Los seis motivos de la CUP para decir «no» a la investidura de Jordi Turull
De momento, pues, todo queda igual. Todos los partidos menos ERC y JxCat han rechazado el candidato Turull. La única que podría variar su posición sería la formación anticapitalista. Si no varía su voto antes del sábado y Carles Puigdemont y Toni Comín no dejan su escaño, Turull no podrá ser investido tampoco en segunda vuelta. La decisión cupaire tiene una consecuencia en cuanto al calendario: empieza a correr -ahora sí- el reloj de la investidura. El plazo de los dos meses que marca la Ley de la presidencia activaría ahora y, si no invierten ningún otro candidato, el Parlament se disolvería el 22 de mayo. Las elecciones se celebrarían 54 días después, el domingo 15 de julio. Con independencia de ello, durante los próximos dos meses habría tiempo para investir otro candidato que sí contara con la mayoría de los votos de la cámara. La CUP, de hecho, ya dijo que facilitaría sus cuatro votos en el caso de una investidura a distancia de Carles Puigdemont.
CRÍTIC resume los seis motivos principales que ha dado la misma CUP tanto públicamente como en los espacios de decisión interna para negarse a facilitar, de momento, la investidura.
1. No es el candidato, sino el programa: contra un «Gobierno autonomista»
De hecho, ya tras el consejo político de la CUP celebrado el 3 de marzo, el diputado Vidal Aragonés espetó que no negociarían ningún pacto que significara «autonomismo, ni legalidad española, ni medidas sociales que no tengan contenido efectivo». Entonces, según se transmitió a la prensa, la decisión del órgano máximo de la izquierda independentista obtuvo un alto grado de consenso interno. «Aceptar la gestión del autonomismo es aceptar un contexto de regresión y negación de derechos fundamentales», afirmaba la diputada María Sirvent en un reciente artículo en CRÍTIC .
Con el fin de variar el posicionamiento de la CUP, las propuestas más conocidas del equipo de Puigdemont han sido hacer una Multiconsulta el año 2022 y un proceso constituyente hecho en comisión en el Parlamento. Sin embargo, el discurso de investidura de Turull no ha hecho mención alguna respecto a la ruptura independentista, ni a la República catalana y ha pedido abrir una vía de «diálogo» con el Gobierno, planteando reclamaciones históricas como el traspaso de las competencias de puertos, de aeropuertos y de infraestructuras.
Pero, más allá de eso, a la hora de mantener el conflicto abierto con el Estado, junts y republicanos interpretan que la investidura de Turull habría sido una manera de plantarse ante la represión. Sin embargo, según dijo Riera en el Parlament, si quieren luchar contra la represión judicial y tensionar el Estado, habría que haber puesto a votación la candidatura del ex presidente catalán. «Puigdemont sigue siendo nuestro candidato. Es nuestro candidato porque fue el candidato independentista más votado el 21-D «, exclamó Riera. » El verdadero embate al Estado sería invertir Carles Puigdemont «, añade en declaraciones a CRÍTIC Lucas Salellas, portavoz de la CUP.
Al mismo tiempo, la CUP justifica la abstención -y no el voto contrario- con el argumento de que votar ‘no’ «podría interpretarse como un boicot a dos partidos republicanos que están sufriendo la represión del Estado».
2. No ir a remolque de los tribunales: Llarena no puede marcar el ritmo
Uno de los razonamientos para la investidura ‘exprés’ de Turull decidida horas antes por JxCat y ERC fue la posibilidad de que el exconvergent fuera inhabilitado o, incluso, encarcelado por el Tribunal Supremo. Esto provocó que el nombre de Turull pasara en 24 horas de rumor a los medios a intentar la investidura en el Parlamento. Fuentes de JxCat explicaron que pedían el voto de la CUP por «solidaridad antirepressiva».
