En Grecia puede renacer la democracia en Europa
Por Miguel Ángel González Claros
La Troika ha intensificado sus demandas sobre Syriza. Lo que denominan negociación son, en realidad, las demandas de la Troika para forzar al gobierno griego a continuar con los recortes sociales realizados por los antiguos gobernantes del Pasok y Nueva Democracia, continuando el programa de austeridad: los recortes en las pensiones, mayores privatizaciones y un aumento de impuestos que provocaría un suicidio económico.
Los 240000 millones de euros de rescate a Grecia, utilizados en su mayor parte para ayudar a los bancos franceses y alemanes, ha provocado que la economía nacional se redujese en más del 25%, con un desempleo generalizado y un gran aumento de la pobreza.
Bajo la presión impuesta a Grecia por los prestamistas del FMI-UE-Troika, el gobierno de Tsipras se ha negado a continuar con las condiciones serviles, el pueblo griego ha recuperado su derecho constitucional a decidir lo que es mejor para ellos. El primer ministro griego, con la aprobación del parlamento ha anunciado que Grecia celebrará un referéndum el 5 de julio para determinar el destino de Grecia.
El eurogrupo había ofrecido liberar fondos congelados si Grecia aceptase e implementase sus medidas de austeridad, pero el gobierno de Tsipras los rechazó mediante el reconocimiento de la importancia de preguntar al electorado. Esta es una victoria para el sentido común y la democracia. El pueblo griego decidirán si o no para aceptar nuevas medidas de austeridad (dirigidas a la destrucción de Grecia como nación) o rechazarlas. Y, sin duda, la troika, el BCE y el FMI estarían disgustados si el pueblo griego votase el domingo por una alternativa radical rechazando la deuda y la austeridad.
El gobierno griego tiene razones para no aceptar las demandas humillantes del Eurogrupo, que reducirían la nación al caos absoluto. Mientras tanto, en España tenemos un gobierno reaccionario, más centrado en colocar banderas que lograr el bienestar de sus ciudadanos, dando su aprobación al tratamiento del Eurogrupo hacia el país heleno, realizando declaraciones explicando que la UE es una panacea y no puede hacer el mal a la clase trabajadora.
Pase lo que pase en Grecia, afectará a España y no es de extrañar que el gobierno de Rajoy condenase la decisión de Grecia de rechazar las demandas del Eurogrupo. De hecho, el presidente ha apoyado la postura dictatorial del Eurogrupo frente a Grecia ante el miedo de que pueda enfrentarse a la ira de la gente, al comprobar la pleitesía del PP ante las instituciones comunitarias.
Si el pueblo griego rechazase las condiciones del rescate de la Troika, Grecia causaría un tsunami que provocaría un cataclismo para la estabilidad de todo el sistema financiero mundial. Eso es precisamente lo que el FMI teme, una inestabilidad económica que redujese sus ganancias. Pero los programas de austeridad fallidos del Eurogrupo no funcionaron en Grecia, Chipre, España, Irlanda o Portugal. Los ciudadanos de la UE se empiezan a dar cuenta de quién es su enemigo.
Syriza puede iniciar el fracaso como modelo económico del neoliberalismo en Europa y debido a eso, se ha convertido en presa favorita para la Troika, dispuesta a doblegar la voluntad del pueblo griego a cualquier precio.
Syriza, por ahora, no ha avanzado hacia una movilización independiente de la clase obrera para crear un programa socialista y revolucionario. Pero el gobierno griego ya cuenta con un mandato claro para rechazar las demandas de austeridad, siendo elegido sobre la ira popular en contra de los bancos europeos, pero ha insistido en su compromiso con el rescate y su deseo de llegar a un acuerdo con las instituciones europeas.
Por su parte, las instituciones europeas no descartan la posibilidad de un cambio de gobierno. Para hacer frente a las masas de la clase obrera, los generales pueden estar conspirando a puerta cerrada, teniendo la posibilidad de utilizar a los militares a intervenir directamente, para hacer frente a las protestas contra la Troika con violencia y represión, siguiendo los dictados de Bruselas. Si el pueblo griego repudiase la crisis de la deuda artificial, restauraría la economía de su país sobre una base sólida.
El eurogrupo tiene una agenda oculta para derrocar el gobierno Tsipras, tratando a Grecia no como un socio igualitario de la UE, sino como una piedra en su zapato y quiere aplastarlo. El peligro de un golpe militar es una amenaza real, debido a la dictadura fascista del país durante el «régimen de los coroneles» respaldado por Estados Unidos de 1967 a 1974, tal vez esto es lo que el gobierno de Syriza tema. Los estrategas financieros de la eurozona pensaron que Tsipras y Varoufakis simplemente se rendirian, abandonando así su agenda socialista. Los dirigentes europeos calcularon mal y ahora tienen la esperanza de crear la mayor anarquía que sea posible para castigar al pueblo griego.
Una guerra económica ha sido declarada en Grecia por la troika, mientras el pueblo debe de avanzar en su propio programa, basado en una lucha revolucionaria contra el sistema capitalista. La clase obrera no puede defenderse sin tomar ninguna acción inmediata para frustrar la conspiración de la clase dominante griega e internacional y debe de tomar el poder. Los bancos y las industrias estratégicas deben ser asumidos por el estado y las cuentas de los oligarcas que controlan Grecia deberían de ser incautadas, para aumentar el gasto social y crear un gobierno al servicio de los trabajadores en una lucha revolucionaria por el socialismo. El pueblo debe elaborar un balance político de las amargas experiencias de los últimos años y avanzar en su propia lucha independiente en esta lucha a vida o muerte, para liberar a Grecia de la oligarquía post-militar que evade impuestos y monopoliza la economía.
El parlamento de Grecia la semana pasada dio a conocer su informe sobre la Deuda, que explica como la deuda de Grecia con el FMI y el BCE son odiosas y se tomaron sin un referéndum popular para la aprobación de estos préstamos, donde los tecnócratas financieros se pusieron en marcha para servir a la oligarquía nacional y a los tenedores de bonos extranjeros. Grecia está bajo ataque financiero tan mortal como un golpe militar y las finanzas son la guerra. Y por primera vez, los países deudores se están dando cuenta de que están en un estado de máxima alerta.
Los próximos días serán críticos para la supervivencia nacional de Grecia. Se determinará si Grecia puede ser una nación libre de los grilletes de la UE o si quedará sometida a merced del Eurogrupo. Atenas es el lugar del nacimiento de la democracia. Dos milenios mas tarde, podría ser el lugar de su renacimiento.