Amnistía Internacional reúne 45.000 firmas por la retirada de cargos a los dos titiriteros
El pasado 5 de febrero Alfonso y Raúl representaban una obra teatral satírica: “La bruja y Don Cristóbal”. Alguna de las escenas incomodó la sensibilidad política de unos cuantos espectadores. Al aparecer un cartel donde ponía «GORA ALKA-ETA», éste fue malinterpretado, por lo cual estas dos o tres personas decidieron interrumpir la función, pese a la presencia e incomprensión del resto del público. Y una de ellas llamó a la policía. Según han declarado algunos de los presentes, «no entendemos cómo han podido acabar encarcelados y posteriormente con cargos los dos titiriteros ya que solo una minoría protestó por el contenido de la obra».
También señalan estos testigos que «los policías que arrestaron a los titiriteros (algunos vestidos de civil) no habían asistido a la obra y actuaron sólo por haber visto el cartel…»
Sin haber asistido a la función, el juez Moreno y la fiscal decidieron pues que esta obra de Títeres desde abajo «enaltece» a un ficticio grupo armado llamado «Alka-Eta«, por ser este nombre el que figurara en el cartelito. Cuando, en la realidad de la historia teatral, es el personaje del policía quien fabrica este cartelito. Para ponerlo en manos de la insumisa bruja y poder hacerla acusar de «terrorista», ejerciendo así mentira por manipulación policial.