Anguita habla sobre lo divino y humano: El gobierno de Sánchez, la situación política, la disolución del «frente cívico», el casoplón …
El ex coordinador de IU, Julio Anguita; fue entrevistado hace unos días por el «Diario de Córdoba». En el curso de la entrevista, Anguita abordó temas tales como la disolución del Frente Cívico del que era «referente», la moción de censura, el gobierno de Sánchez, el «casoplón de Pablo Iglesias, así como las circunstancias con las que hoy, según él, «hay que bailar».
Julio Anguita, el que fuera coordinador general de IU hace más de dos décadas, y Secretario General del eurocomunista PCE, concedió una extensa entrevista al «Diario de Córdoba». En ella expuso sus puntos de vista sobre la situación política del país, sus opiniones acerca del proceso formalmente unitario de IU y Podemos, así como sobre otros temas relacionados con el reciente escándalo en torno a la compra de una mansión, valorada en más de 600.000 €, por parte de Pablo Iglesias, dirigente de Podemos. Se refirió, asimismo, a la disolución del Frente Cívico, del que él mismo se había constituido en «referente».
Anguita, como otros esperanzados políticos institucionales pertenecientes al ámbito del «progresismo» celtibérico, opinó que en:
«el país se ha producido una especie de suspiro de alivio generalizado ante la exhibición de la corrupción hecha sistema de gobierno, ante el cinismo sin parangón de los dirigentes del PP negando la mayor y declarando de manera fullera ante la sentencia de la Gürtel, y ante el ejercicio del poder tan prepotente».
Reconoce, no obstante, que tal «suspiro de alivio» tiene sus días contados.
«Va a ser muy breve porque ahora lo que viene es muy difícil. La oposición de PP y C’s, que son de la misma carne y sangre, es numerosa; los que han ganado la moción de censura son muchos, con intereses opuestos y temas enconados como el de Cataluña».
Anguita afirmó, igualmente, que el gobierno socialdemócrata resultante de la moción de censura:
«será un gobierno presionado por los poderes económicos y por su propia debilidad»,
deduciéndose de tal aseveración la aventurada presunción de que Pedro Sánchez y los integrantes de su Ejecutivo – muchos de los cuales lo fueron también de los de González y Zapatero – pudieran tener el propósito de cambiar algo tan esencial que fuera capaz de provocar la movilización alarmada de los poderes económicos.
En esta misma línea, Anguita acepta resignadamente, sin embargo, que «con esto es con lo que hay que bailar» .
¿Y qué se puede o debe hacer, pues, frente a una situación compleja como la descrita? En un alarde de «efluvios pacificadores» y del «sentido común» dominante, el político cordobés indica proféticamente el camino a seguir:
«Crear unas condiciones de alto el fuego para preparar unas elecciones lo más dignas posibles» .
Cuando su entrevistadora le inquiere sobre cómo podrá gobernar «la izquierda» con unos presupuestos elaborados por la derecha, D. Julio Anguita se apresta a ayudar con sus consejos al atribulado Pedro Sánchez y a su socio Pablo Iglesias a allanar los obstáculos que se presentarán en el camino:
«Los presupuestos se pueden ir cambiando por partidas- dice- . Tampoco son tan importantes, bastará con que la vida pública se sanee para que este país se quite la gangrena y la podredumbre de la corrupción del PP hecha sistema. Tenemos la cuestión del Estado con unas relaciones con Cataluña infumables y una situación de paro con una economía que crece pero solo en beneficios empresariales».
Pese a haber mantenido perseverantemente durante las dos últimas décadas el planteamiento táctico y estratégico de que el PSOE formaba parte «de la otra orilla», es decir, que se encontraba alineado junto a quienes detentan el poder económico y que, por tanto, cualquier intento de coalición con ellos debería ser condenado, Anguita parece haber dado ahora un giro copernicano a su habitual manera de ver las cosas.
Al preguntársele si la coalición «Unidos Podemos» había hecho bien con ofrecerse, incondicionalmente, al PSOE para formar parte de su gobierno, el político cordobés se muestra inusitadamente indulgente con la demanda de Pablo Iglesias agregando, sin embargo, que:
«Yo no insistiría. Que lo decida el presidente y que después se saquen las consecuencias».
De repente, toda la arquitectura estratégica que Anguita había mantenido durante décadas se desploma. Como por arte de ensalmo, su machacona exigencia de «programa, programa, programa» desaparece mágicamente del corolario de sus reiteradas letanías al respecto. Las condiciones han cambiado. Ya nada es igual que ayer. Pero, ¿por ventura el cambalache de la mocion de censura provocó igualmente una permuta en la naturaleza socialdemócrata delPSOE? Y las incontables miserias bañadas en sangre de su historia, ¿se han convertido igualmente en encomiables efemérides históricas?
A lo largo de la entrevista, Julio Anguita insistió, con persistencia, en la necesidad de crear en el país un marco de «serenidad». Es decir, que lo de reivindicar está muy bien, es válido, pero no cuando aquellos con los que se comparte políticamente mesa y mantel forman parte de la coalición que de facto va sostener al gobierno. Julio Anguita llegó incluso a irritarse, cuando su entrevistadora le sugirió que la derecha recién desplazada del Ejecutivo estaba alegando que un gobierno apoyado por un «conglomerado variopinto» de siglas está abocado a la inestabilidad.
«Eso es una granujería dialéctica propia de estafadores y fulleros. La moción de censura está contemplada en la Constitución, por tanto es legal, y en cuanto a la estabilidad, ¿qué estabilidad tenemos?».
