2030. Crisis energética y capitalista. Lucha laboral, de clases y la izquierda. Orientaciones. Campaña Marco. PDF
Por Aurora Despierta
Debemos empezar ya a reflexionar y debatir en serio, no en términos cortoplacistas y menos, electoralistas, sino con la perspectiva de lo que puede pasar en lo que queda de década, y hasta la de 2030 con su Horizonte de Mega-Crisis, y en adelante, porque el suelo puede hundirse bajo nuestros pies y volver a cogernos tan desorientados como con la llegada de la crisis actual, ya que nuestro punto de partida en cuanto a conciencia, combatividad, autoorganización e inteligencia política es, en la práctica, penoso.
[COPIA este artículo para leerlo con la calma y reflexión que se merece e ir accediendo a los textos y enlaces recomendados] [PÁSALO a toda/o aquél que pueda estar interesado en leerlo, para impulsar ya un debate imprescindible porque el tiempo corre que vuela y volverá a cogernos en Babia y con los brazos cruzados] [DESCÁRGATE la versión PDF del artículo, con imágenes, y así te resultará todo mucho más cómodo y agradable] Horizonte 2030 en pdf
Expondré unos criterios políticos muy claros para la caracterización del periodo, de las posibles estrategias capitalistas, de fuerzas políticas como Podemos, de los peligros que desde el interior de la clase trabajadora nos acechan y del modo de combatirlos. En la sección VIII, como consecuencia del balance, presento el Marco para una Campaña general cara a 2020 y también por la década de 2030. Esto es: de dónde partimos, cuál es la naturaleza capitalista del Horizonte 2030, cómo hacerle frente desde hoy.
Si te tomas en serio nuestro presente, nuestro futuro inmediato y también el que nos espera a la vuelta de la esquina (2020, 2030), debieras leer y estudiar (sí, estudiar) este documento. Nos jugamos demasiado para que te dejes llevar por la desidia.
La publicación de libro de Ramón Fernández Durán y Luis González Reyes (miembros de Ecologistas en Acción) titulado “En la espiral de la energía. Colapso del capitalismo global y civilizatorio” (editan Libros en Acción y Baladre), al que dediqué mi artículo “¿Quiebra energética y capitalista desde 2030? Revolucionarios, su chip y pilas. Libro de Fdez. Durán y Glez. Reyes” (10/2/2015) [ver enlace abajo] debe llevarnos a una profunda investigación y reflexión.
Las luces rojas y las sirenas de alarma, se manifiestan ya con toda intensidad, así que toca ponernos las pilas si no queremos que, una vez más, la Historia pase por encima de nosotras/os, en lugar de hacerla a nuestra conveniencia.
Como sería sumamente pretencioso por mi parte creer que tengo la respuesta a los inmensos problemas teórico-políticos-prácticos, que ese posible (muy probable) horizonte nos plantea, no pretendo aquí más que aportar unos apuntes (en parte provisionales) a lo que debe ser un esfuerzo colectivo.
I.- ¿DE DÓNDE PARTIMOS? De una descomposición del movimiento obrero, más acusada en el Estado Español; de la debilidad política de la juventud popular; de una derrota histórica de la que PODEMOS es expresión y responsable también
El movimiento obrero tradicional, basado en fuertes organizaciones sindicales (gracias a la existencia de grandes y medianas empresas, con factorías que reunían a cientos de trabajadores) y partidos reformistas de corte social-demócrata clásico o “comunista”, encontró ya sus límites cuando el modelo de acumulación capitalista de corte fordista combinado con el desarrollo del llamado “Estado de bienestar” (Welfare state), encontró su techo con la crisis de los años 70, incrementada por la llamada “crisis del petróleo”.
Desde entonces, el capitalismo, a través de la burguesía, ha ido dando respuesta a sus contradicciones internas y a la lucha contra la clase trabajadora, con estrategias como la del neoliberalismo y la globalización capitalista, que ha redundado en un debilitamiento mayor de la clase ante la fortísima competencia de la industria situada, gracias en parte a las “deslocalizaciones”, en los llamados países emergentes (China sobre todo, pero también otros muchos).
No sólo asistimos al desarrollo de una clase trabajadora sumamente sometida y superexplotada en esos países, sino al debilitamiento de las herramientas de resistencia de la clase trabajadora en los países hasta entonces centrales del capitalismo, en particular Europa y los EEUU. La burguesía no sólo pudo negarse al ritmo de aumentos salariales y reformas conocido hasta la crisis de los 70, sino que se lanzó a una ofensiva de creciente precarización y empobrecimiento del trabajo, a la división de la clase trabajadora entre la tradicional mejor pagada de los fijos en plantilla, y la peor pagada y con derechos decrecientes de los temporales, y los de a jornada parcial (sobre todo mujeres).
Con la crisis que se expresó ya claramente en 2008, a consecuencia de la misma y de la ofensiva estratégica del capital, estamos viendo otro ataque en toda regla para recortar a extremos insospechados hace unas décadas los derechos laborales de los trabajadores/as, minando a los sectores que podían considerarse como la “aristocracia” del trabajo, aumentando el sector precarizado y cada vez más empobrecido, por no mencionar la masa de parados creciente y en algunos estados, como el español, escandalosa, que presiona a la baja las condiciones de trabajo y salario de los empleados.
Desde hace unas décadas, y en particular desde esta crisis, se va haciendo cada vez más evidente que el capital necesita abandonar lo que en su día le fue necesario y funcional, el llamado “Estado de bienestar” (Welfare state), para pasar a lo que se puede llamar (Workfare state; frente al welfare o bienestar, algo así como trabajista) a un régimen en el que las prestaciones sociales no sólo estén muy recortadas, sino supeditadas a las necesidades más inmediatas del capital. Un ejemplo lo tenemos en el último subsidio para los parados de larga duración que no sólo es extremadamente restrictivo en el acceso al mismo, sino que está supeditado a la formación profesional y permite a los empresarios la contratación pagando sólo la diferencia entre el subsidio y lo que sería el sueldo, o la obligación de hacer trabajos gratuitos para “la comunidad”. La Ley de Estabilidad Presupuestaria, oficialmente Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera (LOEPSF) es el principal instrumento que tiene hoy el Estado Español, para el desmantelamiento progresivo del “estado social”, las privatizaciones, y la marcha al Workfare state. Para consultar la ley, preguntad en internet por su nombre oficial y la encontraréis en el BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO. Núm. 103 Lunes 30 de abril de 2012. Sec. I. Pág. 32653.
[Sin haberlos leído del todo, me parece que divergen en alguna cuestión relevante, pero es muy importante estudiar estos dos libros: “El futuro del Estado capitalista” Robert Jessop (Los libros de la catarata); “La opción reformista: entre el despotismo y la revolución. Una explicación del capitalismo histórico a través de la lucha de clase” Andrés Piqueras (editorial Anthropos)]
Si las reformas laborales pretenden cargarse las herramientas de la negociación colectiva, aumentar la indefensión de la clase trabajadora, promocionar el trabajo precario y a tiempo parcial, facilitar y abaratar los despidos, reducir los salarios, en suma, atomizar y aplastar a los trabajadores para mejorar las perspectivas de beneficio capitalista, la LOEPSF busca la reducción de los gastos sociales y su supeditación al máximo a las necesidades del beneficio. Ambas combinadas persiguen reducir al máximo el coste de mantenimiento del trabajo para el capital (salario directo y social –indirecto y diferido-) y aumentar las posibilidades de ganancia.
Ante esta realidad, las organizaciones sindicales, apoyadas sobre todo en la clase media asalariada de funcionarios y en lo que queda de los trabajadores/as fijos y mejor pagados de la industria y la banca, y más o menos clientelares con respecto a los partidos social-demócratas, amén de burocratizadas, han demostrado su creciente compenetración, cuando no total complicidad, con la estrategia capitalista, abandonando a su suerte a los sectores crecientes de trabajadores/as del sector servicios y, en sus mismas empresas o centros de trabajo, a los condenados al trabajo temporal, a tiempo parcial, etc.
Sumemos a esto, que las organizaciones sindicales, a pesar de existir organismos internacionales, y europeos, han demostrado su total incapacidad para adecuarse a la globalización, ni siquiera a la realidad de la Unión Europea, para impulsar una conciencia internacionalista y enfrentar la ofensiva conjunta del capital mundial, y europeo en particular. A la hora de la verdad, cada uno va a lo suyo, que se recorte trabajo en ese otro país y se mantenga en el propio, etc. Y cuando se plantean luchas europeas, se hace con sumo cuidado para no perjudicar la estrategia capitalista, como ocurrió con la huelga general ibérica del 14 de noviembre de 2012 y la jornada europea de lucha para ese día (14-N), en la que se ocultó la existencia del Tratado de Estabilidad de la U.E. (TSCG: Treaty on Stability, Coordination and Governance in the Economic and Monetary Union; en español, TECG; conocido también como Fiscal Compact, Pacto Fiscal Europeo), motor del desmantelamiento progresivo de los gastos sociales públicos en toda Europa al dar prioridad al pago de la deuda para bajarla al 60% del PIB, y eso pese a que en París ya se había celebrado el 30 de septiembre de 2012 una manifestación de 80.000 personas contra el TSCG, y en España, su “hija psicópata de las tijeras”, la LOEPSF, ya anunciaba estragos a cuenta de su objetivo del déficit estructural cero y de bajar la deuda al 60% del PIB para 2020.
