal avenida. Una familiar del desaparecido en 1974 Luis González, como Luisa Cuesta en la marcha anterior acompañó en auto porque no puede caminar.
No faltaron personalidades políticas, del movimiento sindical y hasta artistas como León Gieco. Al paso de la marcha se adhirieron comercios e instituciones con carteles, como el teatro El Galpón, el bar Facal, la Universidad, el Impo, etc.
Sus nombres y el presente de la multitud
Desde la pantalla del Impo, en 18 de Julio y Ejido se proyectaron los rostros de todos los desaparecidos y uno a uno fueron nombrados por altoparlantes, a lo que la multitud respondía a cada nombre: “presente”, en uno de los momentos más emocionantes de la noche.
Luego la noche los abrazó con un cerrado aplauso que dio paso al Himno Nacional entonado por miles de gargantas que se hicieron una. Retumbó especialmente la frase: “Tiranos temblad”.
“No sé cuantas personas vinieron pero si no es la más numerosa de todas creo que anda muy cerca por la cantidad de gente que se iba sumando”, dijo a LA REPÚBLICA, Ignacio Errandonea, integrante de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos (Famidesa). “No vamos a bajar lo brazos en nuestra lucha contra la impunidad. Hubo autores materiales y autores intelectuales. No es que tengan uniforme o no tengan uniforme.
Aquellos que lo tengan o no, tienen que responder a la justicia. Nosotros no discriminamos, yo me he reunido con militares en actividad y en retiro, siempre les hemos pedido la verdad.
Hemos ido en forma pacifica y franca. Aquellos que participaron del terrorismo de Estado tienen que dar la verdad a la sociedad. Y nadie de los uruguayos podemos parar en este reclamo, nadie nos va a bajar los brazos. Sigue habiendo impunidad pero por suerte el Gobierno de Tabaré Vázquez ha creado este grupo”.
“La marcha nos deja la tranquilidad de que el pueblo sigue reclamando justicia, sigue participando, los jóvenes están participando. Y no es una minoría, es el pueblo, hay gente que va a continuar porque los jóvenes se han apropiado de esto.
Mientras haya un compañero desaparecido vamos a seguir reclamando. No es suficiente con 20 detenidos y con que hayan aparecido restos de cuatro compañeros, son cientos los desaparecidos”, dijo a LA REPÚBLICA, Waldemar Taroco, integrante Famidesa.
Plenaria Memoria y Justicia rompió el silencio
El movimiento Plenaria Memoria y Justicia colgó varios pasacalles que decían: “Nos duele el silencio: gritemos justicia”. Sus integrantes llevaban la boca amordazada.
También arrojaron volantes:”luego de 20 años ha quedado claro que su estrategia es el silencio. ¿Cuál es la nuestra”, rezaban los volantes. Al final de la marcha gritaron: ¡Justicia, justicia!.