CGT rechaza la implicación de medios materiales y humanos en medidas antiterroristas
El pasado sábado 26 de agosto, autobuses que circulaban trabajando normalmente fueron retirados de su recorrido habitual y sus conductores recibimos instrucciones para cortar calles y avenidas con el fin de proteger y resguardar la manifestación que se realizó en Barcelona contra el terrorismo. Algunos autobuses también fueron trasladados directamente de sus depósitos.
Estas medidas nos fueron impuestas en nuestro horario habitual de trabajo, por lo que tuvimos que permanecer con nuestros vehículos, cumpliendo el papel de » bolardos móviles».
Al margen de la más que discutible medida de poner como barrera de protección autobuses que usan gas como combustible de propulsión, por lo que llevan incorporados depósitos que almacenan este elemento a altísimas presiones, los trabajadores/as rechazamos vernos involucrados en situaciones, que como esta, son ajenas por completo a nuestro trabajo.
Este episodio es uno más en la larga cadena de despropósitos que sufrimos desde que Mercedes Vidal y Enric Cañas, Presidenta y Consejero Delegado, se han hecho cargo de la dirección de TMB. Nefasta gestión de las negociaciones de convenio de metro y buses, ocultación de salarios de escándalo, plan de trasvase de usuarios de empresa pública a tranvía privado y un sinfín de medidas que están abocando a la decadencia y el descontrol a la mayor empresa de transporte público de Catalunya.
Desde CGT rechazamos contundentemente esta medida, ya que en ningún caso los trabajadores y medios materiales de la empresa estamos para suplir medidas que son puramente policiales.
Esperamos que acontecimientos como los que sufrió nuestra ciudad no se repitan, pero advertimos que nos opondremos a cualquier nuevo intento de poner en peligro al personal y medios de nuestra empresa.