La CUP presenta su candidatura y denuncia que se quería «culpabilizar a la izquierda independentista» de la violencia del Estado
El cabeza de lista de la CUP por Barcelona, Carles Riera, ha avalado este sábado las acusaciones que la secretaria general de ERC, Marta Rovira, lanzó asegurando que el Estado amenazó con “muertos a la calle”, “sangre” y “violencia extrema” si el Govern no paralizaba el proceso independentista. Riera asegura que su formación tenía “constancia desde hacía mucho tiempo” de las intenciones del ejecutivo español y de los servicios secretos del Estado. De hecho, ha ido más allá y ha afirmado, sin querer revelar tampoco las “fuentes”, que “dentro de los diversos escenarios que el Estado contemplaba, uno de ellos era facilitar que se pudieran dar fenómenos de violencia social y que cuando se produjeran se culpara a la izquierda independentista y la CUP”.
La CUP ha presentado este sábado públicamente los principales candidatos de sus listas por el 21-D en una rueda de prensa en Barcelona, y después, al ser preguntado por las palabras de Rovira, no ha dudado en avalar la tesis de la republicana y denunciar la actitud del Estado. “Durante todo el proceso de autodeterminación y de independencia, ha habido una parte que de manera sistemática ha practicado la no violencia, y otra que siempre ha utilizado la violencia fiscal, judicial, policial con más de mil heridos y más de 100 casos provocados por la extrema derecha sin ninguna intervención”, ha denunciado apuntando así al gobierno español. Además, Riera ha asegurado que en el mes de octubre la CUP sabía “por fuentes fiables” que el CNI tenía prevista la posibilidad de generar, con la colaboración de la extrema derecha, conflictos violentos y acusar la CUP de ser la responsable”.
Por otro lado, Riera ha comparecido con los primeros nombres de las candidaturas por Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona, a excepción de la cabeza de lista leridana, Mireia Boya, que no ha podido asistir al acto. El candidato ha presentado a la CUP como la garantía para que este 21-D sirva para “materializar la república”. “El Estado quiere que sean unas elecciones autonómicas y nosotros las reclamamos como las primeras republicanas y constituyentes. Había muchos motivos para boicotearlas, pero hemos decidido concurrir y que el triunfo electoral del independentismo sea un paso más para echar el Estado de nuestro territorio a todos los niveles”, ha explicado Riera.
Para el cabeza de lista por Barcelona, que el sobiranismo gane el 21-D es “un paso importante para desobedecer el 155 e impedir la aplicación, luchar contra la represión, conseguir la liberación de los presos, y detener la oleada represiva del Estado en todo el país”. Carles Riera ha llamado también a la movilización en la calle para acompañar la acción política, porque considera que “sólo desde la movilización popular continuada, la desobediencia civil en todo el país y la construcción de un contrapoder popular paralelo se podrá, conjuntamente con el Parlament y el Govern, afirmar la soberanía”. Riera ha afirmado así mismo que este no es el único objetivo que se marca la CUP, y que de cara al 21-D pretende forzar que el eje político también gire hacia la izquierda. “Se trata que sea una república social, de la mayoría, que sea una oportunidad para hacer un salto adelante cualitativo y cuantitativo en derechos sociales y políticos”, ha sentenciado.
Por último, ante la posibilidad que algunas formaciones pongan sobre la mesa que después de las elecciones y si el independentismo es mayoritario se vuelva a investir a Carles Puigdemont como president aunque la lista más votada no sea la suya, Riera no ha descartado ninguna opción pero tampoco ha confirmado que para la CUP esta sea la mejor. “Es uno de los escenarios posibles pero hay otros. Estamos valorando todos los escenarios con el fin de constituir un Parlament y un Govern fieles al 1-O y al 27 de octubre, para continuar como si fuera 28 de octubre”, ha dicho. Y es que, tanto esta cuestión como el detalle del programa electoral, son aspectos que el Consell Polític de la CUP está discutiendo estos días y que no tiene previsto cerrar hasta la semana próxima, como mínimo.