Lo que se podía haber convertido en un objetivo común y unificador de la clase trabajadora europea e importantes sectores populares, la lucha contra el TSCG de la U.E. y sus “hijas” estatales, fue silenciado y evitado con toda conciencia por sindicatos y partidos afines, y para colmo, por los “revolucionarios”. Se ha perdido una oportunidad histórica extraordinaria para empezar a crear las bases de una unidad obrera y popular europea, no sólo contra el austeridicio ahora y la “construcción europea” capitalista, sino cara al Horizonte 2030. Y todavía prácticamente nadie es consciente de ello; tal es la miseria teórico-política imperante incluso entre quienes se pretenden “revolucionarios”.
[Como muestra de todo esto, podéis leer mi artículo “Miedo, corrupción moral, división y derrota en los trabajadores. Caso Ford en Genk (Bélgica) y Almusafes (Valencia)” (15/7/2013) y toda la serie dedicada a la huelga general del 14-N de 2012 y posteriores, que encontraréis en la relación completa de mis textos en el archivo pdf del artículo “PODEMOS se pronuncia por cumplir con la austericida LOEPSF. De la indefinición a la traición. Y archivo PDF” (23/2/2015) enlace abajo]
En esta misma línea y para colmo, en el Estado Español, desde mayo de 2012, y especialmente con la huelga general del 14-N, hemos desaprovechado una oportunidad histórica irrepetible para intentar recomponer nuestras fuerzas, impulsando la unificación de la lucha contra todos los recortes sociales, con la Reivindicación Común de “Derogación de la austericida Ley de Estabilidad Presupuestaria (LOEPSF), motor de todos los recortes y privatizaciones, “hija” de la reforma del art. 135 de la Constitución y del Tratado de Estabilidad de la Unión Europea (TSCG)” por su objetivo de bajar la deuda al 60% del PIB para 2020.
El rechazo al austericidio y a pagar la deuda a nuestra costa, debiera haber empezado por el rechazo de la LOEPSF, ya que esa lucha sí habría sido capaz de unificar mucho más que lemas como “No al pago de la deuda”.
No ha habido interés alguno en aprovechar esta oportunidad, sino que se ha perdido y PODEMOS le ha dado la puntilla, a pesar de mis ingentes esfuerzos [decenas de artículos en Kaos en la red, uno incluso recurriendo a un supuesto documento elaborado en el futuro avisando del desastre, “2014. El año que dimos el paso definitivo a la Derrota Total. De junio 2013 a mayo 2014. [Balances del futuro]” (4/6/2013), como podéis comprobar en la relación completa en el archivo pdf antes mencionado]
En lugar de que la clase trabajadora y la clase media asalariada (funcionarios de sanidad, educación, etc.) consiguiesen resistir con eficacia la ofensiva capitalista, las reformas laborales y la total ausencia de lucha contra la LOEPSF, han conseguido asestarnos una derrota histórica de la que será muy costoso y lento recuperarse.
Un sector de la clase media, en lugar de encontrar en la clase trabajadora el liderazgo que necesitaba, habiendo contribuido también a la derrota de la clase trabajadora cuando estaba relacionada con partidos como Izquierda Unida y los sindicatos afines, ha tomado la iniciativa de impulsar el partido PODEMOS que, como está demostrando, no sólo es incapaz de denunciar la LOEPSF y el TSCG de la UE (ni siquiera cara a la elecciones europeas de mayo 2014) sino que ya se está comprometiendo con su cumplimiento, y por supuesto no puede aportar nada a la clase trabajadora para recuperarse. A diferencia de la socialdemocracia tradicional del siglo XIX y buena parte del XX, Podemos no tiene su origen, ni su base social, ni pretensión de apoyarse en la clase trabajadora en lucha y menos, autoorganizada (otra cosa es aprovecharse de sus votos). Para comprobarlo, podéis leer la serie de mis artículos dedicados a Podemos desde el 21/1/2014.
Que la juventud más organizada y capaz de movilizarse, como son los estudiantes, a pesar de sus muchas huelgas y manifestaciones contra los recortes en la educación (la más reciente, el 26/2/2015 contra el 3 + 2), haya sido incapaz de investigar y comprender la relación que debiera haber sido evidente, entre los recortes y la LOEPSF, muestra el grado de falta de verdadera autonomía, iniciativa, la escasa aspiración por saber más allá del conocimiento que el sistema les brinda directamente, y el sometimiento voluntario y el capitulacionismo que se esconde tras las el ruido de las protestas. Tampoco ha encabezado y masivamente, la lucha contra una agresión a nuestras libertades como es la “ley mordaza”. Tanto más grave cuando esta juventud, a diferencia de la de los 60-70, y gracias a la enseñanza pública y las becas, tiene una raíces familiares mucho más populares, incluso entre sectores de la clase trabajadora. Una debilidad que ya tiene y tendrá sus gravísimas consecuencias en el futuro, tanto del medio estudiantil como de la sociedad en general.
A pesar de que lo advertí con mucha antelación y reiteradamente, llegamos a las elecciones europeas de mayo de 2014, sin romper el pacto de silencio sobre la LOEPSF y el TSCG de la U.E., sin denunciarlos y menos luchar contra ellos. De este modo, llegamos también al punto de no retorno en el proceso de derrota estratégica que sólo acaba de iniciarse.
Para comprender dónde está ahora la LOEPSF y hacia dónde va, es imprescindible que leas mi artículo del 23/2/2015 “PODEMOS se pronuncia por cumplir con la austericida LOEPSF. De la indefinición a la traición. Y archivo PDF” porque nadie más te está ofreciendo información tan valiosa, y ¡así nos va! [enlace al final]
II.- Por NO HABER LUCHADO contra la LOEPSF-TSCG, el Horizonte 2030 será MUCHO PEOR
Porque, aunque no seamos conscientes de ello, lo que ha venido pasando no sólo tiene una relación histórica (debilidad e ignorancia en las masas, etc.) con el Horizonte 2030, sino un hilo directísimo precisamente a través de la que era la tarea del momento y hemos desatendido completamente: la lucha contra la loepsf-tscg. De ahí la extremada gravedad y trascendencia histórica de esta dejación y derrota.
Porque la española LOEPSF y el TSCG de la U.E., con sus enormes limitaciones al déficit y a la deuda pública, impiden que el Estado pueda tomar importantes iniciativas de inversión que contribuyan (siquiera un poco) a la transición energética y a la lucha contra el Cambio Climático, dando sin embargo prioridad para 2020 al objetivo del déficit y de la deuda, en tanto se descuidan los objetivos del IPCC (Panel Internacional contra el Cambio Climático) para ese mismo año. Es como si a una empresa privada se le prohibiese endeudarse para realizar inversiones y debiera depender de su propia capacidad de autofinanciación; en el caso del Estado, de sus ingresos corrientes, sin incurrir en un déficit superior al 3% de PIB y bajando su deuda al 60% del PIB. Sin olvidar que la LOEPSF, a diferencia del TSCG, pretendía que esa reducción fuese ya un hecho para 2020.
[Si alguien todavía no me cree porque su partido o sindicato nunca se ha molestado en explicarle esto, puede leer, por ejemplo, el Capítulo 5.4 del libro “Un New Deal para Europa” de Michel Anglietta y Thomas Brand, editorial Traficantes de Sueños, disponible gratis en la red. O la página 84 del Informe 10, septiembre 2014, titulado “Desentrañando la Unión Europea” del colectivo Seminari Taifa, que os podéis descargar en http://informes.seminaritaifa.org/ lo que dicho sea de paso, a pesar de su enorme trascendencia, fueron incapaces de recoger en su pre-informe 10 (primavera 2014) previo a las elecciones europeas, y ahora continúan sin ser capaces de relacionarlo con la LOEPSF, a pesar de que hace mucho tiempo les escribí pidiendo que estudiasen a fondo el asunto y remitiéndoles a mis textos y al BOE, y cuando es de obligado conocimiento para gente tan preparada, cuando una trabajadora como yo lo sabe. El Tribunal Constitucional, en su sentencia favorable a la LOEPSF, es decir, sin el menor interés de denunciarla, ha dejado bien claro la directa relación de dependencia de la LOEPSF con respecto al TSCG y el art. 135. No dejes sin leer mi artículo “PODEMOS se pronuncia por cumplir con la austericida LOEPSF. De la indefinición a la traición. Y archivo PDF” (23/2/2015)]
Que la Unión Europea, salvo en el plan Juncker, todavía no permita que las inversiones productivas del Estado no cuenten para el déficit y deuda excesiva, es una muestra de cómo la U.E. con su Pacto de Estabilidad y Crecimiento y el TSCG es un obstáculo a las medidas más urgentes para el futuro de la Humanidad. Y quienes no son capaces de entenderlo así, y siguen sin atacar (ante las amplias masas, no en documentos que sólo leemos cuatro gatos) esos pactos y tratados, forman parte del problema y no de la solución. La llamada “regla de oro” (déficit estructural 0,5% por ciento) del TSCG, se demostrará tan dañina como la capacidad del rey Midas para convertir en oro todo lo que tocase, aunque fuesen seres vivos.