Sin embargo, para la CUP, esta no es una razón suficiente, sino justamente todo lo contrario. En este sentido, Salellas afirma que » no podemos ir a remolque de los tempos que marca el juez Llarena . No puede ser que el Tribunal Supremo determine cuando hay pleno del Parlamento, que al final es lo que ha pasado «. «No podemos condicionar nuestra acción política y nuestro calendario a la acción represiva del Estado», afirma el portavoz cupaire.
Salellas explica que, sin embargo, la CUP ha valorado la nueva situación creada por la decisión judicial: «Turull es una persona represaliada, y esto ha hecho que hoy tuviéramos este debate interno, porque la militancia de la CUP consideraba que esto implicaba un hecho diferencial. Pero también Jordi Sánchez es una persona represaliada y que está en prisión, y la CUP decidió, en su consejo político, la posición de la abstención «. Podría cambiar la opinión de la CUP si mañana Turull es encarcelado? «Son diferentes grados de represión, y todo esto lo valoramos a la hora de tomar decisiones.»
Riera, haciendo una crítica al independentismo transversal, reclamaba: «No nos pidan unidad para la unidad en abstracto. Ha llegado la hora de decir no a tanta demora y tanta dilación «.
3. No hay razones nuevas para cambiar la decisión
Uno de los argumentos más obvios de la CUP se basa en el hecho de que no ven ningún motivo, situación o razón «nueva» para cambiar ahora la abstención por un «sí» en la investidura . En los últimos días, la CUP ya había decidido y explicado su negativa a votar Jordi Sànchez y, hoy por hoy, aseguran que las negociaciones no han avanzado para apostar ahora por investir a Turull. Salellas explica que «formalmente, ha habido la propuesta de una cuestión de confianza para validar la presidencia al cabo de un mes; pero, al margen de eso, que es un elemento que ha aparecido a raíz de la decisión de Llarena, desde principios de marzo no se ha avanzado casi nada en la negociación «.
El 9 de marzo el Consejo Político y el Grupo de Acción Parlamentaria de los anticapitalistas decidieron rechazar la propuesta de acuerdo entre JxCat y ERC porque, según ellos, la propuesta tenía «carencias importantes y decisivas en el ámbito de la construcción y la materialización republicana, la concreción de un proceso constituyente, y la articulación de políticas sociales y económicas orientadas a sacar privilegios a los sectores sociales que aún mantienen «. La propuesta anterior, el 3 de marzo, ya había sido rechazada por la CUP por los mismos motivos. «Las negociaciones avanzan lentas, pero se volvieron a abrir ayer», explica Salellas a CRÍTIC, «pero al mediodía saltaron por los aires con la noticia de la nueva citación de Llarena».
Sin embargo, Salellas no cierra la puerta a un acuerdo: «Este miércoles pasado se empezaba como mínimo a trazar un camino de negociación. Y nosotros seguiremos en esta mesa de negociación, porque, más allá de este debate de investidura y de lo que pase en el Supremo, seguiremos negociando. Desde Juntos por Cataluña y ERC también se nos ha dicho que, en caso de que Turull sea encarcelado, nos tendremos que sentar a hablar de un nuevo presidenciable . Estaremos, porque queremos que se pueda llegar a un acuerdo que nos permita sacar adelante esta legislatura «.
4. No ha habido tiempo para un debate interno
Una de las quejas de la CUP es que las prisas de JxCat para investir a Turull no han dejado margen para un amplio debate interno, teniendo en cuenta el modelo de toma de decisión asamblearia de la izquierda independentista . Para Salellas, «es evidente que esto no forma parte de nuestra tradición y tensa la organización. Ellos quizás tienen sus ritmos, pero nosotros necesitamos unos márgenes mínimos para tomar decisiones. Hemos intentado que lo entiendan, pero no lo han tenido en cuenta «, lamenta el portavoz cupaire.