Cuando la periodista del Diario de Córdoba le interroga sobre las leyes que, en su opinión, habría que derogar, Anguita se refirió a «la ley mordaza» y a la reforma laboral que nunca debieron haber nacido». Aunque de manera benevolentemente comprensiva augura que el gobierno socialdemócrata tendrá «dificultades» en el camino para poder cumplir esa derogación. A Sánchez, cree Anguita, ese intento derogatorio «le puede generar problemas dentro de su partido». O sea, que deberíamos hacer un esfuercito para comprender las dificultades con las que tendrá que luchar Sánchez si se viera imposibilitado para actuar a consecuencia de las resistencias del «ala ultra» de su partido.
Más adelante, la periodista le interroga sobre la razón por la que ahora justifica plenamente su apoyo a una moción de censura y, en cambio, no hizo lo mismo en el año 2016. La respuesta del Sr. Anguita no sólo fue categórica, sino también un tanto catatónica :
«Ahora hay – dijo – una situación de excepcionalidad ética y política por un partido condenado».
Una potente frase, con una enorme carga politica, que analizada desde el punto de vista marxista sería capaz de tumbar al menos docto en la materia.
En el curso de la entrevista el ex coordinador de IU se permitió, incluso, proporcionarle algunos «consejillos» al actual presidente del Ejecutivo español.
¿»Qué haría yo? Buscar a la gente de confianza, reunirme con ellos y marcar unas pautas de saneamiento. Establecer relaciones con el resto de fuerzas y si se puede acercar uno al problema catalán o al vasco, o al problema económico, si se pudiera… Pero creo que eso es pedir peras al olmo» .
Ya en otro orden de cosas, el señor Anguita abordó el tema de su reciente dimisión en el llamado «Frente Cívico», así como de su propuesta de que se proceda a la disolución del mismo.
«Estoy en los sitios cuando vale la pena – dijo el señor Anguita – pero el Frente Cívico que surgió con mucha fuerza, exige de la gente un tipo de trabajo muy reñido con el electoralismo, con las euforias de las campañas y ligado a los problemas. Y no estamos en época de eso. No soy amante de mantener ficciones, por eso he dimitido y soy partidario de que desaparezca».
. Cuando la periodista, convencida de que se encuentraba ante el mismísimo oráculo de Delfos, le pregunó acerca de quién piensa que ganará las próximas elecciones generales, el ex coordinador contestó:
» Ni idea. Este es un país sorprendente, que un día destierra a una reina y a los seis años viene su hijo como rey de España, un país en el que se declara la república en una sesión ilegal de ambas cámaras… España es un país donde no ha anidado profundamente el sentido de la ley y la democracia. Lo retrata el dicho de que la ley se acata pero no se cumple» .
Pero más sorprendentes resultaron la respuestas de don Julio en lo que se relaciona con la mansión adquirida por el que él mismo calificara un día como «el Lenin del siglo XXI».De sus estimaciones al respecto se esfumaron de repente todo tipo de estimaciones filosóficas y éticas. Súbitamente, aquel principio deontológico tan recurrido por él de que la vida política de un dirigente debía tener una ajustada coherencia con su biografía personal, se esfumó vaporosamente de su plática.
El señor Anguita comprende, eso sí, que hubo «un error» en la iniciativa de Iglesias, que fue deliberadamente agravado por «la jauría de perros sarnosos sacando miserias». Por cierto, ¿qué miserias? ¿Las del precio del inmueble? ¿Las de la propia mansión? ¿Las de la entidad a la que se acudió oportunamente para lograr la concesión del préstamo? ¿Las del increíble «referéndum» entre sus «inscritos» para que corroborarsen la escandalosa compra? ¿A cuáles de esas miserias se refiere el señor Anguita?
«Creo que fue un error por una razón: porque cuando se tiene esa responsabilidad, uno tiene todo el derecho del mundo a tener una casa, pero a veces los máximos dirigentes de determinados discursos no tienen ese derecho. Sobre todo porque no se dieron cuenta de lo que iban a decirle la jauría de perros sarnosos sacando miserías «.
Reconoce el señor Anguita, incluso, que en un gesto de conmiseración se vio obligado a ponerse «en contacto con Pablo, porque lo estaba pasando mal, y ya pasó».
Sin embargo, celebra que «la militancia le ha dado un buen respaldo», y no cree que ni Podemos, ni Iglesias hayan resultado «tocados» por el bochornoso trance.
La periodista, posiblemente sorprendida por la bizarra defensa de Iglesias, pareció obligada a preguntarle al ex coordinador general: «¿Le tiene cariño a Pablo Iglesias?»
–«Es que vamos a ver. Yo soy de IU, del PCE, Equo o Podemos. Todos los míos son todos los que estén contra el sistema».
Una entrevista, ciertamente, inenarrable. Si mi abuelo, aquel viejo y modesto militante que lo sacrificó todo por sus principios, hubiera tenido la oportunidad de leer esta colección de antiguallas ideológicas, no digo que se cayera de nuevo sobre su tumba, sino que se haría con un buen trabuco y empezaría a dar merecidos a quien correspondíera.
En cualquier caso, me consuela que don Julio Anguita González nos prometa la pronta aparición de un último libro suyo que versará sobre el … «discurso profético» (sic)
LA ENTREVISTA COMPLETA A JULIO ANGUITA PUEDE LEERSE EN ESTE ENLACE: PINCHAR
http://canarias-semanal.org/not/23057/anguita-habla-sobre-lo-divino-y-humano-el-gobierno-de-sanchez-la-situacion-politica-la-disolucion-del-frente-civico-el-casoplon-/