Por tanto, el Trío Austericida (art. 135-loepsf-tscg), es un obstáculo mortal para: A) el sostenimiento de los gastos sociales del Estado; B) nuestra supervivencia en el horizonte 2030; C) luchar contra el Cambio Climático.
Si se hubiese iniciado un movimiento general contra la LOEPSF, que hubiese tenido su continuidad contra el TSCG, no sólo se habría combatido un pilar fundamental de la Transición al Nuevo Régimen más Antisocial del capitalismo europeo, sino que hubiésemos generado unas condiciones de lucha, solidaridad europea, apertura a una visión a largo plazo, que habrían permitido que sectores más amplios de los luchadores avanzados fuesen más receptivos al discurso que prevé el Horizonte 2030, y la comprensión de que hay que empezar a tomar ya medidas drásticas.
Sí, esto era posible, y por eso en mi artículo del 16/7/2012 “El futuro del mundo se juega en Europa esta década. Campaña “2020: déficit 0, trabajadores ko, Cambio Climático 10”” seleccionado como “Destacado”, propuse una estrategia con una campaña marco:
“La estrategia para derrotarnos de la burguesía es una campaña al menos hasta 2020. Nuestra defensa y contraofensiva también debe ser capaz de sostenerse durante ese plazo y lograr el ámbito europeo. Los objetivos de la burguesía para 2020, se concretan en la campaña del déficit 0,5% a partir de 2020, a costa de los servicios sociales y salarios de los trabajadores/as, desplazando lo que debiera ser el gran objetivo colectivo de 2020, cumplir las medidas planteadas por el IPCC contra el Cambio Climático para antes de 2020. Frente a esto, debemos levantar ya otro marco ideológico, nuestro propio horizonte temporal, nuestra campaña, que se podría expresar más o menos así: “2020 déficit 0%: ricos+ricos, trabajadores ko, Cambio Climático 10” Nuestros objetivos para antes de 2020: unidad de los trabajadores europeos contra los recortes y sacrificios por el pago de las deudas causadas por el capital, por la derogación del Pacto y del Tratado de Estabilidad y de la reforma del artículo 135 de la Constitución, derogación del actual estatuto del Banco Central Europeo ariete de la agresión de la burguesía, contra el régimen de trabajo asalariado que impone el retroceso de nuestros derechos laborales, sociales y políticos, Derogación de la Contrarreforma Laboral, contra la represión, por el cumplimiento de los objetivos del IPCC para antes de 2020 contra el Cambio Climático.”
Pues bien, antes que esto, se prefirió perseguir objetivos estrechos, alicortos e imposibles, que no nos llevaban a ninguna parte para afrontar el Horizonte 2030, como la castrada convocatoria del 14-N, el no al pago de la deuda, o los más alejados de nuestras posibilidades (y del camino que de verdad nos conviene), la salida del euro.
Que la izquierda, sindicatos, Podemos, y los “revolucionarios”, no quieran ser conscientes ni saber nada de esto, demuestra su nivel de integración en el sistema, o en el mejor de los casos, su grado de descomposición política, falta de inteligencia política e incompetencia.
III.- El REFORMISMO todavía puede tener CUERDA SUFICIENTE para conducir el Titanic hacia el Horizonte 2030, plagado de icebergs. ¿CÓMO DESENMASCARARLO?
Si lo comparamos con el período hasta 2007, es cierto que la clase trabajadora y amplios sectores populares, ha avanzado en el sentido de despertar de su letargo de décadas, de pasar de la política o dejarla en manos de los profesionales entre votación y votación, de confiar en sindicatos como UGT y CCOO, y partidos como el PSOE; ha aumentado su desconfianza en los aparatos sindicales y políticos, en muchas instituciones del Estado; ha crecido su compromiso en tomar los asuntos laborales, sociales y políticos en sus propias manos, como ya se vio desde el 15-M; ha sido capaz de movilizarse con mucha insistencia y fuerza, y con una relativa autonomía de los aparatos sindicales, como se ha visto con las “mareas”; ya no tiene la confianza que tuvo en el capitalismo, en el sentido de que se respetasen sus derechos laborales más básicos, de poder trabajar en una empresa hasta jubilarse, de que sus estudios le abriesen las puertas del mercado laboral, de tener la seguridad de recibir una asistencia médica digna, y una vejez amparada, de que la siguiente generación sin duda viviría mejor porque para eso tenía más estudios y la economía crecía y progresaba; el capitalismo financiero, incluida la oficina del barrio a la que se confiaban los ahorros de toda una vida de trabajo, ya no será lo que fue en la conciencia de la gente.
Pero con todo esto, y a pesar de la gravedad de la crisis, sigue siendo muy bajo el nivel de crítica al capitalismo como sistema social basado en la explotación del trabajo asalariado, y al Estado “democrático” como representación ante todo de los intereses de la burguesía y garante de la reproducción del capital.
Ni siquiera sus sectores más avanzados han tenido la iniciativa de investigar y el coraje de romper el pacto de silencio sobre la LOEPSF-TSCG que habría permitido unificar las luchas, asestar un durísimo golpe al PP y a PSOE, al bipartidismo, al Régimen, a la demagogia de la burguesía catalana, cuestionar la “construcción europea” y dar un impulso a la lucha en Francia contra el TSCG y de ahí a otros países europeos como Italia, Portugal…
Pese a su innegable desgaste, el reformismo en general, la socialdemocracia y los populismos de “izquierda” o de derecha, todavía tienen margen de recorrido. El surgimiento de Podemos en España, la influencia del Frente Nacional entre los trabajadores/as franceses, lo demuestra.
En el Estado Español se ha agrietado notablemente la expectativa de que la siguiente generación viviría mejor que la de sus mayores. Pero ésta no es una conclusión generalizada en todos los países centrales ni en los emergentes, ni en concreto en Europa. Aunque aquí la población se haya empobrecido, persista un gran paro estructural, y la nueva generación viva peor, si hay posibilidades de emigrar a países como Alemania que necesitan trabajadores/as cualificados, si se compara con otros países que van bien o cuando menos notablemente mejor, la conclusión que se sacará no es la de que el capitalismo como sistema no funciona, sino que no lo hace España por su mala política económica, incorrectos modelos productivos, abandono de la I+D+i, etc. Y aunque en general se vayan rebajando las expectativas, también puede acabar tomándose esto con resignación si no se ve qué otra alternativa podría haber, ni posibilidades de conseguirla, ni ganas de pelear por ello.
Aunque se vayan agotando las ilusiones de que en el marco estatal se pueden resolver los problemas porque la “soberanía nacional” se ha transferido a instancias superiores como las europeas, esto necesariamente no supondrá la quiebra de la legitimidad democrático-burguesa de los estados, si el capital avanza en la “construcción europea” (monetaria, bancaria, fiscal, presupuestaria, laboral, de prestaciones sociales mínimas…), y da más contenido a las instituciones “representativas” como el Parlamento Europeo, crea organismos de tipo ministerial que surjan directa o indirectamente de los procesos electorales, etc. Del mito de la “soberanía nacional”, pasaremos al mito de la “soberanía ciudadana europea”. Al igual que el capital sabe perfectamente vaciar la democracia representativa a escala estatal, poniendo a su servicio (al menos en lo fundamental) a todos los gobiernos, sean de izquierda, centro o derecha, puede hacerlo con las instituciones europeas aunque las haga más “representativas” de lo que lo son hoy.
Aunque dada la extrema fragmentación lingüística y falta de sentimiento de comunidad europeo, será difícil fomentar un sentimiento de “ciudadanía europea”, la construcción de los nacionalismos y de los imaginarios populares en dos siglos, da ya una gran experiencia para entender que con los poderosos medios de comunicación, de entretenimiento y creación de “cultura popular”, las burguesías podrían construir en poco tiempo un sentimiento “europeo” que, aunque no fuese tan sólido como el nacional-estatal, si les permitiría generar expectativas de representación y reformistas suficientes como para conseguir integrar en el sistema electoral las reclamaciones populares. Aunque lo que se consiguiese para la gente trabajadora fuese muy poco y precario, y las esperanzas tampoco fuesen muy grandes, mantener cierta ilusión (“vamos a probar si sacamos algo”) durante todavía varias convocatorias electorales (muy pocas en realidad, cada 4 o 5 años), permitiría al gran capital ganar un tiempo precioso hasta la llegada de la década de 2030, cuando empujado también por las circunstancias, lanzaría una ofensiva nunca vista contra la clase trabajadora y los pueblos que en tanto habrán permanecido anestesiados, desprevenidos, con esperanzas ilusorias y unos métodos de lucha y organización que para nada les prepararían para afrontar una situación tan tremenda. Volvería a ocurrir algo parecido a lo de esta crisis, que cogió a la gente con el paso cambiado, totalmente intoxicada por la burbuja económica y las ilusiones generadas por los tiempos previos (aunque se hubiese descendido hacia el “mileurismo” y el trabajo precarizado), incapaz de imaginar lo que podría caerles encima, con unos métodos de organización y lucha y un horizonte de objetivos (no más allá de lo estatal) que nos condenaban a la derrota.
