Estado español. La sentencia de la manada: otra evidencia de la justicia patriarcal y de un régimen heredero del franquismo (cast-cat)
Por Lucha Internacionalista
Con un juicio marcado por la permanente revictimización y humillación a la mujer (que incluye la contratación de un detective para controlar a la denunciante) la sentencia ha sido vergonzosa: 9 años de condena por el delito de abuso sexual. Es decir, no hay reconocimiento por parte los jueces de violencia por parte de los agresores y, por ende, no hay violación.
La cuestión empeora aún más cuando se argumenta la supuesta «falta de violencia e intimidación» por parte de los violadores: en vez de basarse en las actitudes y acciones de los agresores (plenas de evidencias) todo el eje de la sentencia se basa en las reacciones de la mujer y su «falta de resistencia». Un argumento totalmente machista y patriarcal. La rabia ante la sentencia aún aumenta más con la justificación de uno de los jueces, Ricardo González, para pedir la absolución de los violadores, donde dice ver «expresiones incluso de placer a la mujer». Hay que añadir que el Guardia Civil y el militar miembros de «La Manada» todavía continúan cobrando el 75% de su sueldo.
La reacción popular ante la sentencia no se ha hecho esperar. Durante toda la tarde del mismo 26 a ciudades y pueblos de todo el Estado se realizaron concentraciones y manifestaciones espontáneas muy masivas que ratificaron la existencia de un movimiento feminista que hace poco tiempo protagonizó una histórica jornada de huelga general. Los gritos principales eran: «no es abuso, es violación», «basta de justicia patriarcal», y «hermana yo sí te creo, aquí está tu manada».
Ante esta situación, los diferentes partidos se han pronunciado. Destacables en particular las declaraciones de los dirigentes del Partido Popular y Ciudadanos que, con la excusa de «respetar las decisiones judiciales», no rechazan explícitamente la sentencia. No es de extrañar esta reacción por parte de partidos políticos que gobiernan al servicio del capitalismo patriarcal y que son responsables de la situación de la mayoría de las mujeres, entre otros, con los recortes en políticas de género y programas sociales a los Presupuestos Generales del Estado. Como hicieron con el «Pacto Nacional para la Violencia de Género» (en acuerdo con PSOE y Podemos), ahora pretenden hacernos creer que la solución pasa por la modificación del Código Penal. Cuestión que no resolverá el problema, pues, mientras la justicia y el conjunto de las instituciones del Estado continúen con su carácter capitalista patriarcal, continuará defendiendo los violentos, a los corruptos, a los especuladores, etc. Más aún, un reforzamiento de políticas punitivas muchas veces termina siendo utilizado en contra nuestra, como ocurre con la categoría de «delitos de odio»; hoy utilizada por Plataforma per Cataluña contra el Espacio Antirracista de Salt y Girona o la Fiscalía contra el profesorado de la escuela pública catalana. Porque a pesar de cualquier modificación legislativa, es determinante al servicio de quién está la institución.
Esta vergonzosa y escandalosa sentencia no es un caso aislado, ni un problema de determinados jueces, es la expresión de todo un aparato judicial, que defiende a los violentos y culpabiliza a las víctimas. Una justicia que da un mensaje de impunidad ante la violencia de género. Por eso la mayoría de las violaciones no son denunciadas, porque la mujer que llega a hacerlo sabe que después se verá sometida a todo tipo de acusaciones y cuestionamientos.
El problema de la justicia no es sólo su carácter patriarcal. El mismo día que se daba a conocer la sentencia en La Manada, se mantenía la acusación de terrorismo contra los jóvenes de Altsasu. La misma justicia que no condena por violación a la Manada es la que condena raperos y twitteros por cuestionar a la corona y deja libres a los agresores de la Blanquerna de la Falange y Alianza Nacional. Es la misma justicia que está al servicio de la represión y persecución a cualquiera que cuestione el orden, la impunidad del fascismo, o los ataques al conjunto de la clase trabajadora. Hablamos de un aparato judicial heredero del franquismo, con una Audiencia Nacional que antes era el Tribunal de Orden Público y plena de juzgados que nunca han sido depurados. Por eso afirmamos que la lucha feminista está totalmente ligada a la lucha contra el Régimen del 78. Un Régimen que refuerza cada vez más su carácter reaccionario.