La cuestión de los tempos, para la CUP, no es sólo de procedimiento: «Negociar con los márgenes necesarios favorece el debate interno y las resoluciones constructivas por parte de la militancia. Si esto no ocurre, la consecuencia es que la gente no entiende nada ni comprende estos golpes de timón que se producen en pocas horas: un día hablamos de Sánchez, otro día es Turull, al día siguiente salta un titular y de golpe hablamos de hacer un pleno al día siguiente … Y eso no es positivo para nadie «. Para el portavoz cupaire, » si la lógica es ir a una legislatura larga y estable, los debates no se pueden hacer con una precipitación de seis horas «.
5. Turull representaría la vieja Convergencia
Otro de los motivos para rechazar la investidura de Turull es que, para la CUP, el veterano dirigente nacionalista representa simbólicamente la vieja Convergencia . Aunque Turull tiene buenas relaciones con Puigdemont, es conocido políticamente por su papel como diputado de CiU -tanto en la oposición al Gobierno tripartito de izquierdas como después durante los gobiernos de Artur Mas- y actualmente es miembro del PDeCAT. Turull comenzó a militar en la JNC, primero, ya CDC, después, durante los años ochenta en pleno pujolismo. Durante los años noventa fue candidato de CiU en las elecciones municipales de su pueblo, Parets del Vallès, y presidente comarcal de CDC en el Vallès Oriental. Desde 2004, ha sido diputado en el Parlamento ininterrumpidamente, y llegó a ser portavoz y presidente del grupo parlamentario de la antigua CiU.
Los cupaires lo vinculan con los recortes del Govern de Artur Mas aunque no formó parte del Ejecutivo y critican que Turull no haya pedido perdón explícitamente por el ‘caso del 3%’ que afecta Convergencia. De hecho, según informaba este miércoles el diario ‘El País’ , la sentencia del ‘caso Palau’ destacó que Turull estaba en la mesa de contratación que adjudicó un polideportivo de Sant Cugat del Vallès por el que Ferrovial habría pagado una comisión ilegal legal del 4%. La sentencia no imputa a Turull ningún delito; pero, según el rotativo, quedaría claro que con su presencia «la vinculación entre mesa de contratación y […] CDC es diáfana «.
Sin embargo, desde la CUP matizan la importancia de que el candidato sea del PDeCAT o de ERC. Lucas Salellas afirma que siempre han dicho que » como más de izquierdas fuera el candidato, más cómoda se sentiría la gente de la CUP . Y así lo hemos trasladado, especialmente a ERC «.
6. Pensar en alianzas hacia la izquierda
La CUP ha explicado a sus bases que una de las razones por el «no» a Turull sería intentar arrastrar el Gobierno hacia posiciones más de izquierdas «en un momento de crisis económica y social» , según figura en el documento que han hecho llegar a la militancia y que ha aparecido en la prensa. De hecho, en su comunicado de antes del debate , los cupaires dejaban claro que la propuesta de JxCat y de ERC «no avanza en la construcción de medidas republicanas ni sociales, que respondan a los derechos y las necesidades de la clase trabajadora» . En el Parlament, y ante Turull, el mismo Carlos Riera aseguró que daban por terminado «el ciclo de alianzas del Proceso» y anunció que a partir de ahora pasan «a la oposición».
Sin embargo, Salellas afirma que «lo que genera apoyos al independentismo es la construcción de la República y la recuperación de soberanías y políticas públicas claramente sociales. Si desde el independentismo se hacen este tipo de propuestas, habrá grupos políticos en el Parlamento que se deberían sentir interpelados «. El objetivo sería lograr propuestas en materia social que puedan contar con soportes que vayan más allá de los partidos independentistas . «En estos ámbitos, tenemos que llegar a mayorías de 80 o 90 diputados.»