El hundimiento del mito europeo y la fragmentación capitalista del colapso de la globalización, empujarían nuevamente tal vez a la regresión hacia la forma estado-nacional, como medio de “protección”-agresión en un mundo todavía más competitivo por los recursos y mercados. Pero eso tampoco tendría nada que ver con la recuperación de la “soberanía popular”.
No debemos esperar demasiado de la “memoria histórica” de la gente, deseosa por lo general de perder de vista el recuerdo de los malos tiempos, y de confiar en un futuro mejor, y por eso, capaz de tropezar una y otra vez en la misma piedra y ser incapaz de sacar todas las lecciones pertinentes, y de hacerlo, de tener las fuerza y voluntad para llevarlas adelante, cuando las burguesías ponen todo lo que haga falta (engaños, falsas promesas, control, represión….) para que no lo hagamos.
Por eso es fundamental dar a nuestra política una orientación europea e internacional, en lugar de empeñarnos en políticas estatales como la salida del euro que ni la burguesía ni las masas populares quieren, o en proyectos utópicos como el de salirnos del euro y crear una comunidad de los europeos del sur y los africanos del norte (en la que el predominio lo tendrían los capitalistas sur-europeos), o cosas similares.
En vez de tanta política inútil, más nos habría valido desde 2012 levantar la lucha contra el TSCG y sus “hijas” estatales, porque teníamos en España motivos de sobra con la LOEPSF y en Francia una gran sensibilidad contra el TSCG, como he probado en numerosos artículos.
Permitía unificar las luchas españolas y europeas contra la política de austeridad y romper el corsé que impide destinar fondos estatales a inversiones hacia la transición energética y el cambio climático, además de cuestionar el Régimen político en España y la “construcción europea” capitalista.
Y en cuanto al reformismo y los populismos, dificultaría a las burguesías la maniobra de ganar tiempo con la distracción de la “construcción de la ciudadanía europea”, el federalismo europeo “al servicio del pueblo”, el Parlamento Europeo, los ministros europeos, etc., que no cuestionan sus pilares básicos: reformas laborales, desmantelamiento prestaciones sociales con el TSCG.
En lugar de vivir en el balancín del nacionalismo-europeísmo-nacionalismo, habríamos avanzado en la verdadera superación del nacionalismo, y creado fuertes lazos para resistir la regresión del Horizonte 2030 y su dinámica de indiferencia, hostilidad y agresión entre los trabajadores/as europeos.
En suma, nos habría colocado en una mejor posición social, política y material ante el Horizonte 2030. ¿Quién da más por menos? Pues todos habéis estado ciegos y sordos a esta orientación, por otra parte de cajón a poco que se hubiese querido investigar y tener pasión por vencer. El resultado: nulidad estratégica y derrota histórica.
IV.- ¿Es PODEMOS la herramienta que “la gente” trabajadora necesitamos hoy y cara al Horizonte 2030?
A etas alturas ya sabrás cual es mi respuesta, pero lo voy a exponer negro sobre blanco, para que no quede ninguna duda.
Si Podemos no sólo no denuncia ni lucha contra la LOEPSF y el TSCG, sino que lamenta las dificultades para cumplirla (primero en Extremadura, muy pronto en todo el Estado), quiere decir que está comprometido en cumplir la LOEPSF y, por lógica, lo estaría con el TSCG que es mucho menos exigente en su plazo.
De este modo, es imposible que impulse una lucha a escala estatal y europea contra los límites que la ley y tratado imponen a las inversiones del Estado en políticas de transición energética y lucha contra el Cambio Climático. Ni siquiera una lucha efectiva contra la política de austeridad y la prioridad al pago de la deuda. Si no se lucha contra la LOEPSF, que es la expresión práctica del reformado art. 135 de la Constitución y la aplicación en España del TSCG de la U.E., todo lo que se diga en contra del 135 y del TSCG no es más que palabrería demagógica, como habría sido criticar a Franco (art. 135), pero no a su Régimen político (la loepsf), o a los nazis (tscg) pero no a sus aliados en España (el franquismo, la loepsf).
Podemos combina a la perfección dos políticas erróneas y podría transitar de la primera a la segunda. Me refiero a que expresa y alimenta la ilusión en soluciones nacionales-estatales a gravísimos problemas que sólo podremos afrontar con eficacia desde un marco de lucha europeo; y a que a la vez, Podemos participa en el Parlamento Europeo sin ninguna crítica a su naturaleza y sin cuestionar un pilar fundamental de la “construcción europea” del capital, como es el TSCG de la U.E. Por tanto, Podemos, si no se desintegra y continúa, será un instrumento para seguir depositando esperanzas, si ya no en la “soberanía nacional”, sí en la “soberanía ciudadana europea”, con la que el capital ganará tiempo en el periodo transitorio hasta el Horizonte 2030, para finalmente asestarnos la derrota total.
Ya puede PODEMOS decir, criticar y prometer todo lo que quiera, porque es como quien sueña con hacer esto y lo otro, logrando mayores cotas de libertad, cuando deliberadamente se ha metido solito en la cárcel, esto es, comprometido al cumplimiento del Trío Austericida (art. 135-loepgs-tscg), lo que supone atarse de pies y manos en el cumplimiento de la política austericida, y la falta de previsión para la transición energética y el cambio climático. Diga lo que diga Podemos, aunque hiciese algún movimiento hacia babor (la izquierda) conduciría el Titanic hacia el Horizonte 2030, plagado de icebergs.
Por tanto, mi respuesta a la pregunta es: categóricamente NO. Pero algo muy parecido puede decirse de Izquierda Unida-Izquierda Plural, y de las organizaciones más a la izquierda y que se dicen “comunistas” y también de los sindicatos, que no mueven un dedo por remover el obstáculo que para todo supone la LOEPSF-TSCG. Todos estos, en la medida que no contribuyen a esa lucha, en lugar de ser parte de la solución, son parte del problema.
Sí, el panorama es terrible, pero no se trata de lo que cada uno crea de sí mismo (muy “combativo”, muy “revolucionario”), sino de lo que efectivamente es y de la práctica que lleva.
La denuncia y lucha contra el Trío Austericida se ha convertido hace tiempo en una línea de demarcación política, porque precisamente no hacerlo ya nos ha traído al punto sin retorno a la derrota estratégica (cruzado, cual Rubicón, en las elecciones europeas de mayo 2014) y nos llevará a la derrota en la lucha por la transición energética y contra el cambio climático.
V.- El ENCARECIMIENTO ENERGÉTICO y sus efectos agravantes en la TENDENCIA a la BAJA de la TASA de GANANCIA, en el HORIZONTE 2030
Para no repetirme, remito a la argumentación recogida en el artículo “¿Quiebra energética y capitalista desde 2030? Revolucionarios, su chip y pilas. Libro de Fdez. Durán y Glez. Reyes” (10/2/2015), y aquí me extiendo en las consideraciones.
Marx, en “El Capital”, Libro III, sección 3ª, Capítulo XIII, expone la naturaleza de la ley de la tendencia a la baja de la cuota de beneficio, por el aumento en la composición orgánica de capital (mayor peso de la inversión en capital “muerto” -o constante- y reducción del capital vivo -o variable- que es la fuerza de trabajo, lo que afecta a la parte no pagada del trabajo o plusvalía), y la consiguiente tendencia a la disminución del porcentaje (%) entre la ganancia y la inversión total (instalaciones, materias primas, energía, maquinaria, más los salarios). Ahí no prejuzga cuáles son esos factores. Sin duda está pensando ante todo en el aumento de la inversión en maquinaria (capital constante), pero también cabe que el aumento del capital constante se deba al incremento en el coste de la energía.
Lo más rotundo que se puede decir de esa ley, es lo que decía Ernest Mandel en su “Tratado de economía marxista” (1962) al referirse a los límites en el aumento de la tasa de plusvalía para compensar el aumento en la composición orgánica de capital y reforzar la tasa de ganancia: “el aumento de la tasa de plusvalía choca con límites absolutos (la imposibilidad de reducir el trabajo necesario [el pagado con el salario] a cero), mientras que para el aumento de la composición orgánica del capital no existe límite alguno”.
En el capítulo XIV de El Capital, Marx reconoce y expone la existencia de factores que contrarrestan esa ley, aunque no puedan eliminarla. Así tenemos en el punto “2.- Abaratamiento de los componentes del capital constante”, como el precio de las materias primas, maquinaria, etc., que no necesita cita ni comentario, y el “5.-El comercio exterior” donde dice:
“Cuando el comercio exterior vende a mejor precio los elementos del capital constante o los medios de subsistencia de primera necesidad en que se desembolsa el capital variable, contribuye a hacer que aumente la cuota de beneficio, a aumentar la cuota de la plusvalía y a disminuir el valor del capital constante”.
