Colombia y el acoso hacia Venezuela para derrumbar a Maduro
Aventis.
Venezuela y los venezolanos se merecen una salida democrática y no violenta. Y como decía el gran Amartya Sen, Premio Nobel de Economía en 1998, la democracia tiene complejas exigencias que ciertamente incluyen el valor intrínseco de la vida humana, el derecho a elegir y ser elegido, la votación y el respeto por los resultados, pero también requiere la protección de las libertades, el respeto por los derechos legalmente conferidos, la garantía de la discusión libre, la distribución de noticias y comentarios sin censura alguna. Juzgue usted si en Venezuela estos principios se cumplen o por el contrario, se vulneran en cada momento.
Hay que orar para restablecer la democracia socialista en mi país, sacarla de esta crisis profunda y transformar el conflicto humanitario en un hacer de paz y libertad. Necesitamos coincidir, porque ya la izquierda no requiere un espíritu totalitario, sino de equidad, hay que responderle a un gobierno totalitarista de corte dictatorial.
Y que aquellos países amigos, que aún gozan de la simpatía de Maduro y su régimen, entren de lleno a mediar para terminar con la violencia y represión de este pueblo.
Sabemos que Maduro es buena persona, pero ha sido influenciado por los santeros y los gobiernos árabes dictatoriales, pero, allá es otro segmento cultural y religioso.
Un informe de la Organización de Naciones Unidas da cuenta que al 31 de julio 5.051 personas fueron detenidas arbitrariamente, 124 han resultado muertas y 2.000 heridos por “tratos crueles, inhumanos o degradantes, y en ocasiones han recurrido a la tortura”.
Concluye el informe con su preocupación por los innumerables casos de allanamiento violento e ilegal de viviendas, sin orden judicial, generalmente de noche o madrugada.
En Venezuela se han agotado todos los recursos institucionales previstos en el ordenamiento jurídico para que puedan hacer valer los derechos, canalizar las demandas y encontrar respuestas efectivas, el quiebre de esas vías institucionales es lo que explica por qué millones de venezolanos han tomado la calle, pensada como único canal de expresión política.
Las pugnas internas no son buenas. Debemos avanzar con el dialogo hacia un ambiente de paz y, los plazos se vencen. Debemos, respetar la existencia de Dios, con ojos llorosos se debe implorar para el alejamiento de estos demonios que quebrantan nuestra tranquilidad.
Debemos avanzar. Eligiendo hombres probados en el quehacer espiritual y político del país y crear mecanismos legales para determinar un camino verdadero del discurso político e ideológico, el parlamento y legislaturas, tienen que estar bien representados y alejados de asuntos perniciosos de su injerencia legislativa.
Los detractores, tiene que ser apartados, debemos encauzar la república a principios de paz y romper con las premoniciones causales de las ofensas partidistas.
El país que sufre de desabastecimiento. La solución pasa sin lugar a dudas por construir una salida política por vías pacificas y de participación popular, con un verdadero viento revolucionario, como combatiente, debemos salvar la democracia.
interés estratégico de carácter económico que impulse a Washington a asumir un rol activo para intentar definir la crisis. Al mismo tiempo, América del Sur es la región del mundo que tiene menor interés estratégico para la Administración Trump, en un mundo en fuerte tensión. Además, Venezuela tiene una población de 32 millones de habitantes. En décadas pasadas, EE.UU. intervino para provocar cambios de régimen en países del Caribe como Crenada y de América Central como Panamá, en Santo Domingo para evitar que la izquierda tome el poder y en Haití para impedir la anarquía. Pero intervenir en Venezuela implica un compromiso de recursos (económicos y militares) muy superior. Esto lo perciben los tres funcionarios de Trump con experiencia en la región:
Pero, Venezuela y el movimiento revolucionario es acosado por delincuentes, a la vez por mafias comerciales y bancarias que tienen su asentamiento de trabajo pernicioso en Cúcuta, Colombia.
En Colombia el gobierno de Santos está desgastado y siguiendo atentamente la compleja situación de seguridad de su país. Es decir que los países más importantes fronterizos de Venezuela, no están hoy en condiciones de hacerse cargo de resolver la crisis.