El interés de buscar alianzas «hacia la izquierda» llevó a la CUP a iniciar conversaciones con varias organizaciones anticapitalistas antes del 21-D . Lo hicieron con el Proceso Constituyente de Teresa Forcades y de Arcadi Oliveres y con Som Alternativa, la organización que constituyeron Albano-Dante Fachín y Ángeles Martínez Castells después de dejar su escaño parlamentario de Cataluña Sí Que Es Pot. Para los comicios del pasado diciembre, las tres organizaciones no llegaron a ningún acuerdo para presentarse juntas y lo atribuyeron a la falta de tiempo. «Hay mucho interés mutuo a consolidar las relaciones. Pienso que pueden ser más estrechas y supongo que se pueden llegar a plantear candidaturas «, explicó el ex diputado Albert Botran a CRÍTIC.
Els sis motius de la CUP per dir “no” a la investidura de Jordi Turull
- S. Picazo / L. Soldevila / R. Palà
- dijous, 22 març 2018
Els contraris a Turull van doblar els partidaris d’investir-lo en les votacions internes: 41 vots dels nuclis territorials en contra, per 22 a favor
La CUP s’ha abstingut en la votació com a president del veterà dirigent de Convergència i ara candidat de Junts per Catalunya Jordi Turull enmig de les crítiques d’una part de l’independentisme que no entén l’aposta ‘cupaire’. La decisió ha estat fruit del debat al Consell Polític de la CUP i de la votació d’urgència per part dels militants en menys de 24 hores. Comença, de nou, el #PressingCUP? A CRÍTIC hem volgut analitzar quins són els motius de la CUP per rebutjar la investidura de Turull just abans de la possible decisió del Tribunal Suprem d’inhabilitar-lo o tornar-lo a empresonar.
La votació interna, segons xifres que ha pogut saber CRÍTIC, ha mostrat una majoria de posicionaments clarament favorables a l’abstenció. El “no o l’abstenció” s’ha imposat al “sí” en la primera ronda de votacions per 41 vots a 22 entre les assemblees territorials i les organitzacions que formen part del Grup d’Acció Parlamentària. Els nuclis que han votat en contra d’investir Turull han doblat els que optaven per donar-li suport. Tot i la victòria, un gruix no menyspreable de nuclis locals es van posicionar per donar un vot de confiança a Turull. En la segona ronda de votacions entre l’abstenció i el “no”, finalment s’hi va imposar l’abstenció per 41 vots a 21, amb tres abstencions. Cal tenir en compte que cada territorial no té exactament un vot, sinó que el seu vot està ponderat en funció de la representativitat de militància en assemblees locals que integren cada territorial.
De moment, doncs, tot queda igual. Tots els partits menys ERC i JxCat han rebutjat el candidat Turull. L’única que podria variar la seva posició seria la formació anticapitalista. Si no varia el seu vot d’aquí a dissabte i Carles Puigdemont i Toni Comín no deixen el seu escó, Turull no podrà ser investit tampoc en segona volta. La decisió cupaire té una conseqüència pel que fa al calendari: comença a córrer –ara sí– el rellotge de la investidura. El termini dels dos mesos que marca la Llei de la presidència s’activaria ara i, si no s’investís cap altre candidat, el Parlament es dissoldria el 22 de maig. Les eleccions se celebrarien 54 dies després, el diumenge 15 de juliol. Amb independència d’això, durant els pròxims dos mesos hi hauria temps per investir un altre candidat que sí que comptés amb la majoria dels vots de la cambra. La CUP, de fet, ja va dir que facilitaria els seus quatre vots en el cas d’una investidura a distància de Carles Puigdemont.
CRÍTIC resumeix els sis motius principals que ha donat la mateixa CUP tant públicament com en els espais de decisió interna per negar-se a facilitar, de moment, la investidura.
1. No és el candidat, sinó el programa: contra un “Govern autonomista”
La CUP, des de la mateixa nit electoral del 21-D, ha assegurat que no donaria suport a un Govern que no tingués un programa polític clar i concret per “implementar la República” independentment del candidat que es proposés. Tanmateix, segons els portaveus de l’esquerra independentista, les propostes de JxCat i d’ERC durant les negociacions no han satisfet la seva demanda de “ruptura”. “Vostès ens proposen acatar l’Estat, acatar el TC i que fent autonomia algun dia podrem aconseguir la República”, va reblar el diputat i portaveu de la CUP, Carles Riera. “Ens sorprèn el discurs de Turull. L’entenem i respectem si és una estratègia antirepressiva. Però ha fet un discurs autonomista i amb propostes econòmiques neoliberals”.
