Comenzó una vigilia republicana antifascista ante el palacio arzobispal de Sevilla
¡Fuera el Genocida Queipo de la Macarena! Vigilia Antifascista. 17 de julio. Palacio Arzobispal. Sevilla
El próximo 18 de julio de 2017 se cumplen 81 años del Golpe de Estado fascista en España que tras fracasar dio lugar a una cruenta Guerra Civil que fue el comienzo de cuarenta años del Régimen represor y fascista del Dictador Franco.
En la ciudad de Sevilla la sublevación del Golpe de Estado la llevó a cabo Queipo de Llano que ejerció una feroz represión que acabó con la vida de miles de personas, Blas Infante y Federico García Lorca entre ellos.
La violencia y el terror fascista bajo su mando se extendió por Huelva, Cádiz, Córdoba, Málaga, sin olvidar La Columna de la Muerte: el avance del ejército franquista de Sevilla a Badajoz, ni la Carretera de la Muerte (Málaga
– Almería).
Los restos de este criminal de guerra reposan a apenas unos metros de las murallas de la Macarena donde mando
fusilar a miles de sevillanos, este hecho produce escarnio y es una ignominia a la humanidad.
Andalucía Republicana considera que esta situación es insostenible y pide y exige al arzobispado de Sevilla que ponga fin a ella con la exhumación de los restos de Queipo de Llano y su auditor de guerra Francisco Bohórquez y la
entrega de éstos a sus familiares.
En Andalucía Republicana creemos y proponemos la separación entre Estado e Iglesia por lo que nos parece una provocación que muchos de los descendientes de esos sevillanos y sevillanas fusilados y represaliados por orden de Queipo, que sean católicos practicantes, tengan que ver cada vez que asisten a los oficios religiosos la tumba del asesino de sus familiares.
Así mismo, Andalucía Republicana declara que este acto se corresponde de manera directa con la recientemente aprobada de Ley de la Memoria Histórica y Democrática de Andalucía que en su articulado mandata “retirar o eliminar los símbolos contrarios a la Memoria Histórica y Democrática que estén colocados en edificios de carácter privado con proyección a un espacio o uso público” y cuando declara que esta ley tiene “la finalidad de garantizar el derecho de la ciudadanía andaluza a conocer la verdad de los hechos acaecidos”. El conocimiento de la verdad es garantía de una mayor democracia.
La cúpula de la Iglesia ha tenido siempre una estrecha relación con el Régimen del dictador Francisco Franco por la que nunca ha dado explicaciones ni ha demostrado ningún arrepentimiento en su colaboración con el Régimen
franquista pero esta infamia que se produce en la Macarena va mucho más allá de lo tolerable.
Es hora de que la jerarquía de Iglesia Católica pida perdón por amparar las atrocidades cometidas por los golpistas que nos llevaron a una guerra cruenta en el que tantos españoles murieron, muchos de ellos, más de cien mil, aún están en las cunetas y sus familiares no han podido recuperar sus restos para darles sepultura de forma digna.
El acto se celebrará en la plaza de la Virgen de los Reyes, delante del Palacio Arzobispal, dará comienzo a las 21 horas del día 17 de julio y terminará a las 11 horas del 18 de julio. A esa hora se hará entrega al Arzobispo de Sevilla de dos
cartas, una dirigida a él mismo y otra dirigida al Papa Francisco.
En esas cartas se pedirán, por un lado que el Arzobispo de Sevilla intervenga como máxima autoridad eclesiástica ante la Hermandad de la Macarena para sacar de la Basílica los restos de Gonzalo Queipo de Llano y su auditor, máximo representante de los golpistas y responsable del genocidio que se produjo en la ciudad de Sevilla y una buena parte de Andalucía a partir del 18 de julio de 1936.
En la otra carta Andalucía Republicana pedirá que el Papa Francisco, interceda ante la Conferencia Episcopal española para que ésta pida perdón de modo público por el apoyo que la jerarquía de la Iglesia Católica dio al golpe de estado considerándolo como “Santa Cruzada”, así como por la connivencia que dio a la dictadura franquista que tanto dolor y muerte produjo al sublevarse contra el régimen democrático de la II República Española.