El País ‘destiñe’ al Che Guevara
Por J. Estrada Cruz
Este domingo, 14 de enero, se escribe una página entera en el diario El País difamando y echando estiércol contra el Che. Publica el artículo, a toda página, Che Guevara, el mito desteñido, de una tal Yoani Sánchez, periodista cubana que dirige un diario digital.
Comienza el artículo denunciando el adoctrinamiento guevarista que ella sufrió y el que ahora sufren los niños de Cuba. Menos mal que, según la autora, “hoy la figura del guerrillero está muy cuestionada en muchas partes del mundo, menos en Cuba”. Nos informa de que el Che aleccionaba a las personas en el odio convirtiéndolas en selectivas y frías máquinas de matar. Esta señora se esfuerza en preguntas con afán de hacer partícipes a los lectores: “¿En qué pueden parecerse al Che esos pacifistas, ecologistas o antisistemas que hoy lo veneran? ¿Cómo encajan quienes dicen querer mayores espacios de libertad para el ciudadano con un hombre que sometió a toda una sociedad a los designios de unos pocos? ¿En qué punto se conecta ese idealismo con un señor que quiso cambiar América Latina desde la mirilla de un fusil? Nos ilustra del fracaso del guerrillero y del modelo que quiso imponer; nos cuenta que el Che estaba considerado como un cruel carnicero y se lamenta de esa otra falsa historia que han creado de él.
A esta sujeta se le olvidó relatarnos (me permito la ironía), que Fulgencio Batista ordenaba a los milicos ir a Sierra Maestra desarmados, para invitar al Che y a Fidel a que bajaran a La Habana a tomar un refresco en Palacio para ofrecerles acabar con los casinos, los banquetes, las orgías permanentes; erradicar la represión y la miseria; y construir juntos un país justo y democrático. ”El Che educaba en el odio”. ¡Qué cara tan dura!
Es de lógica que el Che formara a la gente del pueblo para que pudieran enfrentarse a toda aquella monstruosidad de torturadores y asesinos. Por eso, la señora Yoani, no sabe que en Santa Clara, cuatro puñados de Guerrilleros, con sus modestos fusiles, vencieron a base de tiros, a fuerzas armadas que controlaban la ciudad y al tren blindado de apoyo, lleno de milicos, que les mando Batista. Efectivamente, los guerrilleros estaban formados para vencer o morir, conscientes de que se estaban enfrentando a mafias bananeras y a un Gobierno sangriento y fascista que no paraba de subyugar a la población. Entonces si era verdad que toda Cuba estaba sometida al designio de unos pocos dictadores que gobernaban contra el pueblo. Y sucedió que; “llegó el Comandante y mandó parar”… y a pesar de los errores que pudieran cometer, gobernaron a favor de las capas populares y lo han seguido haciendo hasta estos momentos.
El Che se parecía a los pacifistas, a los ecologistas y a cuantos “lo veneran”, en que no sólo teorizó la paz para Cuba, sino que la logró; se parecía porque era comunista y por tanto máximo defensor del ecologismo; (hoy gracias a su revolución Cuba es un ejemplo de salud medio ambiental). Y mal que le pese a esta gusanita; miles de “anti sistemas” coinciden con el Che porque envidian la osadía, la audacia y la condición humanitaria que tuvo para combatir al capitalismo.
Ciertamente, el Che Guevara quiso cambiar a América Latina desde la mirilla de un fusil porque no tenía otra cosa mejor para enfrentarse a dictaduras armadas hasta los dientes. Dictaduras que sometían a sus pueblos a ingentes necesidades y a execrable prácticas de represión. ¡Lástima que no lo lograra! De haberlo conseguido, Latinoamérica se habría ahorrado desmesuradas calamidades y montones de asesinados. No se hubieran producido los golpes de estado en Chile, en Argentina, en Uruguay, y en casi todos los países colindantes, y sus terroríficas carnicerías. De haberse hecho realidad aquel sueño del Che Guevara, los yanquis hubieran tenido más faena y dificultad para imponer el embargo en toda américa del Sur, y no hubieran podido evitar una “inmensa cuba». Habría ocurrido que, una considerable porción del mundo estaría liberada de la peste del planeta, (del capitalismo). Y de resentidas periodistas.
Periodistas renegad@s de la razón y la verdad; pesebrer@s sin dignidad: seguir aprovechando las infinitas oportunidades, que os ofrece el fascismo mediático. Viertan toda su bilis intentando manchar la grandeza de uno de los mejores seres que ha parido la humanidad. A vuestra disposición todas las fábricas de construir mentiras; tergiversen y difamen cuanto deseen. No cabe duda que “algo siempre queda”. Desgraciadamente, aún hay gente que lee estos vomitivos medios. Yo también suelo leerlos. Eso sí, gratis tomándome un café, para ver cómo combatirlos.