De fet, ja després del consell polític de la CUP celebrat el 3 de març, el diputat Vidal Aragonés va etzibar que no negociarien cap pacte que signifiqués “autonomisme, ni legalitat espanyola, ni mesures socials que no tinguin contingut efectiu”. Aleshores, segons es va transmetre a la premsa, la decisió de l’òrgan màxim de l’esquerra independentista va obtenir un alt grau de consens intern. “Acceptar la gestió de l’autonomisme és acceptar un context de regressió i negació de drets fonamentals”, afirmava la diputada Maria Sirvent en un recent article a CRÍTIC.
Per tal de variar el posicionament de la CUP, les propostes més conegudes de l’equip de Puigdemont han estat fer una multiconsulta l’any 2022 i un procés constituent fet en comissió al Parlament. Tot i això, el discurs d’investidura de Turull no ha fet cap menció respecte a la ruptura independentista, ni a la República catalana i ha demanat obrir una via de “diàleg” amb el Govern espanyol, tot plantejant reclamacions històriques com el traspàs de les competències de ports, d’aeroports i d’infraestructures.
Però, més enllà d’això, a l’hora de mantenir el conflicte obert amb l’Estat, juntaires i republicans interpreten que la investidura de Turull hauria estat una manera de plantar-se davant la repressió. Tanmateix, segons ha dit Riera al Parlament, si volen lluitar contra la repressió judicial i tensionar l’Estat, caldria haver posat a votació la candidatura de l’expresident català. “Puigdemont continua sent el nostre candidat. És el nostre candidat perquè va ser el candidat independentista més votat el 21-D”, va exclamar Riera. “El veritable embat a l’Estat seria investir Carles Puigdemont“, hi afegeix en declaracions a CRÍTIC Lluc Salellas, portaveu de la CUP.
El posicionament no és nou: la CUP ha expressat en diverses ocasions que, posats a escollir un president convergent, preferien l’opció de Carles Puigdemont per forçar així la tensió amb l’Estat. Tot i que els exdiputats Eulàlia Reguant i Albert Botran deien aquesta setmana a CRÍTIC que, si Puigdemont es queda a Brussel·les, no pot dirigir indirectament ni el Govern ni encapçalar el procés constituent: “Puigdemont és el president legítim, però no pot pretendre governar un país des de 1.000 quilòmetres de distància”, en paraules d’Eulàlia Reguant.
Al mateix temps, la CUP justifica l’abstenció –i no el vot contrari– amb l’argument que votar ‘no’ “podria interpretar-se com un boicot a dos partits republicans que estan patint la repressió de l’Estat”.
2. No anar a remolc dels tribunals: Llarena no pot marcar el ritme
Un dels raonaments per a la investidura ‘exprés’ de Turull decidida hores abans per JxCat i ERC va ser la possibilitat que l’exconvergent fos inhabilitat o, fins i tot, empresonat pel Tribunal Suprem pròximament. Això va provocar que el nom de Turull passés en 24 hores de rumor als mitjans a intentar la investidura al Parlament. Fonts de JxCat van explicar que demanaven el vot de la CUP per “solidaritat antirepressiva”.
Tot i això, per a la CUP, aquesta no és una raó suficient, sinó justament tot al contrari. En aquest sentit, Salellas afirma que “no podem anar a remolc dels tempos que marca el jutge Llarena. No pot ser que el Tribunal Suprem determini quan hi ha ple del Parlament, que al final és el que ha passat”. “No podem condicionar la nostra acció política i el nostre calendari a l’acció repressiva de l’Estat”, afirma el portaveu cupaire.