Pues bien, el aumento del coste de la importación de la energía, afectará en medida diversa a los muchos componentes del capital constante y al precio de los productos de primera necesidad y con ello a los salarios (tendencia a más nominal para el mismo consumo), por lo que contribuirá a reducir la parte de la jornada de trabajo no pagada, esto es, la cuota de plusvalía. Aunque los salarios no tengas subida nominal, al no aumentar la masa de ganancia, y sí el valor del capital constante y el total de la inversión, disminuirá la cuota de beneficio.
Por tanto, no sólo mengua ese factor atenuante, esas contratendencias (puntos 2 y 5), sino que por unas condiciones extraordinarias imprevisibles para Marx, se convierten en factores agravantes, en pro-tendencia. Eso es clarísimo cuando en estados como España toda la energía del petróleo y del gas viene del comercio exterior.
Esto corresponde a la tendencia general (o media), o para el sistema visto como totalidad, aunque ni a todas las empresas, ni sectores, ni países les afectará del mismo modo, como también Marx matizaba que la tendencia a la baja no sería igualmente acusada en todos los sectores, dependiendo de su composición orgánica de capital, tasa de plusvalía.
Si es cierto lo que dice el libro “En la espiral de la energía” en su vol. I, pág. 335-6, que “el crecimiento económico de la segunda mitad del siglo XX fue único en la historia y sólo fue posible gracias a la existencia de grandes existencias de petróleo barato”, a ello habría contribuido el atractivo de la inversión por una buena tasa de ganancia y la consiguiente acumulación de capital y crecimiento, lo que se explicaría también por la existencia de una acusada contratendencia gracias a la energía barata, cuando todo apuntaba a un gran aumento de la composición orgánica del capital debido a factores como una mecanización creciente (notablemente en el sector III del armamentismo permanente) que tendía a una reducción de la tasa de beneficio.
Dada la importancia que históricamente vienen teniendo todos los factores atenuantes (contratendencias), puede que en la historia efectiva, el principal factor anulador de esas contratendencias, e incluso que se convierta en una pro-tendencia, sea el de la energía.
Esto de entrada nos resulta chocante (¿una pro-tendencia?), pero nos resulta más fácil de asimilar si partimos del punto de vista de los ecologistas cuando dicen que la energía fósil del carbón y sobre todo del petróleo, es históricamente un chollo, el gordo de la lotería, la excepción (por sus límites históricos), que ha permitido la expansión capitalista, pero de corta duración (en términos históricos), y que lo que puede hacer que los modos de producción sean a largo plazo sostenibles son otras fuentes de energía renovables (el capitalismo industrial tal como lo conocemos podría ser sólo cosa de tres siglos a lo más, a diferencia de la duración de los anteriores modos de producción). Marx era hijo de su tiempo y no podía tener esta visión, así que le pareció perfectamente normal y sin finitud la energía de su época (carbón, justo los comienzos de la segunda revolución con la energía eléctrica, ni siquiera todavía la expansión con el petróleo), en lugar de considerar que, una fuente de energía tan fácil de conseguir y de tan alto potencial energético, ya se podría considerar en sí una contra-tendencia.
El extraordinario crecimiento de las fuerzas productivas que atribuimos a la dinámica generada por la relación D-M-D´ combinada con el trabajo asalariado (plusvalía, competencia, acumulación ampliada, concentración, crisis con “destrucción creativa”…) no habría sido posible sin la suerte de poder contar con el carbón primero, que permitió crear las condiciones materiales y sociales para el aprovechamiento de la electricidad, y luego el petróleo. Ese magnífico “motor” modelo DMD, no habría podido funcionar tan bien sin esos combustibles de alta capacidad energética a la vez que bajo componente como capital constante.
VI.- SIN la CLASE TRABAJADORA, no habrá un sujeto social capaz de enfrentarse a la crisis capitalista y ofrecer una alternativa que no sea mera adaptación a la descomposición social
La clase trabajadora está en el núcleo de las relaciones sociales capitalistas, en el origen de la contradicción que genera la tendencia a la baja de la tasa de ganancia. Será también la primera que sufrirá las consecuencias de la crisis y sobre sus espaldas la burguesía querrá mantener sus privilegios.
Una clase trabajadora derrotada, no podrá ser sustituida por sectores de la clase media que no pueden disponer de los medios de producción más importantes para ponerlos al servicio de otro modo social de producción, ni puede ofrecer un frente social lo suficientemente extenso, coherente, decidido e internacional para enfrentarse a la burguesía. Al contrario, su tendencia será a la conciliación, y a supeditarse a los intereses del capital, la fuerza más poderosa, y a servir a la burguesía para controlar mejor a los trabajadores/as, desde los puestos de mando intermedio, desde su labor en los medios de comunicación, en la educación de niñas/os y jóvenes, etc., en los aparatos del Estado como funcionarios administrativos, judiciales, policiales, militares…
Pero la clase trabajadora no podrá limitarse, como en el siglo XIX y XX se pensó, a tomar el dominio de los medios de producción. Deberá llevar adelante una adaptación de las fuerzas productivas a los recursos energéticos y de materias primas existentes, considerando los límites ecológicos para soportar el impacto de la producción y el consumo, y las tareas para reducir las dimensiones y consecuencias del Cambio Climático. Una tarea titánica, pero más vale que la clase trabajadora lo haga, a dejarlo en manos del capitalismo, y la supuesta “regulación” espontánea de su “mano invisible” o la “planificación” tecnocrática o del Capitalismo de Estado tecno-burocrático.
VII.- Los GRAVES PELIGROS al INTERIOR de la CLASE TRABAJADORA: desorientación, división, desintegración de la clase, y supeditación a determinados sectores capitalistas
La clase trabajadora tampoco lo tiene nada fácil para constituirse en una clase unida, con conciencia de clase, capaz de hacer frente a la descomposición capitalista, a su propia desintegración como clase.
Cuando el proletariado ha sufrido con esta crisis una derrota, sigue en su descomposición el movimiento tradicional, y está muy lejos una recomposición bajo nuevas bases (tampoco sabemos bien cuáles podrían ser), el horizonte 2030 nos llegará posiblemente demasiado pronto y con extrema dureza traducida en una ofensiva de la burguesía como nunca se habrá conocido, aprovechándose de nuestro desconcierto, desorientación política y debilidad.
La gran crisis de la década de 2030 no sería como la “crisis del petróleo” de los 70 que cogió al proletariado todavía “fuerte” aunque en base al sindicalismo y reformismo, y ascendente en países como España y Portugal. Ni siquiera como la de 1929, sino peor en su dimensión, en sus perspectivas a largo plazo, y con un proletariado, cada vez más precarizado y atomizado, que ahora ya casi ni sabe que es una clase nacional e internacional.
Otro factor es que, a este ritmo, habrá muchos más viejos y menos jóvenes que ahora. Si hubiese un paréntesis de “años buenos” tal vez habría más natalidad, pero seguramente la gran crisis les cogería a todos demasiado niños. Todo eso tendrá una influencia “conservadora”, pues siempre han sido los más jóvenes, los que tienen el futuro por delante y no quieren perderlo, los que más se movilicen. Incluso hoy día ocurre así, aunque mucho menos de lo deseable (y de lo que ocurrió con el boom de natalidad que se expresó en finales 60 y 70) porque parece que ya se van haciendo a la idea, al “es lo que hay” y resignándose aunque con disgusto y algunas protestas.
Otro más importante es el de la dificultad para el cuestionamiento del capitalismo, su raíz en el régimen asalariado del trabajo. Salarismo, debiera llamarse, y no capitalismo, porque lo primero centra la atención en el trabajo explotado y las crisis de sobreproducción de mercancías y sobreacumulación de capital sin inversión productiva por la baja tasa de ganancia; lo segundo, en el dinero, que puede adoptar muchas formas aunque su beneficio, en última instancia, debe remitirse a la economía productiva del trabajo asalariado, o será una burbuja especulativa, “economía de casino” debido a la dificultad de ganancia en la economía productiva, y acabará estallando.
Con respecto a la crisis actual, el cuestionamiento del salarismo está siendo bajísimo. Se dice por un lado que es una estafa de especuladores, ladrones, corruptos; culpa de la banca desregulada, de la financiarización y de la “economía de casino”; de los especuladores de la burbuja inmobiliaria; de la banca alemana acreedora; de Merkel, de la Troika, de la política de austeridad, cuando no de los ciclos económicos aparentemente tan naturales como el ciclo de las grandes mareas.
A raíz de la crisis energética en la década de 2030, la burguesía culpará primero a una causa “natural”; después a la imprevisión de la generación anterior, su consumismo (toda la gente tendrá la culpa, más todavía de cuando ahora se ha dicho lo de “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”); con suerte pasará a tercer plano la dinámica expoliadora del capitalismo con respecto a la naturaleza, por lo que propondrán algún “capitalismo verde”.
Y todos procurarán que sea invisible lo fundamental: cómo afecta a la energía el hecho de que su uso y efectos sociales vengan determinados por la valoración del capital y la tendencia a la baja de la tasa de ganancia, y por tanto el necesario cuestionamiento de la plusvalía y su origen, el régimen asalariado del trabajo.
