Argentina. Enfoques cooperativos; Hoy: TECNICOOP como promotor de prácticas organizacionales positivas
“Nada sobre esta tierra puede detener al hombre que posee la correcta actitud mental para lograr su meta. Nada sobre esta tierra puede ayudar al hombre con la incorrecta actitud mental”. Thomas Jefferson
Existen variadas y ricas bibliografías sobre la temática que engloban las prácticas organizacionales entendidas como positivas en el sector de la economía de la oferta y demanda que hacen hincapié en los ambientes que generan buenas motivaciones a los trabajadores a fin de lograr mayor productividad de éstos.
Ahora, en el sector cooperativo ¿Cómo se logra alcanzar una buena práctica organizacional?
La experiencia de TECNICOOP en el campo de la práctica organizacional positiva se ha sustentado en la asimilación y la práctica permanente por parte de sus asociados de los valores y principios cooperativos a través del método de la “crítica para adelante”.
La “crítica para adelante” ha constituido la herramienta conceptual y metodológica más efectiva y propositiva aplicada a fin de remover todas las conductas disfuncionales traídas al seno de la cooperativa, son los peligros disociadores que implican para la práctica de la cooperación los vicios del capitalismo como lo son el individualismo, la mezquindad, el generar intereses propios, la deslealtad e indisciplina organizacional.
Son dos décadas y media las que ya ha transitado TECNICOOP en su vida institucional educativa, gremial y política cooperativa promoviendo y difundiendo la buena y positiva práctica organizacional que se refleja en su público accionar.
El impacto positivo de tales prácticas es observable y medible sobre todo en el mejoramiento humano y profesional de sus asociados, toda vez que el reconocimiento social es permanente. Los medios de comunicación dan su apoyo generoso, acompañando el accionar cooperativo de TECNICOOP, que a su vez repercute en las aperturas de oportunidades que ello significa para cada quien.
De tal manera nuestra cooperativa se destaca como promotor de prácticas organizacionales positivas para las demás cooperativas, alentándolas a asumir estas conductas y prácticas positivas para avanzar en la construcción de un movimiento cooperativo transformador y protagonista, impulsor de una sociedad cada vez más justa.
Concluimos que las prácticas organizacionales positivas involucran actitudes, comportamientos y tomas de decisiones colectivas que son imprescindibles en la vida institucional cooperativa para lograr los objetivos trazados en bien de todos donde los desvíos o alejamientos de estos lineamientos implican decadencia moral.
En la actual batalla cultural desatada entre los partidarios de un mundo mejor y los depredadores del esfuerzo ajeno, las prácticas organizacionales positivas pueden implicar un aporte a la humanización de la vida.
¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!
Por José Yorg, el cooperario.