Salellas explica que, tot i això, la CUP ha valorat la nova situació creada per la decisió judicial: “Turull és una persona represaliada, i això ha fet que avui tinguéssim aquest debat intern, perquè la militància de la CUP considerava que això implicava un fet diferencial. Però també Jordi Sànchez és una persona represaliada i que és a la presó, i la CUP va decidir, en el seu consell polític, la posició de l’abstenció”. Podria canviar l’opinió de la CUP si demà Turull és empresonat? “Són diferents graus de repressió, i tot això ho valorem a l’hora de prendre decisions.”
Riera, fent una crítica a l’independentisme transversal, reclamava: “No ens demanin unitat per la unitat en abstracte. Ha arribat l’hora de dir no a tan de cul, tanta demora i tanta dilació”.
3. No hi ha raons noves per canviar la decisió
Un dels arguments més obvis de la CUP es basa en el fet que no veuen cap motiu, situació o raó “nova” per canviar ara l’abstenció per un “sí” en la investidura. En els últims dies, la CUP ja havia decidit i explicat la seva negativa a votar Jordi Sànchez i, ara per ara, asseguren que les negociacions no han avançat per apostar ara per investir Turull. Salellas explica que “formalment, hi ha hagut la proposta d’una qüestió de confiança per validar la presidència al cap d’un mes; però, al marge d’això, que és un element que ha aparegut arran de la decisió de Llarena, des de principi de març no s’ha avançat gairebé gens en la negociació“.
El 9 de març el Consell Polític i el Grup d’Acció Parlamentària dels anticapitalistes van decidir rebutjar la proposta d’acord entre JxCat i ERC perquè, segons ells, la proposta tenia “mancances importants i decisives en l’àmbit de la construcció i la materialització republicana, la concreció d’un procés constituent, i l’articulació de polítiques socials i econòmiques orientades a treure privilegis als sectors socials que encara en mantenen”. La proposta anterior, el 3 de març, ja havia estat rebutjada per la CUP pels mateixos motius. “Les negociacions avancen lentes, però es van tornar a obrir ahir”, explica Salellas a CRÍTIC, “però al migdia van saltar pels aires amb la notícia de la nova citació de Llarena”.
Tot i això, Salellas no tanca la porta a un acord: “Aquest dimecres passat es començava com a mínim a traçar un camí de negociació. I nosaltres seguirem en aquesta taula de negociació, perquè, més enllà d’aquest debat d’investidura i del que passi al Suprem, seguirem negociant. Des de Junts per Catalunya i ERC també se’ns ha dit que, en cas que Turull sigui empresonat, ens haurem d’asseure a parlar d’un nou presidenciable. Hi serem, perquè volem que es pugui arribar a un acord que ens permeti tirar endavant aquesta legislatura”.
4. No hi ha hagut temps per a un debat intern
Una de les queixes de la CUP és que les presses de JxCat per investir Turull no han deixat marge per a un ampli debat intern, tenint en compte el model de presa de decisió assembleària de l’esquerra independentista. Per Salellas, “és evident que això no forma part de la nostra tradició i tensa l’organització. Ells potser tenen els seus ritmes, però nosaltres necessitem uns marges mínims per prendre decisions. Hem intentat que ho entenguin, però no ho han tingut en compte”, lamenta el portaveu cupaire.
La qüestió dels tempos, per a la CUP, no és només de procediment: “Negociar amb els marges necessaris afavoreix el debat intern i les resolucions constructives per part de la militància. Si això no passa, la conseqüència és que la gent no entén res ni comprèn aquests cops de timó que es produeixen en poques hores: un dia parlem de Sànchez, un altre dia és Turull, l’endemà salta un titular i de cop parlem de fer un ple l’endemà… I això no és positiu per a ningú”. Pel portaveu cupaire, “si la lògica és anar a una legislatura llarga i estable, els debats no es poden fer amb una precipitació de sis hores“.