Cuba no parece tener tanta influencia como en el pasado reciente y los organismos regionales no están en condiciones de influir positivamente. La influencia del régimen cubano fue decisiva para que Maduro llegara al poder al final de la enfermedad de Chávez. En el segundo gobierno de Obama, los hermanos Castro además de iniciar la recomposición de relaciones con EE.UU., jugaron un rol relevante en gestar el acuerdo de paz entre Colombia y las FARC. Pero con Trump en el poder y sin que el petróleo venezolano fluya hacia la isla como en el pasado reciente -la crisis de producción se lo impide a Maduro- la influencia cubana sobre Venezuela ha disminuido.
Pero ello no impide que los países del ALBA -cabe recordar que candidatos de esta tendencia ganaron las presidenciales en Ecuador y Nicaragua en los últimos meses- hayan perdido capacidad de bloquear decisiones contrarias a Maduro en los organismos y grupos regionales. Evo Morales sigue teniendo una fuerte solidaridad con Maduro. Cuando en la OEA se llegaron a reunir 16 países para convocar una reunión de Cancilleres para tratar la crisis venezolana, Maduro optó por abandonar el organismo. El grupo de los países del ALBA impiden que estructuras como la CELAC o UNASUR puedan tener un rol en esta crisis, al impedir su unanimidad.
Queda por analizar si el Papa Francisco está en condiciones de jugar el rol que ni los gobiernos ni los organismos o grupos regionales están en condiciones de asumir. Hasta ahora, guarda silencio.
En conclusión: la baja del precio del petróleo y la escasa prioridad estratégica que tiene América del Sur para la Administración Trump explican que no quiera involucrase en la crisis venezolana; al mismo tiempo, la crisis interna de Brasil, como la compleja situación que vive Colombia, hacen que los países que más podrían verse afectados por ella, no asuman roles activos para intentar resolverla.
Además, Nicolás Maduro Moros fue electo por la mayoría de los venezolanos.
Hay que conformar un gabinete sólido, idóneo y bastante prometedor para crear un impulso potente a nuestra incomoda economía apachada por comerciantes inescrupulosos que juegan a los intereses ideológicos de ciertos sectores que no entienden nada sobre la lucha de clases y el poder popular.
Hay que evitar la proliferación de la anarquía, su iniciativas y liderazgos.
. Ha llegado una etapa de nuestro desarrollo como país en el cual es necesario descartar de una vez por todos los anquilosados discursos de lucha de clases y odiosidades políticas que solo conducen a un retroceso social y económico que constituye el caldo de cultivo para la proliferación de los extremismos y las anarquías. Repito.
La comprensión de los problemas sociales y la búsqueda de una estrecha colaboración entre empresarios y trabajadores marcará el rumbo de la nueva administración.
La tarea no será fácil, ya que el país que se percibe encierra una cuantiosa deuda fiscal y su imagen internacional no es de las mejores, sin embargo, la superación de las dificultades constituye la base de la grandeza y no cabe duda que dejar atrás la pobreza y mejorar el nivel de vida de nuestra gente ya no será un simple discurso de campaña o continuará apareciendo como una eterna promesa de quienes buscan un criterio de sostenibilidad.
La granja demócrata cristiana esta alborotada junto al ala militar en el poder, El único izquierdista en el gabinete de Nicolás Maduro Moros es Elías Jaua Milano, que ha sido un luchador contumaz desde joven. Mas allá, se espera un enfrentamiento entre las fuerzas de Chardetton y Padrino López en un nivel intrafamiliar que requerirá una verdadera terapia psicológica, no quieren regresar del pasado.
Los problemas no sólo están en la Democracia Cristiana, porque la histórica diferencia entre socialistas y comunistas, especialmente en la zona minera, ha reaparecido por estos días, debido a que las bases del PSUV en Bolívar-Guayana- rechazan lo que llaman “imposición” de candidaturas del aún ex gobernador Rangel Gómez.
Así que, todos desean una partecita del oro comunitario para disfrutar en República Dominicana, el nuevo paraíso preparado por la ONG de Los Clinton para sus amigos latinos.