Debemos impulsar la movilización y la organización en todo el Estado – empezando para que sea reconocida la violación a la sentencia contra «La Manada» – con nuestras reivindicaciones más urgentes y que ya visibilizamos el pasado 8M: para que se destine el dinero necesario para ayudar a las mujeres en situación de violencia, por protocolos efectivos y comisiones investigadoras independientes a los centros de estudio y trabajo, por planes de estudio con perspectivas de género, para campañas de prevención, por la elección los jueces y por la revocabilidad de los cargos, por la asistencia jurídica gratuita, contra la precariedad y por la recuperación de los servicios públicos, entre otros. Pero somos conscientes que no hay posibilidad de terminar de fondo con la violencia machista, de sentirnos libres en la calle o al volver a casa, ni de disfrutar libremente de nuestros cuerpos y nuestra sexualidad, sobre la base del nacional-catolicismo del Estado monárquico. Romper con ello es hoy una tarea fundamental. Y para hacerlo posible, debemos unificar la lucha feminista, a la lucha de los pensionistas en defensa de un sistema público de pensiones dignas, a la del movimiento estudiantil por una educación pública gratuita y feminista, a la del pueblo de Cataluña en su lucha por la República Catalana, y la del conjunto de la clase trabajadora. Es una necesidad profundizar la lucha para tumbar al Régimen del 78 por conseguir nuestros derechos y libertades con la perspectiva de acabar con el capitalismo patriarcal. Porque, como gritamos y afirmamos cada vez que salimos a la calle: patriarcado y capital, alianza criminal.
30 de Abril 2018
Lucha Internacionalista, sección de la UIT-CI en el Estado español
La sentència a la Manada: una altra evidència de la justícia patriarcal i d’un règim hereu del franquisme
El passat 26 d’abril es donava a conèixer la sentència judicial del cas de “La Manada”, un grup de cinc homes (dos d’ells membres de cossos de seguretat de l’Estat ) que van violar i agredir sexualment a una noia de 18 anys durant els San Fermines del 2016. Amb un judici marcat per la permanent revictimització i humiliació a la dona (que inclou la contractació d’un detectiu per controlar a la denunciant) la sentència ha estat vergonyosa: 9 anys de condemna pel delicte d’abús sexual. És a dir, no hi ha reconeixement per part dels jutges de violència per part dels agressors i, aleshores, no hi ha violació.
La qüestió empitjora encara més quan s’argumenta la suposada «manca de violència i intimidació» per part dels violadors: en comptes de basar-se en les actituds i accions dels agressors (plenes d’evidències) tot l’eix de la sentència es basa en les reaccions de la dona i la seva «manca de resistència». Un argument totalment masclista i patriarcal. La ràbia davant la sentència encara augmenta més amb la justificació d’un dels jutges, Ricardo Gonzalez, per demanar l’absolució dels violadors, on diu veure «expressions fins i tot de plaer a la dona». Cal afegir que el Guardia Civil i el militar membres de “La Manada” encara continuen cobrant el 75% del seu sou.
La reacció popular davant la sentència no s’ha fet esperar. Durant tota la tarda del mateix 26 a ciutats i pobles d’arreu de l’Estat es van realitzar concentracions i manifestacions espontànies molt massives i que van ratificar l’existència d’un moviment feminista que fa poc temps va protagonitzar una històrica jornada de vaga general. Els crits principals eren: “no és abús, és violació”, “prou justícia patriarcal”, i “germana jo sí et crec, aquí està la teva manada”.