5. Turull representaria la vella Convergència
Un altre dels motius per rebutjar la investidura de Turull és que, per a la CUP, el veterà dirigent nacionalista representa simbòlicament la vella Convergència. Tot i que Turull té bones relacions amb Puigdemont, és conegut políticament pel seu paper com a diputat de CiU –tant a l’oposició al Govern tripartit d’esquerres com després durant els governs d’Artur Mas– i actualment és membre del PDeCAT. Turull va començar a militar a la JNC, primer, i a CDC, després, durant els anys vuitanta en ple pujolisme. Durant els anys noranta va ser candidat de CiU en les eleccions municipals del seu poble, Parets del Vallès, i president comarcal de CDC al Vallès Oriental. Des del 2004, ha estat diputat al Parlament ininterrompudament, i va arribar a ser portaveu i president del grup parlamentari de l’antiga CiU.
Els cupaires el vinculen amb les retallades del Govern d’Artur Mas tot i que no va formar part de l’Executiu i critiquen que Turull no hagi demanat perdó explícitament pel ‘cas del 3%’ que afecta Convergència. De fet, segons informava aquest dimecres el diari ‘El País’, la sentència del ‘cas Palau’ va destacar que Turull estava a la mesa de contractació que va adjudicar un poliesportiu de Sant Cugat del Vallès pel qual Ferrovial hauria pagat una comissió il·legal del 4%. La sentència no imputa a Turull cap delicte; però, segons el rotatiu, quedaria clar que amb la seva presència “la vinculació entre mesa de contractació i […] CDC és diàfana“.
Tot i això, des de la CUP matisen la importància del fet que el candidat sigui del PDeCAT o d’ERC. Lluc Salellas afirma que sempre han dit que “com més d’esquerres fos el candidat, més còmoda se sentiria la gent de la CUP. I així ho hem traslladat, especialment a ERC”.
6. Pensar en aliances cap a l’esquerra
La CUP ha explicat a les seves bases que una de les raons pel “no” a Turull seria intentar arrossegar el Govern cap a posicions més d’esquerres “en un moment de crisi econòmica i social”, segons figura al document que han fet arribar a la militància i que ha aparegut a la premsa. De fet, en el seu comunicat d’abans del debat, els cupaires deixaven clar que la proposta de JxCat i d’ERC “no avança en la construcció de mesures republicanes ni socials, que responguin als drets i les necessitats de la classe treballadora”. Al Parlament, i davant Turull, el mateix Carles Riera va assegurar que donaven per acabat “el cicle d’aliances del Procés” i va anunciar que a partir d’ara passen “a l’oposició”.
Tot i això, Salellas afirma que “el que genera suports a l’independentisme és la construcció de la República i la recuperació de sobiranies i polítiques públiques clarament socials. Si des de l’independentisme es fan aquesta mena de propostes, hi haurà grups polítics al Parlament que s’hi haurien de sentir interpel·lats”. L’objectiu seria assolir propostes en matèria social que puguin comptar amb suports que vagin més enllà dels partits independentistes. “En aquests àmbits, hem d’arribar a majories de 80 o 90 diputats.”
L’interès de buscar aliances “cap a l’esquerra” va portar la CUP a iniciar converses amb diverses organitzacions anticapitalistes abans del 21-D. Ho van fer amb el Procés Constituent de Teresa Forcades i d’Arcadi Oliveres i amb Som Alternativa, l’organització que van constituir Albano-Dante Fachin i Àngels Martínez Castells després de deixar el seu escó parlamentari de Catalunya Sí Que Es Pot. Per als comicis del desembre passat, les tres organitzacions no van arribar a cap acord per presentar-se juntes i ho van atribuir a la falta de temps. “Hi ha molt interès mutu a consolidar les relacions. Penso que poden ser més estretes i suposo que es poden arribar a plantejar candidatures”, ha explicat l’exdiputat Albert Botran a CRÍTIC.
http://www.elcritic.cat/actualitat/els-sis-motius-de-la-cup-per-dir-no-a-la-investidura-de-jordi-turull-21992