Juan Rosell, el gran cacique de la patronal, aboga por la vuelta a la esclavitud
Por José Iglesias Fernández
Juan Rosell Lastortras, seguramente con un contrato blindado por ser el gran patrón de la patronal CEOE, aboga por la vuelta a la esclavitud. Dice que “el trabajo fijo y seguro es un concepto del siglo XIX, ya que en el futuro habrá que ganárselo todos los días (un contrato indefinido es un privilegio)”, y propone más digitalización, medida que supone más paro, más descualificación de los empleos, más contratos basura y salarios de miseria. Además, en su día ya descalificó a los funcionarios, sosteniendo que “sería mejor ponerles un subsidio a que estén en la Administración consumiendo papel, consumiendo teléfono y tratando de crear leyes», ya que este gasto tenía según sus palabras «un coste tremendo”. Dos años antes, el presidente de la patronal pidió acabar con los funcionarios «prepotentes e incumplidores”. También afirmó que “un millón de amos y amas de casa está apuntados al paro para intentar cobrar algún subsidio”. 1 Así mismo, arremete de vez en cuando contra el sistema público de pensiones para favorecer las pensiones privadas o se despacha con un “como aquí el subsidio dura hasta 24 meses, la gente encuentra trabajo milagrosamente cuando falta un mes o dos para agotar el subsidio”, o “quien se apunte al paro porque sí, habrá que decirle que no”, o recuerda persistentemente “la necesidad de una moderación salarial”. 2
Su antecesor, Gerardo Díaz Ferrán, hoy encarcelado por estafar a trabajadores y clientes y dejar en la ruina a varias empresas, entre ellas Air Comet y Viajes Marsans, por alzamiento de bienes y blanqueo de dinero en Suiza, con una desfachatez que sólo la cárcel le hizo templar, también vociferaba opiniones sin sentido, tales como: “la mejor empresa pública es la que no existe”, “menos intervencionismo, más desregulación, más externalización de los servicios públicos”, “sobran funcionarios”, “una reforma laboral profunda y global calmará a los mercados”, “hay que trabajar más y ganar menos para salir de la crisis”, y otras estupideces de semejante calibre.
Así mismo, otros directivos de la CEOE se expresan frecuentemente con idéntico espíritu corporativo: “critican que se den cuatro días de permiso por la defunción de un familiar, proponen contratos para jóvenes sin derechos sociales, que los parados no puedan rechazar ofertas, dan trato vejatorio a sus propios empleados, proponen frecuentemente congelar salarios y libertad para despedir sin compensación, movilidad laboral (“hay que aceptar trabajos aunque sea en Laponia”); o encarecer el “transporte público porque es demasiado barato”. 3 Cada sucesor emula a los anteriores con propuestas que reclamen más urgentemente la esclavitud de las poblaciones. Pero ninguno de ellos denuncia a los empresarios corruptos y corruptores, ni tampoco a los evasores, que unos y otros son muchos. Los que tienen contratos fijos, remuneraciones millonarias y pensiones similares son los que incesantemente reclaman la vuelta a la esclavitud vivida en tiempos no demasiado lejanos.
Todos los empresarios coinciden en que la culpa la tienen siempre los obreros, a los que hay que imponer medidas y reformas disciplinarias, y no a la incompetencia de la propia clase patronal. Alguien comentaba este talante de la siguiente forma: son “un fenómeno [estos dirigentes]!!! Son una banda de clarividentes que explotan las redes de subvenciones públicas y dan como solución a la crisis la vuelta al Siglo XVIII”. 4
¿Puede haber empresarios más incapaces e inútiles que los del Estado español? Mi opinión es que son unos vividores que se quejan de que los trabajadores no cumplimos con nuestra responsabilidad. Según el encarcelado Díaz Ferrán, “los empresarios no somos culpables de la crisis, hemos creado riqueza”, afirmación que no coincide con la de Rosell cuando dice que no se invierte suficiente en energía nuclear, ni tampoco en digitalización.
