Bandas salvajes del Partido Popular huyen a la Sierra de Guadarrama
La huída de más de tres mil “casos aislados” de corrupción del Partido Popular hacia los bosques de la Comunidad de Madrid ha movilizado a varias divisiones de montaña de la Guardia Civil y ha causado una gran alarma social entre las poblaciones rurales. La mayoría de los colegios públicos han suspendido las clases y han tapiado puertas y ventanas para evitar que los bandidos saqueen los pupitres de los alumnos, y la mayoría de los Ayuntamientos han camuflado sus fachadas con ramas de pino, matorral y hojarasca.
“El caso aislado me preguntó por la calle Mayor, y antes de que le pudiera responder ya me había desaparecido la pensión de ese mes, la del siguiente, la moto de mi hijo, el reloj de muñeca, la azada y el tabaco”, asegura uno de los primeros afectados por la llegada de las bandas. “Le agarré del cuello para rompérselo en tres partes iguales pero me dijo cosas bonitas de la igualdad de los ciudadanos y de la libertad, y entonces le acabé de decir donde estaba la calle Mayor. Ahí fue cuando se me escapó, el cabrón”, añade la víctima.
Al parecer, los forajidos pueden prevaricar y apropiarse de fondos públicos sin apenas detenerse a descansar o a beber agua en los pueblos que encuentran a su paso. “Son rápidos, son agradables y no tienen vergüenza alguna”, precisan desde el puesto de mando avanzado de la Guardia Civil.
Los agentes aconsejan a los vecinos de esas poblaciones que desconfíen de aquellos desconocidos que lleven traje de chaqueta, que mencionen las palabras España y democracia más de lo debido y que caminen con inusitada seguridad y elegancia.
Bandas salvajes del Partido Popular huyen a la Sierra de Guadarrama