Porque si la crisis energética será una realidad, su forma de manifestarse, y sobre todo el extremo dramatismo social con que lo hará, no será “natural” o explicable meramente por razones energéticas, sino resultado de que el consumo de energía está inscrito en un sistema de explotación del trabajo, con sus contradicciones y limitaciones, en concreto la tendencia a la baja de la tasa de ganancia, y su papel en el proceso de acumulación y crisis capitalista.
El miedo al despido y al paro pesará más que hoy en día, porque su carácter estructural y permanente será mucho más claro. Aunque habrá conflicto de los trabajadores/as con el capital, esté tendrá muchas posibilidades para desviarlo. Si ahora hay un riesgo alto de caer en la persecución de los inmigrantes, etc., en esas condiciones se añadirá la división interna en la clase: “hay que sacrificar primero a los trabajadores/as del automóvil, o de tales o cuales sectores de productos de consumo superfluos, o imponer más disciplina y abaratar los sueldos en las minas de carbón que son unos privilegiados y que se jubilen más tarde, reducir las pensiones, etc. Y a poder ser en ese otro país, no en el mío.”
La regresión en la globalización, agudizará también las tensiones entre estados y dentro de los estados mismos entre sus territorios más desarrollados y los menos. La burguesía, con problemas crecientes para acumular beneficios, se negará en redondo a que sus impuestos, en lugar de revertir directa o indirectamente en sus negocios, pase a mantener a sectores de la población externos a los que directamente necesita para explotar.
Así, por ejemplo, en Catalunya especialmente, si antes no se ha dado una solución, se avivarán las ilusiones independentistas, porque si no se destinasen impuestos a la atrasada España, podrían revertir en inversiones (dirán) hacia la transición energética y (el cebo) en gastos sociales en Catalunya. Y en Euskadi, algo parecido. Lo que redundará en el fraccionamiento de la clase “española”, buscando soluciones separadas e interclasistas tras sus propias burguesías locales.
En vez de centrarse primero en acabar con el capital y luego planificar y racionalizar la economía, se tenderá a ceder a la “racionalidad” y destrucción “creativa” que imponga el capital, y sin cuestionarlo. Las diferentes fracciones de la burguesía (sectoriales, nacionales, estatales…), jugarán a tope la baza de dividir, enfrentar al proletariado, poniéndolo detrás de ella, porque sus sectores más poderosos y lúcidos serán conscientes de que esa vez no se tratará de una crisis cíclica de simple “destrucción creativa”, sino de la entrada en un período histórico totalmente nuevo de “Decrecimiento caníbal”, aunque hagan todo lo posible por ocultárselo a las masas trabajadoras, como ahora han conseguido un éxito completo con el pacto de silencio en torno a la LOEPSF.
Hará unas pocas semanas, el presidente Rajoy estuvo en Almusafes (Valencia), en la planta de Ford, celebrando el aumento de la carga de pedidos. Pero esto se debe directamente a que Ford ha cerrado la planta de Genk (Bélgica), y despedido a todos los trabajadores/as, porque los valencianos cobran menos, y los trabajadores/as de Almusafes, los sindicatos, etc., no han dicho, que yo sepa, ni “mu” ni hecho nada por solidarizarse. A esto ya le dediqué expresamente el artículo “Miedo, corrupción moral, división y derrota en los trabajadores. Caso Ford en Genk (Bélgica) y Almusafes (Valencia)” (15/7/2013) y creo que alguna referencia más reciente en algún otro.
Durante los años 80, a raíz de la “reestructuración” en Europa y España de los sectores sidero-metalúrgico (altos hornos) y astilleros navales, hubo una tendencia fuerte en la clase trabajadora a caer en planteamientos del tipo “nuestra factoría es más rentable o más nueva o de toda la vida o de la que depende toda la comarca o cerrarla forma parte de una estrategia de Madrid contra Euskadi, etc.; así que es más justo que cierren esa otra en España o en otro país europeo”. Ahora vemos cómo en los convenios de empresa, se rechaza a veces bajadas brutales de los salarios de la plantilla fija, pero se acepta para los nuevos contratos y los temporales. Creo que precisamente eso también ha ocurrido en Almusafes que necesitará más mano de obra.
Si los trabajadores/as caemos en esa dinámica de supuesta supervivencia vía “sálvese quien pueda” “nosotros antes que ellos”, “los de aquí antes que los de allí”, etc., lo que finalmente conseguiremos es enfrentarnos y dividirnos más, siendo así totalmente derrotados y quedándonos expuestos a grados de explotación que nos parecerán propios del siglo XIX, además de no poder impedir una gran regresión de la civilización. Así como nos habremos puesto del lado de nuestros explotadores para que “nuestras” empresas o sectores o países sean los que se salven (de momento), acabaremos por alistarnos en las guerras entre Estados para sobrevivir en el “Decrecimiento caníbal”, o miraremos para otro lado cuando por activa o pasiva se propicie el abandono y exterminio de la “población sobrante” (millones de personas), inútil para las necesidades de la producción capitalista, sin comprender que a nosotros también puede acabar por llegarnos el turno.
La burguesía no necesitaría mantener durante mucho tiempo la división y el enfrentamiento entre los trabajadores/as. Bastaría sostenerlo el necesario como para debilitarnos lo suficiente de modo que la correlación de fuerzas mejorase a su favor al punto que permita asestarnos, sin apenas resistencia eficiente, los golpes que definitivamente nos postren a sus pies y nos lleven a donde quieran (guerras…).
O el Decrecimiento lo organizamos nosotros, o será al modo brutal del capitalismo y bajo el poder de la burguesía. Y para que lo primero sea posible, es imprescindible desarrollar la solidaridad y la unidad de la clase trabajadora por encima de las naciones y estados, potenciar todo lo que pueda unirnos en la lucha y no los intereses cortoplacistas a costa de dividirnos y enfrentarnos cada vez más.
VIII.- Propuesta de CAMPAÑA MARCO cara a 2020 y para el Horizonte 2030
Todavía no he tenido tiempo para estudiar a fondo el libro “En la espiral de la energía” y quisiera que surgieran más voces con conocimiento de causa para que confirmasen o no el Horizonte 2030 que en él se presenta.
Pero en previsión de que así sea –como mucho me temo- y como no es cuestión de perder más tiempo, os propongo a todas/os no sólo que de una maldita vez denunciemos y luchemos contra la LOEPSF-TSCG, sino que esto lo planteemos claramente dentro de la lucha para encontrarnos en mejores condiciones ante el Horizonte 2030, tanto en el plano de la lucha de clases, de la unidad internacional de trabajadores/as y pueblos (empezando por los europeos), de la lucha contra el austericidio y la reducción de la deuda a nuestra costa, como de la transición energética y de la lucha contra el Cambio Climático. Todavía podríamos remediar la situación explicada en la sección II.
Lo más importante no es lo que yo proponga ahora, sino lo que de la inteligencia política e ingenio de muchos salga a partir de esta comprensión de ofrecer un marco, un encuadre, que nos permita unir, orientar, lo fundamental.
El marco hoy debe ofrecer: a) un horizonte temporal claro (2020 y década 2030) y que evite el cortoplacismo; b) una visión general de la situación en ese tiempo; c) objetivos para impedirlo y que ayuden a evitar la dispersión de las luchas y su cortoplacismo; d) objetivos que enlacen con las preocupaciones inmediatas de las masas, sus reivindicaciones ahora; e) una meta que centre el ataque en un punto clave que a la vez sea el eslabón débil de la cadena de la estrategia capitalista.
Hay que huir como de la peste de palabrería hueca, equívoca, abstracta; de apuntar a objetivos equivocados como se ha hecho hasta ahora (no al pago de la deuda, salir del euro, independencia, etc.); y también de radicalismos baratos persiguiendo imposibles con la correlación de fuerzas previsible hasta 2030. Aquí sin duda, seguirá habiendo una gran pelea, porque los oportunistas de derecha o de izquierda, los amigos del postureo, y las nulidades políticas, no se agotan nunca. Pero ahora tenemos que criticarles y denunciarles sin contemplaciones porque muy pronto nos lo jugaremos todo, es más, el futuro nos lo estamos jugando ya, y quien no sea parte de la solución, lo será del problema.
Para una argumentación más a fondo de esta idea del Marco os remito a mi texto “Horizonte 2050: Socialismo o Mega-Crisis. Recuperar nuestra vida y salvar la Tierra. Una propuesta de Marco” (14/05/2011). Puede que tuviese de cambiar algo, pero no tengo tiempo para revisarlo.
Mi propuesta es agitar con estas cadenas marco:
“2020 Déficit cero y deuda al 60%: ricos + ricos, trabajadores ko, crisis económica y Cambio Climático 10”
“Década de 2030, crisis energética y capitalista. Prioridad a la transición energética y la lucha contra el Cambio Climático y no a los objetivos austericidas de déficit y deuda de la LOEPSF y de TSCG de la U.E. y sus limitaciones a la inversión pública”
El uso de una u otra cadena, depende de si lo expuesto se encuadra en un plazo temporal más o menos amplio. Si la primera es aplicable sólo a España (la deuda al 60% en 2020 es sólo de la LOEPSF), la segunda a toda Europa, incluida España.
