Asalto fascista al Ca l’Estudiantat, un espacio liberado en la Universidad de Valencia
El ataque se produjo después de la victoria del Valencia CF en un partido de fútbol (los alrededores del estadio de Mestalla son un lugar donde habitualmente se reúnen algunos grupos de ultras y neonazis) y en un contexto de aumento de la actividad de la ultraderecha.
Anoche, poco antes de las 22.30 horas, el ámbito universitario valenciano volvió a sufrir la violencia fascista. Un grupo de neonazis asaltaron Ca l’Estudiantat, un espacio autogestionado que se ubica en el antiguo bar de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Valencia y de clara línea anticapitalista, antirracista y antifascista. Ca l’Estudiantat, situado cerca del campo de Mestalla y dentro del recinto de la biblioteca de Humanidades Joan Regla, estaba ayer cerrado, ya que ésta ha sido uno de los colegios electorales.
Ca l’Estudiantat ya vivió, la tarde del sábado, un intento de descolgar una de las pancartas reivindicativas que se encuentran en este espacio, que resultó infructuoso por la acción de una persona que se encontraba estudiando dentro de Ca l’Estudiantat. Sin embargo, según el testimonio de una usuaria que salió del espacio a las 22:00 horas y volver 25 minutos más tarde, durante el tiempo que permaneció vacío, unas desconocidas arremetieron contra «Cale» , el nombre popular de Ca l’Estudiantat, y rompieron una de las puertas de cristal. Dentro, crearon desperfectos en el mobiliario. También pintaron el espacio con símbolos neonazis como la cruz celta y con frases amenazantes como «a correr» o «los fascistas Seguimos aquí».
El relato de los hechos realizado por el estudiante que se encontró con los desperfectos es el siguiente: «Anoche salí de «Cale» a las 22:00 horas y a las 22:25 horas volví con la bici. Cuando llegué vi que la puerta estaba abierta y reventada, por eso me puse a avisar a la gente. Me encontré con el de seguridad, y fui a informarle todo lo que había pasado». Después, «fuimos juntos al Ca l’Estudiantat», sostiene el estudiante. «Ya estaba vacío, pero vimos que, aparte de la puerta rota, había pintadas por dentro y por fuera, muebles en el suelo y papeleras que habían vaciado por la sala principal». Poco tiempo después llegó más gente para ayudar a recoger y evaluar que se iba a hacer después de lo que había pasado. «El de seguridad dio parte a la policía, ya que ante cosas así la universidad tiene la obligación de hacerlo», explica. «Estuvimos recogiendo y limpiando un poco y nos fuimos, quedándose el de seguridad para atender a la policía que iba a venir». Posteriormente, llegó la policía científica y de atestados para investigar. «Esto es básicamente lo que pasó», afirma el testigo.
El ataque se produjo después de la victoria del Valencia CF en Almería en un lugar cercano al estadio de Mestalla, punto de encuentro de sectores neonazis.
Este espacio, abierto en 2013, gestionado por la Asamblea Interuniversitaria y que cuenta con una biblioteca popular, ha acogido numerosas asambleas, talleres, charlas, debates, comidas populares, cine-foros o presentaciones de libros. Ha sido defendido por parte del profesorado y del personal de administración y servicios de la Universidad, así como por numerosos movimientos sociales, colectivos y otros espacios de la ciudad de Valencia. Hace menos de dos semanas, la dirección de la Facultad de Filosofía se puso en contacto con las activistas que gestionan el espacio y requirió el cese de la actividad en Ca l’Estudiantat porque debía servir para «otra finalidad «. A este factor se debe añadir este ataque fascista, que no ha sido el único evento de este tipo en las últimas semanas en la Universidad de Valencia, que vivió como otro grupo de nazis amenazó a unas estudiantes que habían colgado una estelada gigante en la Facultad de Filología.
El lunes 25 a las 20 horas se celebrará una asamblea abierta extraordinaria en el espacio para tratar el ataque fascista del sábado.
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