Democracia y dictadura
La dictadura sustentada por los mediocres no tiene solución política alguna, el cambio por lo tanto no puede ser sólo político sino que debe ser también previamente psicológico. La autoridad está avalada por la mediocridad, es decir, en último término por la jerarquía que se impone en la sociedad como norma y voluntad de poder que dicta un pensamiento y una conducta individual y colectiva previamente establecida por consenso para la organización social que rigen las leyes corruptas del funcionamiento del sistema.
El primer indicio para saber que vivimos en una dictadura es entender que dependemos de otro (llámese Estado o patrón) para poder subsistir, la imposibilidad de desarrollar un trabajo no asalariado y por lo tanto independiente nos priva en primer lugar de la libertad de elección o de conciencia y en segundo lugar la de desempeñar el trabajo del que vamos a vivir y por lo tanto de poder crear nuestros proyectos autónomos tanto a nivel individual como colectivo.