Debemos conseguir que esta orientación cale en Francia, porque allí la clase obrera todavía resiste mejor que aquí, y sabe mucho más del TSCG (las pruebas en mis artículos), de modo que su ejemplo irradie al Sur y el centro-Norte, y contribuya a la recomposición de nuestra clase. Las organizaciones españolas deben tomar contacto con las francesas para hacer esto realidad.
Aunque acabase resultando que el futuro energético no sería tan malo, esa equivocación en las previsiones no nos perjudicaría, porque atacando la loepsf-tscg habríamos contribuido a modificar algo y a nuestro favor, la correlación de fuerzas entre las clases, a frenar el austericidio a cuenta del pago de la deuda, y a mejorar la transición energética y climática. Incluso sin el horizonte 2030, sigue siendo igualmente justa y necesaria la lucha contra la loepfs-tscg.
Y tenemos posibilidades de ganar esa lucha, pues entre los economistas burgueses y políticos pro-capitalistas, son muchas las voces disidentes contra el TSCG, su concepto de la estabilidad (en base al déficit estructural 0,5%) y el corsé asfixiante que impone a las posibilidades de grandes inversiones productivas públicas, ya que de hecho se contabilizan para una deuda pública que sin embargo no debe llegar al 60% del PIB.
Y cuando menos, la posibilidad de que sectores amplios de la clase trabajadora y el pueblo, se empiecen a cuestionar muchas cosas, y comprender cómo el capitalismo no sólo nos conduce en su dinámica ciega hacia el Horizonte 2030, sino que la burguesía es incapaz de poner ni los medios necesarios para suavizar algo ese futuro.
La campaña marco debería estar permanentemente presente en las páginas de inicio de las webs, en las publicaciones, en las hojas de agitación, para estimular que la gente se plantease el interrogante de todo lo que significa, del problema que plantea, y haciéndola progresivamente más sensible y receptiva a la cuestión.
Es una buena forma de ir superando la enorme dificultad que existe para plantear a las amplias masas el Horizonte 2030; de relacionar esa problemática con lo que ahora más la preocupa y puede sentirse con capacidad de reconocer, asumir, y luchar. Aunque sin duda no el principal, será un factor que ayudará a la recomposición de la clase trabajadora.
Pocas veces se nos presenta una oportunidad tan clara para establecer un enmarque unificador de diferentes problemáticas fundamentales. ¿Volveremos a perder esta oportunidad? ¿Dejaremos que sigan imperando los “geniales” estrategas, grandes organizadores de derrotas, como la actual?
No se trata de caer ahora en un activismo voluntarista sobre el Horizonte 2030, que sólo nos agotaría y quemaría, porque la receptividad de las amplias masas populares y su disposición a luchar no dependen de los discursos y los escritos de una minoría. Deben madurar procesos que permitan una cierta recomposición de la clase trabajadora, tanto en lo material (estratificación de la clase, características del trabajo, nivel de paro y su protección…) como en la confianza en sí misma, en su autoorganización, en su toma de conciencia, en la superación de actitudes irracionales de negación, evasión de la dura realidad, etc. Deben ir evidenciándose los problemas que llegarán con toda su crudeza en la década de los 30.
Pero lo que sí podemos hacer, es que nuestros esfuerzos sean políticamente mucho más rentables, que nuestra intervención sea mucho más efectiva, dándole la dimensión, la visión, la unidad y la integración necesarias; enmarcándola correctamente.
IX.- Hora de DEJAR de SOÑAR con el pasado y de PONERSE las PILAS de larga duración
De todo lo dicho, una conclusión evidente es que hay que empezar a hablar muy claro y dejarse de pamplinas y chorradas, de los sueños de volver a una sociedad propia de la pre-crisis, no digamos de los “30 gloriosos” hasta el final de los 70, de la miopía de los movimientos electorales con proyección a cuatro año, del activismo inmediatista. Debemos arreglar cuentas con las diferentes versiones de la social-democracia que cada vez tendrán menos sentido (salvo su último servicio al capital) en su adaptación a un capitalismo tendente a la descomposición, y también con todos los doctrinarios marxistas y anarquistas que se han anclado en un pasado con proyecciones irreales sobre el futuro que para nosotros será posible.
Hay que investigar a tope la realidad del horizonte 2030, debatir a tope, explorar prácticas y caminos para avanzar.
Si no nos ponemos las pilas y rápido, puede que un tiempo nada lejano sea el que un amigo me describía, para mi espanto:
“El escenario que dibuja el libro [En la espiral de la energía] me ha recordado al de las películas de Mad Max. Vaya, si yo tengo razón, tendremos un capitalismo superautomatizado cibernético, con tecnocracia refugiada en sus “elíseos” particulares, mientras las masas empobrecidas vagan mayormente como bárbaros por un desierto en busca de recursos tecnológicos de segunda mano u obsoletos, de fuentes de energía, de alimentos… y quienes luchen contra la clase dominante, se enfrentarán a sus drones, cibersoldados, “terminators”, etc.”
Espero tener la suerte de que me toque morir antes de ver eso.
Si las previsiones más pesimistas estuviesen en lo cierto, puede que todo lo que podamos hacer acabe siendo finalmente insuficiente e inútil para evitar un escenario como ese u otro también apocalíptico. Pero todavía no tenemos esa certeza (yo al menos no), así que no debemos “tirar la toalla”, sino ponernos en que es posible salvarnos, y en investigar qué nos toca hacer para conseguirlo y avanzar desde ya mismo en esa dirección, empezando por algo tan simple como denunciar de una vez la LOEPSF y el TSCG de la U.E., porque sin librarnos de esa losa, nada podremos hacer en el plano material, ni en los más importante a largo plazo, la unidad obrera y popular a escala estatal y europea.
X.- ¿VOCES que CLAMAN en el DESIERTO?
La experiencia de dos años y medio volcada totalmente en impulsar la política de lucha contra la LOEPSF-TSCG, aportando todas las pruebas necesarias y más (desde el BOE a documentos parlamentarios franceses o de entidades capitalistas, hojas sindicales francesas de convocatoria de huelgas y manifestaciones…), todos los argumentos, metáforas y eslóganes, fotos y carteles, estrategias y pasos (no tenéis más que comprobarlo en la relación de mis artículos), y a pesar de todo ello, sin obtener respaldo alguno (la inmensa mayoría de las veces, ni siquiera acuse de recibo al correo), salvo por una persona de gran talla política y humana, y por Kaos en la red que me ha seleccionado todos los artículos, muchos como “Destacado” (aunque ninguna otra firma haya mantenido en Kaos esta orientación), me han demostrado el grado de pasividad, laxitud, desinterés, ausencia de iniciativa, acomodación, falta de inteligencia política, de una gran parte de los que en estos tiempos van por la vida de “combativos” y “revolucionarios”, tanto a nivel individual como de organizaciones políticas y sindicales, y me atrevería decir que hasta en muchos casos, falsía.
Así que esto que he escrito y lo que pueda hacer en el futuro, tal vez tenga un resultado similar porque consciente o inconscientemente, hayamos decidido someternos aunque hagamos el teatrillo de rebelarnos en cuestiones secundarias o rimbombantes pero que nos permiten el postureo político, como el “No al pago de la deuda”, pero no hacer nada contra su principal instrumento, la LOEPSF-TSCG, capaz esto sí, de unificar las luchas reales y traspasar las fronteras; empeñarse en “salir del euro” y aislarse de hecho todavía más, en lugar de aprovechar todas las posibilidades que existían a través de esa lucha contra la política de austeridad para forjar la unidad de la clase trabajadora y pueblos europeos no sólo del Sur, sino también con Francia, etc.; y así multitud de casos, como el programa europeo y económico de Podemos. Pero una vez más, prefiero intentarlo antes de quedarme con la duda de “¿Y si…?”.
Ahora te toca a ti dar el paso, pasando este documento a todas aquellas personas, colectivos y organizaciones, que te parezca.
PARA PROFUNDIZAR: algunos de mis documentos más relacionados con éste. CÓPIALO para ir accediendo con tiempo a los enlaces.
AVISO IMPORTANTE. Para los enlaces incluidos en mis artículos previos al 12 de enero de 2015, ten en cuenta que, con la nueva web de Kaos en la red, los artículos previos a esa fecha, han pasado al Kaos 2011-2014 (arriba a la derecha, Kaos Antiguo) y ahora tienen otra dirección que empieza por 2014 en lugar de las 3 w. Si vas a un artículo de 2014 y figura ahí un enlace a un artículo previo en Kaos en la red, comprobarás que si lo pinchas te sale una página de “No encontrado”, no porque el artículo haya desaparecido, sino porque con la creación del Kaos nuevo, se le ha modificado la dirección y en vez de empezar por 3 w, empieza por 2014. Por tanto, en las viejas direcciones hay que sustituir las tres w (www) por 2014, y su comienzo deberá quedar así sea: http://2014.kaosenlared.net/
Cuando en algún artículo de 2015 hice la modificación, fue manual y sin darme cuenta de que el hipervínculo original continuaba vigente a pesar de lo que había escrito, por lo que lleva a “No encontrado”. Si en alguno de esos documentos no funcionase el enlace modificado, cópialo y pégalo en Google y entonces lo hará. Si aun así no funcionase, cópialo en un archivo Bloc de notas (txt) para quitarle el formato, y entonces pégalo en Google. Esto lleva al Kaos de 2011-2014. Haciendo eso, para los artículos previos al 17-12-2011, también redirecciona al Kaos inicial, llamado old.kaosenlared.net, sin necesidad de hacer otra modificación de la dirección (siempre que hayas sustituido las w por 2014) En la relación que sigue, ya he efectuado el cambio, y funciona. Pero LA FORMA MÁS SEGURA y CÓMODA es la de descargarte la versión pdf de un artículo que lo tiene todo y correcto, y que indico al final. Guárdala bien para consultar cuando te haga falta
Los enlaces que vienen a continuación están corregidos y funcionan.