Nosotros opinamos que los empresarios no están cumpliendo su papel, pues se apoderan de la riqueza producida, que se está demostrando evaden a paraísos fiscales para no pagar impuestos, y que no la invierten en las áreas de inversión que ellos exigen y culpan al Estado de no invertir lo suficiente. Además, los capitalistas se otorgan elevadas remuneraciones, se blindan con altas pensiones, el transporte lo realizan en coches de gama alta, quieren eliminar funcionarios (médicos, maestros), y ayudas sociales (pensiones, subsidio de paro) porque ellos pueden pagar la enseñanza y la medicina privada, consumo de lujo, etc. Reclaman la vuelta a la esclavitud para las poblaciones mientras las élites capitalistas se apropian de toda la riqueza que, como esclavos, producimos diariamente. Gregorio Morán es más contundente y dice: “me ha impresionado que esa organización dentro de toda sospecha, denominada CEOE, que dirigió durante años un estafador, Díaz Ferrán –que ya tenía que serlo en alto grado para estar aún en la cárcel–, y que solía afirmar que había que “trabajar más (los otros) y ganar menos (salvo él)”, haga declaraciones de carácter histórico. Que los empresarios españoles estuvieran dirigidos por un delincuente explica muchas cosas. Por eso me ha afectado la afirmación del nuevo líder empresarial, Juan Rosell, cuando dice impávido que “el empleo fijo es un concepto del siglo XIX”. Ni el franquismo había llegado tan lejos”.5
Marx ya demostraba que, en la medida que “el trabajo es la fuente de toda riqueza, nadie en la sociedad puede adquirir riqueza que no sea producto del trabajo. Si, por tanto, no trabaja él mismo, es que vive del trabajo ajeno y adquiere también su cultura a costa del trabajo de otros». 6 Sin embargo, para el presidente actual de la patronal, el Estado ha de ser quien dedique impuestos a potenciar las nucleares y la digitalización de la economía, mientras que las empresas privadas son las que se han de beneficiar de estas inversiones públicas. Como dice otro comentarista, “la solución no está en la reforma laboral sino en el cierre de la patronal”. 7 Hay que despedirlos a todos y mandarlos a Laponia, dónde, según la patronal, atan perros con longanizas. Dudo que papel les adjudicarían, si el de perros o el de longanizas.
Alguien, con razón, me recordará: lo que dices de los empresarios demuestra la barbarie que practica el capitalismo. Es la lucha de clases en la que los obreros, y resto de ciudadanos, vamos perdiendo.
Silencio cómplice
Estos son algunos de los personajes, empresarios, políticos y altos funcionarios, envueltos en supuestos casos recientes de corrupción, que no denuncian los miembros de las asociaciones empresariales: Anfac, Ceoe, Cepco, Cepyme, Coag, Confemetal, Feique, Foment del Treball, etc.
A. Acebes, A. Agag, M. Alavedra, Magdalena Álvarez, JL Baltar, R. Barberá, L. Bárcenas, M. Blesa, M. Bustos, M. Chaves, F. Correa, R. Costa, C. Fabra, F. Granados, JA Griñán, Marjaliza, J. Matas, A. Mato, F. Millet, J. Montull, A. Pérez (el Bigotes), Ll. Prenafeta, Jordi Pujol (y familia), Rodrigo Rato, A. Rus, I. Urdangarín (y hermana del Rey), G. Zarrías, etc., una lista hasta un número incontable. Lo mismo con las empresas envueltas en estos juicios.
En un informe de la Unión Europea, leemos que opinan en este organismo de la corrupción empresarial:
“Sin embargo, no solo el sector público o los partidos políticos se encuentran en el punto de mira. El sector empresarial, inmerso también en los casos citados previamente, se considera como otro de los focos sobre los que habría que fijar una mayor atención. Casi cuatro de cada diez directivos de nuestro país aprueba la práctica de comportamientos poco éticos para salvaguardar su negocio, tal y como revela la decimotercera edición de la Encuesta Global sobre fraude 2014, elaborada por la consultora Ernst and Young (EY). Este documento evidencia que los obsequios, los pagos en metálico o hacer la vista gorda en los estados financieros son algunos de los usos a los que los altos cargos de las compañías no renunciarían, si de lo que se trata es de garantizar el futuro de la misma. En este caso, el fin justificaría plenamente los medios. La encuesta recoge la percepción de los directivos de grandes compañías de 59 países, entre ellas medio centenar de empresas españolas, sobre las prácticas de fraude y corrupción corporativas, pero también sobre los procedimientos con los que hacerles frente desde este ámbito”.
En https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Pol%C3%ADticos_de_Espa%C3%B1a_implicados_en_casos_judiciales
En https://es.wikipedia.org/wiki/Corrupci%C3%B3n_en_Espa%C3%B1a
José Iglesias Fernández
Barcelona, 30 mayo del 2016
5 Gregorio Morán. Nadando entre tiburones. En http://www.sinpermiso.info/textos/nadando-entre-tiburones-resena
6 Karl Marx, Crítica al Programa de Gotha. En https://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/gotha/gotha.htm