J. Manuel Arango C., Consejero de Paz, Reconciliación y Convivencia en Colombia
Reconciliación y Convivencia por los Medios de Comunicación, y en reñida votación, el día seis de abril en Soacha, se la ganó.
Siendo evidente el favoritismo por uno de los contrincantes, el J. Manuel, candidato por la Paz con justicia Social y una Vida Digna, no se desmotiva y por el contrario firme y erguido ante el expectante público, pasa al Atril y frente al auditorio donde algunas voces pedían fuera corta la intervención; pero con voz firme, casi se diría no la de campaña por un voto, sino la de dejar en claro su postura allí, rápidamente hace su travesía por el pasado en procura de la paz y lo que desde o por fuera del Consejo de Paz, seguirá luchando.
Por lo que va…..
Por una Ley Nacional de Medios, para que Periodistas y/o Comunicadores Sociales tengan garantizado una pensión, la salud y riesgos profesionales; la política pública de Comunicación Alternativa y Comunitaria, sea una realidad acorde al Art 20 de la CPN de Colombia y otras normas tanto Nacional como Internacional; adjudicación de proyectos rentables y auto sostenibles a las minorías étnicas, madres cabeza de familia; población LGBTI y víctimas de la violencia; para emprendimiento o fortalecimiento sin tantos “filtros”; aumento del bono, para los adultos mayores y para la juventud estudiantil desertora y desplazada, se cree un fondo para que donde esté ubicado, pueda continuar con sus estudios hasta la profesional universitaria, de manera
totalmente subsidiada por el estado, llámese Municipio, Departamento o Nación y la implementación de los Acuerdos de Paz entre Gobierno Nal y Farc-Ep.
J. Manuel, que desde los años 70’s cuando en la Intendencia Nal del Caquetá por liderar un paro cívico en El Doncello contra el Intendente por mejor bienestar del pueblo estudiantil y en general; casi le asesinan habiendo sido asesinado el ebanista de Pto Manrique y golpeados otros debiendo semi-clandestinisarse desertando de sus estudios secundarios y reaparecer en el 77 impulsando y organizando el gran Paro Cívico Nal del 77 siempre fue por la tierra por los campesinos que la trabajan; vivienda digna para las familias sin techo y todo lo que a la comunidad en general les garantice una vida digna, pero sobre todo se le garantice el derecho a la vida.
Paz, legados o conveniencias….
El tema de paz que hoy tanto se menciona, algunas personas con rubor, porque su deleite es la violencia pero en terceras personas, ya que esas que le hacen apología, nunca la han conocido, a lo sumo por la pantalla chica, mas no porque lo hayan vivido cuerpo a cuerpo con el adversario dándose candela en igualdad de condiciones o como ocurre en la querida Colombia, en posición de desventaja, asesinado mi querido “Juan Pueblo” por no hacerle la venia al amo explotador; esa paz, que por coyuntural y según el momento o condiciones, según conveniencia, ya es común oír a muchas personas hablando de ella sin el menor grado de compromiso por ella; es la que J. Manuel Arango C. no solo sangre, torturas, desplazamiento, cárcel y muchas lágrimas o desamor, es el alto costo pagado sin espera de contraprestación personal alguna, más que la Paz para toda la humanidad sobre todo para aquella más vulnerable y víctima del gran capital o del imperialismo norteamericano.
Ese legado por la paz, cuando recorrió el país a lo largo y ancho de su geografía, por valles, cordilleras, trochas, lanchas o avión, para llevar el mensaje la necesidad de una nueva Constitución Política de Colombia que efectivamente se da, habiendo tenido la oportunidad de escribir algo de sus renglones como el proyecto ley Reforma Social Agraria y de la misma CPN; o haber servido de Secretario al Encuentro Continental de Resistencia Campesina, Indígena y Popular; cuando la corona Española se aprestaba ya en el año 89 a “celebrar” el descubrimiento de nuestra América, lo que algo así como 28 países de América y otras latitudes convertimos fue de resistencia, lucha por reivindicaciones.
Con más luchadores revolucionarios, ocupa muchas haciendas ociosas en el país y se le entregan a campesinos sin tierras, lo mismo que en lo urbano llevando a los destechados a tener acceso a su vivienda donde los servicios se lucharon después; su disertación en muchos foros de Derechos Humanos o de conciliación sin claudicar, medio millar de artículos o piezas comunicacionales propios sobre la paz y la igualdad social se forja el liderazgo de J. Manuel Arango C., permitiéndole que hoy no llegue a este Consejo a improvisar, sino a desarrollar un legado que por más de cuarenta años ha venido forjando en el sabio y único crisol de la vida, la experiencia y convicción.
El quiebre o los votos….
Como si no estuviera en campaña por el voto para
llegar a ser el Consejero de paz, Convivencia y Reconciliación; J. Manuel le recordó a los Comandantes del Ejército y de la Policía Nacional allí presentes; que era consiente en que auditorio se encontraba, que sabía de sobra que no le querían; pero que la sangre, la tortura y lo mismo para el Alcalde en encargo, ni las pírricas pautas le harían callar, jamás.
Lo anterior, en virtud a quien por luchar por la libertad y la vida, le han privado de la libertad en varias ocasiones y hasta la vida misma, querérsela quitar; donde el ejército nacional en san Alberto departamento del cesar sin importar quienes estaban presentes –batallón la Popa-, dispara ráfagas de fusil contra campesino y rancherías de los que por las vías de hecho se han tomado las haciendas ociosas de grandes terratenientes en la región o la misma policía y ejército nacional, cuando hacen los horribles allanamientos de su residencia y en intensos operativos le trasladan a los calabozos, una vez de la policía Metropolitana de Bogotá D. C y otra a los calabozos del Búnker de la fiscalía General de la Nación, donde se dijo de una condena de cuarenta años contra J. Manuel, producto de un falso positivo judicial, que le costó el cargo al fiscal del caso y que el viceministro de la “defensa”-que el sí fue a cárcel por paramilitarismo-, por orden del presidente de ese entonces, ordena “capturar” secuestrar durante un Consejo Comunal dizque por “injuria, calumnia y terrorismo” en el lugar.
En adelante, bien en el Consejo o por fuera de él, además de la convicción y experiencia; se requiere hallar grandes consensos entre los distintos sectores de la sociedad, para que ojala sin elecciones sino de manera consensuada, hallemos el camino que nos garantice sin discriminación alguna, el derecho a la vida, igualdad Social, vida digna, defensa de los derechos humanos y la soberanía nacional y en lo internacional, el derecho a la Autodeterminación de los Pueblos.
J. Manuel Arango C.
Director
CLARIN de Colombia www.clarindecolombia.info
Consejero de Paz, Reconciliación y Convivencia por los Medios de Comunicación
clarinesdecolombia@gmail.com