Davant d’aquesta situació, els diferents partits s’han pronunciat. Destacables en particular les declaracions dels dirigents del Partit Popular i Ciutadans que, amb l’excusa de respectar les decisions judicials, no rebutgen explícitament la sentència. No és d’estranyar aquesta reacció per part de partits polítics que governen al servei del capitalisme patriarcal i que són responsables de la situació de la majoria de les dones, entre d’altres, amb les retallades a polítiques de gènere i programes socials als Pressupostos Generals de l’Estat. Com van fer amb el «Pacte Nacional per la Violència de Gènere» (en acord amb PSOE i PODEMOS), ara pretenen fer-nos creure que la solució passa per la modificació del Codi Penal. Qüestió que no resoldrà el problema, doncs, mentre la justícia i el conjunt de les institucions de l’Estat continuen amb el seu caràcter capitalista patriarcal, continuarà defensant als violents, als corruptes, als especuladors, etc. Més encara, un reforçament de polítiques punitives moltes vegades acaba sent utilitzat en contra nostra, com passa amb la categoria de «delictes d’odi», avui utilitzada per Plataforma per Catalunya contra l’Espai Antiracista de Salt i Girona o la Fiscalia contra el professorat de l’escola publica catalana. Perquè malgrat qualsevol modificació legislativa, és determinant al servei de qui està la institució.
Aquesta vergonyosa i escandalosa sentència no és un cas aïllat, ni un problema de determinats jutges, és l’expressió de tot un aparell judicial, que defensa als violents i culpabilitza a les víctimes. Una justícia que dóna un missatge d’impunitat davant la violència de gènere. Per això la majoria de les violacions no són denunciades, perquè la dona que arriba a fer-ho sap que després es veurà sotmesa a tota mena d’acusacions i qüestionaments.
El problema de la justícia no és només el seu caràcter patriarcal. El mateix dia que es donava a conèixer la sentència a La Manada, és mantenia l’acusació de terrorisme contra els joves d’Altsasu. La mateixa justícia que no condemna per violació a La Manada és la que condemna rapers i twitters per qüestionar a la corona i deixa lliures als agressors de la Blanquerna de la Falange i Aliança Nacional. És la mateixa justícia que està al servei de la repressió i persecució a qualsevol que qüestioni l’ordre, la impunitat del feixisme, o els atacs al conjunt de la classe treballadora. Parlem d’un aparell judicial hereu del franquisme, amb una Audiència Nacional que abans era el Tribunal d’Ordre Públic i plena de jutjats que mai no han estat depurats. Per això afirmem que la lluita feminista està totalment lligada a la lluita contra el Règim del 78. Un Règim que, davant del creixement de mobilitzacions que objectivament van en contra d’ell, reforça cada vegada més el seu caràcter reaccionari.
Hem d’impulsar la mobilització i l’organització arreu de l’Estat – començant perquè sigui reconeguda la violació a la sentència contra “La Manada” – amb les nostres reivindicacions més urgents i que ja vam visibilitzar el passat 8M: perquè es destinin els diners necessaris per ajudar a les dones en situació de violència, per protocols efectius i comissions investigadores independents als centres d’estudi i treball, per plans d’estudi amb perspectives de gènere, per campanyes de prevenció, per l’elecció dels jutges i per la revocabilitat dels càrrecs, per l’assistència jurídica gratuïta, contra la precarietat i per la recuperació dels serveis públics, entre d’altres. Però som conscients que no hi ha possibilitat d’acabar de fons amb la violència masclista, de sentir-nos lliures al carrer o al tornar a casa nostra, ni de gaudir lliurement dels nostres cossos i la nostra sexualitat, sobre la base del nacional-catolicisme de l’Estat monàrquic. Trencar amb això és avui una tasca fonamental. I per fer-ho possible, hem d’unificar la lluita feminista, a la lluita dels pensionistes en defensa d’un sistema públic de pensions dignes, a la del moviment estudiantil per una educació pública gratuïta i feminista, a la del poble de Catalunya en la seva lluita per la República Catalana, i a la del conjunt de la classe treballadora. És una necessitat aprofundir la lluita per tombar el Règim del 78 per tal d’aconseguir els nostres drets i llibertats amb la perspectiva d’acabar amb el capitalisme patriarcal. Perquè, com cridem i afirmem cada vegada que sortim al carrer: patriarcat i capital, aliança criminal.
30 d’abril de 2018
Lluita Internacionalista, secció a l’Estat espanyol de la UIT-QI