Sobre el “HORIZONTE 2030” y 2020
“¿Quiebra energética y capitalista desde 2030? Revolucionarios, su chip y pilas. Libro de Fdez. Durán y Glez. Reyes” (10/2/2015) ——- https://archivo.kaosenlared.net/quiebra-energetica-y-capitalista-desde-2030-revolucionarios-su-chip-y-pilas-libro-de-fdez-duran-y-glez-reyes/
“[LIBRO] Trabajadores en bancarrota y riesgo de derrota. ¿Cómo evitarlas y fortalecernos? Una guía” (3/03/2012), seleccionado como “Destacado”. Archivo PDF 94 páginas. —– http://2014.kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/9979-libro-trabajadores-en-bancarrota-y-riesgo-de-derrota-%C2%BFc%C3%B3mo-evitarlas-y-fortalecernos?-una-gu%C3%ADa.html (descargad el pdf al final del artículo)
“Capital, energía y plusvalía. Por un ecologismo proletario. Comentarios a Ramón Fernández Durán. Llamamiento” (3/09/2011). Archivo PDF Libro de 80 páginas. Comentando también el libro de Daniel Tanuro “El imposible capitalismo verde”. —– http://2014.kaosenlared.net/noticia/capital-energia-plusvalia-ecologismo-proletario-comentarios-ramon-fern (descargad el pdf, en la página, arriba a la derecha, donde pone Imágenes, audios y documentos)
“Horizonte 2050: Socialismo o Mega-Crisis. Recuperar nuestra vida y salvar la Tierra. Una propuesta de Marco” (14/05/2011). El Marco como método, entre otras cosas, para establecer campañas. Archivo PDF, 25 páginas. —– http://2014.kaosenlared.net/noticia/horizonte-2050-socialismo-mega-crisis-recuperar-nuestra-vida-salvar-ti (descargad el pdf, en la página, arriba a la derecha, donde pone Imágenes, audios y documentos)
“Sin petróleo, el socialismo ¿tendrá su oportunidad?. Mega-Crisis. Pronóstico, plazos y estrategia. Hacia 2030” (4-12-2008) Archivo PDF, 18 páginas —– http://2014.kaosenlared.net/noticia/sin-petroleo-socialismo-tendra-oportunidad-mega-crisis-pronostico-plaz (descargad el pdf, en la página, arriba a la derecha, donde pone Imágenes, audios y documentos)
“Cambio Climático, transición energética, Tratado y Ley de Estabilidad, y victoria o derrota de los trabajadores” (16/09/2012) seleccionado como “Destacado” —– http://2014.kaosenlared.net/secciones/s/ecologia/item/30937-cambio-clim%C3%A1tico-transici%C3%B3n-energ%C3%A9tica-tratado-y-ley-de-estabilidad-y-victoria-o-derrota-de-los-trabajadores.html
“¿Qué son el Tratado y la Ley de Estabilidad? Abaratar, empobrecer y derrotar para 2020. Futura política fiscal” (31/08/2012) seleccionado como “Destacado” —– http://2014.kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/29222-%C2%BFqu%C3%A9-son-el-tratado-y-la-ley-de-estabilidad?-abaratar-empobrecer-y-derrotar-para-2020-futura-pol%C3%ADtica-fiscal.html
“El futuro del mundo se juega en Europa esta década. Campaña “2020: déficit 0, trabajadores ko, Cambio Climático 10”” (16/07/2012) seleccionado como “Destacado” —– http://2014.kaosenlared.net/especiales/e/elcapitalismoenbancarrota/item/24902-el-futuro-del-mundo-se-juega-en-europa-esta-d%C3%A9cada-campa%C3%B1a-%E2%80%9C2020-d%C3%A9ficit-0-trabajadores-ko-cambio-clim%C3%A1tico-10%E2%80%9D.html
“Sumisión de la clase trabajadora. Psicología social. Estilos empresariales. Trabajo hoy. Alternativa PDF 28 páginas” (2/9/2013) PDF con imágenes, 28 páginas —— http://2014.kaosenlared.net/especiales/e2/indignacion-globalizada/item/67164-sumisi%C3%B3n-de-la-clase-trabajadora-psicolog%C3%ADa-social-estilos-empresariales-trabajo-hoy-alternativa-pdf-28-p%C3%A1ginas.html (descargad el pdf al final del artículo)
“El esclavo y esclavista en ti. El experimento de Milgram como concurso televisivo. Cárcel de Zimbardo. Escuelas” (23/9/2013) —- http://2014.kaosenlared.net/secciones/s2/izquierdaadebate/item/69084-el-esclavo-y-esclavista-en-ti-el-experimento-de-milgram-como-concurso-televisivo-c%C3%A1rcel-de-zimbardo-escuelas.html
Sobre PODEMOS, sólo algunos de ellos. Para el resto, en la relación del archivo PDF que menciono a continuación.
“PODEMOS se pronuncia por cumplir con la austericida LOEPSF. De la indefinición a la traición. Y archivo PDF” (23/2/2015) con versión PDF del artículo, con imágenes, y que incluye la relación completa de todos mis textos en Kaos en la red, con el enlace actualizado y que funciona. ——- https://archivo.kaosenlared.net/podemos-se-pronuncia-por-cumplir-con-la-austericida-loepsf-de-la-indefinicion-a-la-traicion-y-archivo-pdf/
“Marcha del 31E Madrid. Lo que fue y lo que pudo haber sido. Los intereses políticos de PODEMOS” (2/2/2015) —– https://archivo.kaosenlared.net/marcha-del-31e-madrid-lo-que-fue-y-lo-que-pudo-haber-sido-los-intereses-politicos-de-podemos/
“El 31-E en Madrid, la austericida LOEPSF, la “ley mordaza”, y la claudicación de PODEMOS y de toda la izquierda” (26/1/2015) —— https://archivo.kaosenlared.net/el-31-e-en-madrid-la-austericida-loepsf-la-ley-mordaza-y-la-claudicacion-de-podemos-y-de-toda-la-izquierda/
“Podemos”. Un Programa de “clase media” indignada que no sirve a los trabajadores y contribuirá a derrotarnos” (6/3/2014) ——– http://2014.kaosenlared.net/secciones/s2/izquierdaadebate/item/82359-%E2%80%9Cpodemos%E2%80%9D-un-programa-de-%E2%80%9Cclase-media%E2%80%9D-indignada-que-no-sirve-a-los-trabajadores-y-contribuir%C3%A1-a-derrotarnos.html
“Pablo Iglesias. Mover ficha en el trucado tablero electoral. ¿De la indignación, a la derrota por la ilusión? PDF” (21/1/2014) Archivo PDF relación de todos mis artículos y enlaces hasta la fecha ——- http://2014.kaosenlared.net/secciones/s2/laboraleconomia/item/78793-pablo-iglesias-mover-ficha-en-el-trucado-tablero-electoral-%C2%BFde-la-indignaci%C3%B3n-a-la-derrota-por-la-ilusi%C3%B3n?-pdf.html
Contra la desorientación y la derrota, para afrontar el “Horizonte 2030”, PASA este ARTÍCULO y hazte agitador y propagandista contra la LOEPSF-LEP y el TSCG de la U.E.
Para acceder a los artículos, informes y libros que vengo publicando en Kaosenlared. Kaos ya no tiene buscador y los de los viejos Kaos no funcionan. Tampoco funciona ya “Mi página” donde venían un montón de direcciones y salía como el primer resultado en la búsqueda con Google poniendo “Aurora Despierta” site:kaosenlared.net; tampoco poniendo site:2014.kaosenlared.net. Aunque sí salen las direcciones de acceso a artículos concretos. Para los artículos de 2015, los podéis encontrar poniendo https://archivo.kaosenlared.net/author/aurora-despierta/
PARA NO TENER NINGUNA DUDA, disponer de la relación completa de mis documentos en Kaos en la red, hasta el 10/2/2015 con TODOS los ENLACES CORRECTOS, lo mejor, DESCÁRGATE la versión PDF del artículo “PODEMOS se pronuncia por cumplir con la austericida LOEPSF. De la indefinición a la traición. Y archivo PDF” (23/2/2015) ——- https://archivo.kaosenlared.net/podemos-se-pronuncia-por-cumplir-con-la-austericida-loepsf-de-la-indefinicion-a-la-traicion-y-archivo-pdf/